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Marta Lozano y Teresa Andrés Gonzalvo nos cuentan cómo llevan sus embarazos y si han estado enfadadas

Aunque son uña y carne, se ha rumoreado en las redes que algo podría haber pasado entre ellas. Las dos ‘influencers’ aclaran a ¡HOLA! qué ha pasado y también cómo están viendo estos primeros momentos de la maternidad


24 de febrero de 2024 - 13:02 CET

Marta Lozano y Teresa Andrés nos cuentan cómo llevan sus embarazos y si han estado enfadadas- Aunque son uña y carne, se ha rumoreado en las redes que algo podría haber pasado entre ellas. Las dos aclaran a ¡HOLA! qué ha pasado y también cómo están viendo estos primeros momentos de la maternidad.Durante estas últimas semanas, los seguidores de Marta Lozano y Teresa Andrés Gonzalvo han empezado a especular en las redes qué ha pasado entre ellas. ¿Se han enfadado? ¿Ha ocurrido algo que las haya distanciado? Aprovechando la asistencia de las dos a la Semana de la Moda de Madrid, donde acudieron a ver los desfiles de Simorra y Claro Couture, les preguntamos qué pasa entre ellas. Además, les preguntamos cómo llevan sus respectivos embarazos y cómo se plantean la maternidad ahora que Marta está de 32 semanas y Teresa, de 27.—¿Cómo estáis levando los embarazo?—TERESA: Sinceramente, lo he llevado bastante mal. Siendo bastante honesta, la maternidad de la mujer está bastante idealizada. Ahora ya más estable, pero hay veces que me entran como golpes de calor. Imagino que es normal… —MARTA: Los primeros tres meses lo pasé muy mal, pero ya muy bien. Lo que pasa es que me quedan sólo dos meses para dar a luz y todo es un poco densito…—¿Ya empezáis a sentir nervios?—M: ¡Hombre, claro!—T: Claro que sí. Desde el día que me quedé embarazada, hay nervios. —M: Ahora, que lo veo más cerca, pienso ya en el parto. Antes ni me lo planteaba… Ahí estaremos…—T: Sale cien por cien (ríe).—¿Quién llama de las dos más a quién para hablar del embarazo?—T: Hablamos mucho. No sé…—M: Como nos vemos mucho trabajando, nos preguntamos todo el rato cómo nos encontramos, si tenemos angustia o no.—T: Tal cual.—¿Quién está más angustiada de las dos?—T: Yo, pero porque no he parado de vomitar. Sigo tomando Cariban y todo –un fármaco para tratar las náuseas durante el embarazo–.—M: En general, las dos lo estamos llevando bien, pero es verdad que Tere lo está pasando peor por el tema de náuseas.—Eso es que tu niña, Teresa, viene revolucionada.—T: Viene revolucionada, sí. No para de moverse la chiquilla. Es un terremoto.—M: Yo también noto que el bebé –un niño– tiene diferentes movimientos y ahora veo que como deforma la tripa con su pie… Es un poco raro.—Marta, tu hija se llamará Lorenzo y, Teresa, la tuya como tú. No os habéis estrujado el cerebro con los nombres…—M: A Lore Le hacía mucha ilusión seguir la estirpe familiar, pero que el bebé va a ser la cuarta o quinta generación que va a llevar el nombre. Si hubiese sido niña, no creo que le hubiera puesto mi nombre. Pero me gusta Lorenzo.—T: La llamaremos Teíta, pero tenía bastantes dudas entre Cayetana y Teresa. Federica también sondeaba… Pero, al final, lo decidió la prima de Ignacio, que estaba en una situación delicada y decidió el de Teresa.—¿Dónde daréis a luz?—M: Yo en Valencia.—T: Si Dios quiere, en Alicante.—¿Tenéis una idea de cómo será el parto? ¿Será natural, con epidural o cesárea programada?—M: Parto natural, dentro de lo que se pueda.—T: Estas cosas nunca se saben. Pero, en principio, no será cesárea. Depende de la placenta… Es que todo esto es un mundo aparte.—¿Os inquieta el momento del parto?