Dejamos a doña Cristina en los carnavales de Las Palmas de Gran Canaria y la recuperamos igual de sonriente en Madrid, celebrando una boda familiar por todo lo alto, una semana después. La infanta, que no para, pasó la semana trabajando en Ginebra y se escapó a Madrid en cuanto pudo con la maleta preparada para una doble aparición. La primera, el sábado 24, fue una fecha festiva: el matrimonio de Marta Urquijo Barreiros, hija de Gonzalo Urquijo Fernández de Araoz y Marta Barreiros Cotoner, y Joaquín Marcos. La segunda, el 27 de febrero, mucho más triste: el servicio conmemorativo por su tío el Rey Constantino, en Windsor, fallecido hace un año.
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La infanta Cristina ha empezado una nueva etapa y está radiante. Lo vimos a su llegada a la iglesia de Santa María de Caná, a la que acudió con la infanta Elena —que coincidió en el enlace con su exmarido, Jaime de Marichalar— y su prima y querida amiga Cristina de Borbón, que estuvo acompañada de su marido, Pedro López-Quesada. Desde el interior del templo, fueron testigos de la llegada de Marta del brazo de su padre y padrino, Gonzalo Urquijo, quien la acompañó hasta el altar del templo (en Pozuelo de Alarcón), donde tuvo lugar la ceremonia.
La duquesa de Lugo, que sigue llevando una bota ortopédica tras el esguince que sufrió, coincidió con su exmarido, Jaime de Marichalar
Traje blanco y diadema floral
La novia vestía un traje blanco roto, de manga larga semitransparente, de Teresa Helbig, y llevaba una tiara floral de diamantes de su bisabuela la marquesa de Mondéjar, prendida en el largo velo.
La celebración de esta primera gran boda del año reunió a una gran representación de la alta sociedad española, que este año tiene una agenda repleta de bodas y celebraciones. A su llegada a la iglesia vimos, entre otros, a Fernando Fitz-James y su esposa, Sofía Palazuelo, que fue, una vez más, una de las invitadas más elegantes; Xandra Falcó, y Esther Alcocer Koplowitz.
Las hijas del Rey Juan Carlos asistirán también en septiembre a la boda de Victoria López-Quesada y el aristócrata Enrique Moreno de la Cova
Para doña Cristina fue una gran ocasión para reencontrarse con amigos de toda la vida y disfrutar de un gran día junto a algunos familiares. Entre ellos, Teresa Urquijo y Moreno de Borbón y su prometido, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que ya están a pocas semanas de convertirse en marido y mujer. De hecho, podría decirse que la celebración les sirvió como “ensayo” para el próximo 6 de abril.
Celebración y baile
Teresa y José Luis ya han enviado las invitaciones para su boda y, por supuesto, las infantas están en la lista. Doña Elena y doña Cristina están muy unidas a la familia desde siempre, especialmente a las hermanas Moreno de Borbón —una de ellas, Beatriz, es la madre de la novia— y no se perderán la celebración en la finca “El canto de la Cruz” (en el municipio de Colmenar Viejo), propiedad de los abuelos maternos de la novia, Íñigo Moreno de Arteaga, marqués de Laserna, y Teresa de Borbón y Borbón, princesa de las Dos Sicilias y prima del Rey Juan Carlos.
Entre los 500 invitados se encontraban los duques de Huéscar, Fernando Fitz-James y Sofía Palazuelo, que fue, una vez más, una de las más elegantes
Tras la ceremonia, los invitados disfrutaron de una celebración por todo lo alto en la finca propiedad de la abuela materna de la novia, Marta Cotoner Barrios, condesa de A Coruña y una de las propietarias de “El Chaparral” (en La Escorzonera), finca donde vivía el marqués de Mondéjar, que fue como un segundo padre para el Rey don Juan Carlos —hoy pertenece a los cinco hermanos—, y fue el escenario de la puesta de la largo de Victoria Federica de Marichalar tras su mayoría de edad.
Asistieron en total unas 500 personas, pero, igualmente, fue una celebración muy entrañable porque son familias de toda la vida que se conocen y que han ido creciendo muchísimo: abuelos, padres, hijos, nietos y hasta bisnietos.
Los duques de Huéscar han celebrado, el pasado mes de enero, el primer cumpleaños de Sofía, la menor de sus dos hijas
Para la cena se sirvió crema de espárragos con marisco, pintadas rellenas y tarta de queso con frambuesas —catering de Siboulette—, y actuó el grupo de DJ Gilca Sounds . Las infantas, inseparables y muy divertidas, se quedaron a la fiesta, que acabó a las dos de la mañana.
Un año de bodas
Cuando eran más jóvenes, las infantas no estaban tan unidas, vivían en ciudades diferentes y tenían visiones distintas de la vida, pero todo cambió a raíz de la separación de doña Elena, en 2007. La duquesa de Lugo encontró todo el apoyo del mundo en su hermana. Y ahora ha sido al revés. Las dos han creado un vínculo extraordinario que recuerda al de doña Sofía y la princesa Irene y al de la princesa Leonor y la infanta Sofía. Se lo pasan fenomenal, hacen planes a todas horas juntas, en familia o con amigos; cantan, bailan, celebran la vida y lo que haga falta.
El enlace familiar les sirvió de “ensayo” para su boda a Teresa Urquijo y su prometido, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que se casan el próximo 6 de abril
La familia Urquijo y Fernández de Araoz va a celebrar en este 2024 cuatro bodas. O lo que es lo mismo: Piru Urquijo casa a cuatro nietos. Tras el primer enlace, el pasado fin de semana, pronto llegará el turno de Teresa, y, ya en verano, el de Verónica (6 de julio) y el de Kike, que vive en Portugal.
Asimismo, doña Cristina y doña Elena también asistirán, a principios de septiembre, a la boda de Victoria López-Quesada y el aristócrata sevillano Enrique Moreno de la Cova, que ya anunció ¡HOLA! en exclusiva en agosto del año pasado.
Xandra Falcó y Esther Alcocer Koplowitz también asistieron a la ceremonia y posterior celebración en “El Chaparral”, la finca familiar de la novia, que llevó la tiara de diamantes de su bisabuela la marquesa de Mondéjar
La mayor de los dos hijos de Cristina de Borbón-Dos Sicilias, íntima de doña Cristina, y Pedro López-Quesada —íntimo amigo de Felipe VI— es nieta de Su Alteza Real la princesa Ana de Orleans y sobrina del duque de Calabria, y promete una celebración espectacular, a finales de verano, en la finca familiar de “La Toledana” (Ciudad Real), una de las reservas de caza más importantes de España.