Gabriela Toral, de 21 años, tiene un gran protagonismo en la segunda temporada del documental de María Pombo. Además de compartir divertidos momentos mientras intenta sacarse el carne de conducir, Gabriela, a la que todos llaman Gaby, mantiene una sincera conversación con su madre, Marcia, la que fue niñera de las hermanas Pombo.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
- Las lágrimas de María Pombo al hablar del conflicto familiar que la ha separado de sus primos
Después de examinarse del teórico, madre e hija se sientan a tomar un café y Gaby llama a Sito para contarle cómo le ha ido. Su conversación refleja la estrecha relación que existe entre ellas. Para Gaby, Sito es una madre más, y para Sito, Gaby es su hija pequeña. "Sito me confesó una vez cenando que cuando me fui de casa se le rompió el corazón y que lloraba todas las noches porque me echaba de menos, pero sabía que era por mi bien, porque era bueno para mí que pasara más tiempo con mi familia", cuenta Gaby.
La joven ha pasado y todavía pasa largas temporadas con la familia Pombo, algo que su madre celebra porque sabe que está "en buenas manos". "Yo sé que con Sito, Papín y tus hermanas estás como si estuvieras conmigo. Te echo de menos, pero por mi trabajo estoy todo el día para arriba y para abajo, sabes que te llamo mucho", le dice Marcia. "Tú sabes que estoy orgullosa de ti, eres buena hija, me quieres un montón, tienes dos madres que te adoramos, tú adorás a Sito, Papín, que es tu padrino, es como tu padre, lo adoras; adoras a tus hermanas... Eres buena con todo el mundo", continúa.
En ese momento, Gaby exclama emocionada: "Tengo suerte de tener la familia que tengo". Después, profundiza sobre un tema muy delicado, su padre biológico, que no quiso hacerse cargo de ella cuando nació. "El otro día hablando con una amiga me decía: 'Tu padre viviendo en Madrid, te lo puedes cruzar en el metro, por la calle y es verdad'", comenta con su madre. Marcia, por su parte, le responde: "Yo quería que fueras mía, a lo mejor fue egosísta, pero yo quería ser madre y no pedir permiso a nadie. A ti no te ha hecho falta, yo creo que para ti he sido padre y madre, he trabajado muchísimo para que no te falta nada nunca, sobre todo, la educación que te he dado".
Gaby no puede estar más orgullosa de su madre y no sabe si algún día estaría dispuesta a conocer a su padre biológico. "Yo no le tengo ni rencor ni cariño porque no le conozco. Entonces, si él algún día le dice a mi abuela que me quiere conocer, ahí ya me lo pienso porque siento que abriría una veda porque yo cojo cariño muy rápido. Entonces le conozco, pero ¿ya no te vuelvo a ver o sí? ¿Me apetecería seguir conociéndote o no? Porque siento que le cogería cariño, entonces no sé si quiero coger ese cariño", reflexiona.
María Pombo habló por primera vez de Gaby en 2022, en una entrevista concedida a Bertín Osborne. "Somos tres hermanas biológicas y luego está Gaby, que es una hermana más. Siempre digo que la quiero igual o más que a mis hermanas Lucía y Marta, porque nació, básicamente, en casa", dijo. "Teníamos una nanny que nos cuidaba, nos recogía del colegio cuando mis padres estaban trabajando... y se quedó embarazada. Tuvo a Gaby en casa. Nosotras elegimos su nombre. Para nosotras, tres hermanas casi ya adolescentes, fue el mayor juguete y el mayor regalo que nos podían hacer", confesó.
El paso del tiempo no enfrió la relación entre ellas. Al contrario. "Gaby es parte nuestra. Estamos todos los fines de semana juntas, vamos a veranear juntas, pasamos Navidad con Gaby y con su madre... es que es nuestra familia", aseguró, y prueba de ello es la presencia que ambas tienen en el documental de María.