—T: Sinceramente, confío en la naturaleza. Obviamente, hay nervios, pero intento no pensar mucho en que depende de mí, sino que tenga que salir y confío en los profesionales. Si lo pienso mucho, me puedo rayar—M: Y podemos decir mil cosas que al final no tiene por qué ser así.—¿Tenéis también elegidos los padrinos?—M: Claro. En mi caso, serán mi hermano Alberto y mi cuñada, Maca. —T: La madrina aún no se ha decidido porque le toca a Ignacio decidirlo, pero el padrino de Teíta será mi tío Quique.—Pensaba que sería tu hermano mellizo, fíjate.—T: Como ya fue el padrino de la boda… Hay que repartir un poco. También es un hombre importante en mi vida.—¿Os planteáis bajar el ritmo una vez seáis madres?—M: No lo sé… Es una incógnita, la verdad. Pero yo creo que la situación nos va a llevar a bajar un poco el ritmo.—En tu caso, vas todos los años a Cannes.—M: Bruno –su representante– quiere que esté ahí un mes después de dar a luz, pero creo que no va a poder ser. Además, quiero dar pecho y la lactancia es sacrificada, así que no creo que esté este año.—Teresa, ¿también quieres darle el pecho?—T: No, no quiero. Lo tengo superdecidido. —Ahora que estáis las dos juntas, vamos a aclarar un asunto: se ha rumoreado en las redes que hay mal rollo entre vosotras.—M: Mal rollo ninguno. —T: Nunca lo he entendido (ríe). —M: Puedo entender que de repente le apetezca un salseo a la gente, pero no va a pasar eso con nosotras.—T: No va a pasar, no. Creo que ha coincidido la época de la Navidad, que hemos estado cada una en su casay no ha habido mucho trabajo… No sé… A la gente le encanta un salseo.—Por último, ¿cómo habéis pasado San Valentín?—T: Pues en pareja (ríe). ¿Te imaginas que digo soltera? Que no (ríe). Ignacio y yo salimos a cenar en plan romántico de la vida, pero nada especial.Marta Lozano y Teresa Andrés nos cuentan cómo llevan sus embarazos y si han estado enfadadas- Aunque son uña y carne, se ha rumoreado en las redes que algo podría haber pasado entre ellas. Las dos aclaran a ¡HOLA! qué ha pasado y también cómo están viendo estos primeros momentos de la maternidad.Durante estas últimas semanas, los seguidores de Marta Lozano y Teresa Andrés Gonzalvo han empezado a especular en las redes qué ha pasado entre ellas. ¿Se han enfadado? ¿Ha ocurrido algo que las haya distanciado? Aprovechando la asistencia de las dos a la Semana de la Moda de Madrid, donde acudieron a ver los desfiles de Simorra y Claro Couture, les preguntamos qué pasa entre ellas. Además, les preguntamos cómo llevan sus respectivos embarazos y cómo se plantean la maternidad ahora que Marta está de 32 semanas y Teresa, de 27.—¿Cómo estáis levando los embarazo?—TERESA: Sinceramente, lo he llevado bastante mal. Siendo bastante honesta, la maternidad de la mujer está bastante idealizada. Ahora ya más estable, pero hay veces que me entran como golpes de calor. Imagino que es normal… —MARTA: Los primeros tres meses lo pasé muy mal, pero ya muy bien. Lo que pasa es que me quedan sólo dos meses para dar a luz y todo es un poco densito…—¿Ya empezáis a sentir nervios?—M: ¡Hombre, claro!—T: Claro que sí. Desde el día que me quedé embarazada, hay nervios. —M: Ahora, que lo veo más cerca, pienso ya en el parto. Antes ni me lo planteaba… Ahí estaremos…—T: Sale cien por cien (ríe).—¿Quién llama de las dos más a quién para hablar del embarazo?—T: Hablamos mucho. No sé…—M: Como nos vemos mucho trabajando, nos preguntamos todo el rato cómo nos encontramos, si tenemos angustia o no.—T: Tal cual.—¿Quién está más angustiada de las dos?—T: Yo, pero porque no he parado de vomitar. Sigo tomando Cariban y todo –un fármaco para tratar las náuseas durante el embarazo–.