Para ponerles en situación, podríamos plantearlo como aquella primera prueba con la que comenzaba el programa Un, dos, tres : “Por 25 pesetas, deportes aristocráticos: el ‘bridge’. Un, dos, tres, responda otra vez”. ¿Se acuerdan? Y uno se perdería ipso facto en una retahíla de anglicismos que comenzaría con el bádminton para después seguir con el críquet, luego el hockey, dudar con ¿la vela? y encallarte finalmente en el tenis, a sabiendas de que este deporte no siempre se juega con esmoquin y lentejuelas... A no ser que seas Jacob Elordi en la famosa escena de Saltburn , claro.
El ‘curling’ nació en las Tierras Altas escocesas, en el siglo XVI, y se jugaba originariamente sobre las ciénagas heladas. Hoy es uno de los deportes de invierno más populares
Sin embargo, todo resulta más fácil tras ver este reportaje fotográfico y atender a los —espléndidos— detalles. A saber: la cresta de los Alpes suizos dibujándose sobre el cielo estrellado, de fondo; el lujosísimo hotel Kulm, de Saint-Moritz, propiedad de la legendaria familia naviera griega Niarchos, y el vecino y traslúcido Park Chess completamente helado, como escenario, y, obviamente, atendiendo a los personajes principales. Equipos compuestos por parejas con los apellidos más sonoros e influyentes de la historia de Europa (y América). Esto es: Pablo y Marie-Chantal de Grecia; la por siempre cool (y princesa) Olympia, mano a mano con Eugenie Niarchos; Beatriz de York, nieta de Isabel II, con su marido, Edoardo Mapelli Mozzi (y su pequeña, de apenas dos añitos, Sienna Elizabeth); el príncipe Ernst August de Hannover y su mujer, Ekaterina Malysheva, o Antonius zu Fürstenberg, que, a falta de Matilde Borromeo, forma team con Arpad Flynn Busson, hijo de la supermodelo Elle Macpherson...
Dasha Zhukova, casada en la actualidad con Stavros Niarchos, además de filántropa y exmujer de Roman Abramovich, es una de las mujeres más influyentes del mundo del arte
Sin hablar de la grada, una excepcional pléyade de bellezas de revista como Coco Brandolini o Talita von Fürstenberg. Por cierto, con un abrigo blanco diseñado por su abuela, la leyenda del prêt-à-porter made in USA de los 70 (y de Studio 54), Diane von Fürstenberg.
Efectivamente, la siguiente respuesta correcta a esa hipotética pregunta televisiva habría sido el curling . De hecho, tal y como se habrán dado cuenta, debería haber sido la primera y casi única opción, porque, visto el social meeting organizado estos días por Stavros Niarchos III y su mujer, Dasha Zhukova, al que acudieron sus amigos de ‘altos vuelos’, este el deporte de invierno es el más fascinante y glamuroso del universo olímpico. Y, sí, también de todos los demás.
Pese a que se juegue con escobas y piedras de granito de unos 20 kilos. Concretamente, 19,96. De ahí que vean en estas instantáneas al heredero Hannover hincando rodilla en la nieve. O a la anfitriona, de origen ruso —y una de las cien personas más influyentes del mundo del arte, según Art review—, completamente abandonada al juego (y a la pista). O al príncipe Pablo dejándose los riñones enganchado a las mancuernas... Porque la utillería en esta disciplina con cuatro siglos de historia da igual. Al menos, en este rincón griego en los confines de este valle suizo... Porque, sin entrar en las reglas del juego, el equipamiento para practicarlo sigue otras, las del fashionismo extremo.
Ya sea el del boho chic de los abrigos de piel y bordados, al más puro estilo de Tatiana Santo Domingo; ya sea el del tejido técnico con sneakers y corazoncito de Comme des Garçons, o ya sea, por qué no, las del paño de cashmere italiano, que para eso el yerno de Andrés de Inglaterra y Sarah Ferguson desciende de una de las familias textiles más importantes de Lombardía. Y no solo por eso, sino porque el padre de Edo participó en los Juegos Olímpicos de 1972. Algo sabrá el empresario de deportes alpinos.
Beatriz de York, junto a su marido y su hija, Sienna Elizabeth, disfrutó de unos días de relax tras el duro diagnóstico que ha recibido su madre
Nada que ver, en cambio, con los orígenes de este deporte, que, sin embargo, se comenzó a practicar en las ciénagas heladas de las Tierras Altas de Escocia, donde era conocido como el “juego rugiente”. Hoy, Stavros Niarchos, que, más allá de su pedigrí familiar, saltó a la crónica social como el heredero rebelde, novio de Paris Hilton y Lindsay Lohan, ha elevado esta forma de batalla sobre hielo a otro nivel. De hecho, la victoria après sky se celebra en camaradería, entre obras maestras del arte contemporáneo y con un cóctel servido por el dueño del restaurante más caro de Nueva York, el chileno Juan Santa Cruz.