—M: En general, las dos lo estamos llevando bien, pero es verdad que Tere lo está pasando peor por el tema de náuseas.—Eso es que tu niña, Teresa, viene revolucionada.—T: Viene revolucionada, sí. No para de moverse la chiquilla. Es un terremoto.—M: Yo también noto que el bebé –un niño– tiene diferentes movimientos y ahora veo que como deforma la tripa con su pie… Es un poco raro.—Marta, tu hija se llamará Lorenzo y, Teresa, la tuya como tú. No os habéis estrujado el cerebro con los nombres…—M: A Lore Le hacía mucha ilusión seguir la estirpe familiar, pero que el bebé va a ser la cuarta o quinta generación que va a llevar el nombre. Si hubiese sido niña, no creo que le hubiera puesto mi nombre. Pero me gusta Lorenzo.—T: La llamaremos Teíta, pero tenía bastantes dudas entre Cayetana y Teresa. Federica también sondeaba… Pero, al final, lo decidió la prima de Ignacio, que estaba en una situación delicada y decidió el de Teresa.—¿Dónde daréis a luz?—M: Yo en Valencia.—T: Si Dios quiere, en Alicante.—¿Tenéis una idea de cómo será el parto? ¿Será natural, con epidural o cesárea programada?—M: Parto natural, dentro de lo que se pueda.—T: Estas cosas nunca se saben. Pero, en principio, no será cesárea. Depende de la placenta… Es que todo esto es un mundo aparte.—¿Os inquieta el momento del parto?—T: Sinceramente, confío en la naturaleza. Obviamente, hay nervios, pero intento no pensar mucho en que depende de mí, sino que tenga que salir y confío en los profesionales. Si lo pienso mucho, me puedo rayar—M: Y podemos decir mil cosas que al final no tiene por qué ser así.—¿Tenéis también elegidos los padrinos?—M: Claro. En mi caso, serán mi hermano Alberto y mi cuñada, Maca. —T: La madrina aún no se ha decidido porque le toca a Ignacio decidirlo, pero el padrino de Teíta será mi tío Quique.—Pensaba que sería tu hermano mellizo, fíjate.—T: Como ya fue el padrino de la boda… Hay que repartir un poco. También es un hombre importante en mi vida.—¿Os planteáis bajar el ritmo una vez seáis madres?—M: No lo sé… Es una incógnita, la verdad. Pero yo creo que la situación nos va a llevar a bajar un poco el ritmo.—En tu caso, vas todos los años a Cannes.—M: Bruno –su representante– quiere que esté ahí un mes después de dar a luz, pero creo que no va a poder ser. Además, quiero dar pecho y la lactancia es sacrificada, así que no creo que esté este año.—Teresa, ¿también quieres darle el pecho?—T: No, no quiero. Lo tengo superdecidido. —Ahora que estáis las dos juntas, vamos a aclarar un asunto: se ha rumoreado en las redes que hay mal rollo entre vosotras.—M: Mal rollo ninguno. —T: Nunca lo he entendido (ríe). —M: Puedo entender que de repente le apetezca un salseo a la gente, pero no va a pasar eso con nosotras.—T: No va a pasar, no. Creo que ha coincidido la época de la Navidad, que hemos estado cada una en su casay no ha habido mucho trabajo… No sé… A la gente le encanta un salseo.—Por último, ¿cómo habéis pasado San Valentín?—T: Pues en pareja (ríe). ¿Te imaginas que digo soltera? Que no (ríe). Ignacio y yo salimos a cenar en plan romántico de la vida, pero nada especial.Marta Lozano y Teresa Andrés nos cuentan cómo llevan sus embarazos y si han estado enfadadas- Aunque son uña y carne, se ha rumoreado en las redes que algo podría haber pasado entre ellas. Las dos aclaran a ¡HOLA! qué ha pasado y también cómo están viendo estos primeros momentos de la maternidad.Durante estas últimas semanas, los seguidores de Marta Lozano y Teresa Andrés Gonzalvo han empezado a especular en las redes qué ha pasado entre ellas. ¿Se han enfadado? ¿Ha ocurrido algo que las haya distanciado? Aprovechando la asistencia de las dos a la Semana de la Moda de Madrid, donde acudieron a ver los desfiles de Simorra y Claro Couture, les preguntamos qué pasa entre ellas. Además, les preguntamos cómo llevan sus respectivos embarazos y cómo se plantean la maternidad ahora que Marta está de 32 semanas y Teresa, de 27.—¿Cómo estáis levando los embarazo?—TERESA: Sinceramente, lo he llevado bastante mal. Siendo bastante honesta, la maternidad de la mujer está bastante idealizada. Ahora ya más estable, pero hay veces que me entran como golpes de calor. Imagino que es normal… —MARTA: Los primeros tres meses lo pasé muy mal, pero ya muy bien. Lo que pasa es que me quedan sólo dos meses para dar a luz y todo es un poco densito…—¿Ya empezáis a sentir nervios?—M: ¡Hombre, claro!—T: Claro que sí. Desde el día que me quedé embarazada, hay nervios. —M: Ahora, que lo veo más cerca, pienso ya en el parto. Antes ni me lo planteaba… Ahí estaremos…—T: Sale cien por cien (ríe).—¿Quién llama de las dos más a quién para hablar del embarazo?—T: Hablamos mucho. No sé…—M: Como nos vemos mucho trabajando, nos preguntamos todo el rato cómo nos encontramos, si tenemos angustia o no.—T: Tal cual.—¿Quién está más angustiada de las dos?—T: Yo, pero porque no he parado de vomitar. Sigo tomando Cariban y todo –un fármaco para tratar las náuseas durante el embarazo–.—M: En general, las dos lo estamos llevando bien, pero es verdad que Tere lo está pasando peor por el tema de náuseas.—Eso es que tu niña, Teresa, viene revolucionada.—T: Viene revolucionada, sí. No para de moverse la chiquilla. Es un terremoto.—M: Yo también noto que el bebé –un niño– tiene diferentes movimientos y ahora veo que como deforma la tripa con su pie… Es un poco raro.—Marta, tu hija se llamará Lorenzo y, Teresa, la tuya como tú. No os habéis estrujado el cerebro con los nombres…—M: A Lore Le hacía mucha ilusión seguir la estirpe familiar, pero que el bebé va a ser la cuarta o quinta generación que va a llevar el nombre. Si hubiese sido niña, no creo que le hubiera puesto mi nombre. Pero me gusta Lorenzo.—T: La llamaremos Teíta, pero tenía bastantes dudas entre Cayetana y Teresa. Federica también sondeaba… Pero, al final, lo decidió la prima de Ignacio, que estaba en una situación delicada y decidió el de Teresa.—¿Dónde daréis a luz?—M: Yo en Valencia.—T: Si Dios quiere, en Alicante.—¿Tenéis una idea de cómo será el parto? ¿Será natural, con epidural o cesárea programada?—M: Parto natural, dentro de lo que se pueda.—T: Estas cosas nunca se saben. Pero, en principio, no será cesárea. Depende de la placenta… Es que todo esto es un mundo aparte.—¿Os inquieta el momento del parto?—T: Sinceramente, confío en la naturaleza. Obviamente, hay nervios, pero intento no pensar mucho en que depende de mí, sino que tenga que salir y confío en los profesionales. Si lo pienso mucho, me puedo rayar—M: Y podemos decir mil cosas que al final no tiene por qué ser así.—¿Tenéis también elegidos los padrinos?—M: Claro. En mi caso, serán mi hermano Alberto y mi cuñada, Maca. —T: La madrina aún no se ha decidido porque le toca a Ignacio decidirlo, pero el padrino de Teíta será mi tío Quique.—Pensaba que sería tu hermano mellizo, fíjate.—T: Como ya fue el padrino de la boda… Hay que repartir un poco. También es un hombre importante en mi vida.—¿Os planteáis bajar el ritmo una vez seáis madres?—M: No lo sé… Es una incógnita, la verdad. Pero yo creo que la situación nos va a llevar a bajar un poco el ritmo.—En tu caso, vas todos los años a Cannes.—M: Bruno –su representante– quiere que esté ahí un mes después de dar a luz, pero creo que no va a poder ser. Además, quiero dar pecho y la lactancia es sacrificada, así que no creo que esté este año.—Teresa, ¿también quieres darle el pecho?—T: No, no quiero. Lo tengo superdecidido. —Ahora que estáis las dos juntas, vamos a aclarar un asunto: se ha rumoreado en las redes que hay mal rollo entre vosotras.—M: Mal rollo ninguno. —T: Nunca lo he entendido (ríe). —M: Puedo entender que de repente le apetezca un salseo a la gente, pero no va a pasar eso con nosotras.—T: No va a pasar, no. Creo que ha coincidido la época de la Navidad, que hemos estado cada una en su casay no ha habido mucho trabajo… No sé… A la gente le encanta un salseo.—Por último, ¿cómo habéis pasado San Valentín?—T: Pues en pareja (ríe). ¿Te imaginas que digo soltera? Que no (ríe). Ignacio y yo salimos a cenar en plan romántico de la vida, pero nada especial.Marta Lozano y Teresa Andrés nos cuentan cómo llevan sus embarazos y si han estado enfadadas- Aunque son uña y carne, se ha rumoreado en las redes que algo podría haber pasado entre ellas. Las dos aclaran a ¡HOLA! qué ha pasado y también cómo están viendo estos primeros momentos de la maternidad.Durante estas últimas semanas, los seguidores de Marta Lozano y Teresa Andrés Gonzalvo han empezado a especular en las redes qué ha pasado entre ellas. ¿Se han enfadado? ¿Ha ocurrido algo que las haya distanciado? Aprovechando la asistencia de las dos a la Semana de la Moda de Madrid, donde acudieron a ver los desfiles de Simorra y Claro Couture, les preguntamos qué pasa entre ellas. Además, les preguntamos cómo llevan sus respectivos embarazos y cómo se plantean la maternidad ahora que Marta está de 32 semanas y Teresa, de 27.—¿Cómo estáis levando los embarazo?—TERESA: Sinceramente, lo he llevado bastante mal. Siendo bastante honesta, la maternidad de la mujer está bastante idealizada. Ahora ya más estable, pero hay veces que me entran como golpes de calor. Imagino que es normal… —MARTA: Los primeros tres meses lo pasé muy mal, pero ya muy bien. Lo que pasa es que me quedan sólo dos meses para dar a luz y todo es un poco densito…—¿Ya empezáis a sentir nervios?—M: ¡Hombre, claro!—T: Claro que sí. Desde el día que me quedé embarazada, hay nervios. —M: Ahora, que lo veo más cerca, pienso ya en el parto. Antes ni me lo planteaba… Ahí estaremos…—T: Sale cien por cien (ríe).—¿Quién llama de las dos más a quién para hablar del embarazo?—T: Hablamos mucho. No sé…—M: Como nos vemos mucho trabajando, nos preguntamos todo el rato cómo nos encontramos, si tenemos angustia o no.—T: Tal cual.—¿Quién está más angustiada de las dos?—T: Yo, pero porque no he parado de vomitar. Sigo tomando Cariban y todo –un fármaco para tratar las náuseas durante el embarazo–.—M: En general, las dos lo estamos llevando bien, pero es verdad que Tere lo está pasando peor por el tema de náuseas.—Eso es que tu niña, Teresa, viene revolucionada.—T: Viene revolucionada, sí. No para de moverse la chiquilla. Es un terremoto.—M: Yo también noto que el bebé –un niño– tiene diferentes movimientos y ahora veo que como deforma la tripa con su pie… Es un poco raro.—Marta, tu hija se llamará Lorenzo y, Teresa, la tuya como tú. No os habéis estrujado el cerebro con los nombres…—M: A Lore Le hacía mucha ilusión seguir la estirpe familiar, pero que el bebé va a ser la cuarta o quinta generación que va a llevar el nombre. Si hubiese sido niña, no creo que le hubiera puesto mi nombre. Pero me gusta Lorenzo.—T: La llamaremos Teíta, pero tenía bastantes dudas entre Cayetana y Teresa. Federica también sondeaba… Pero, al final, lo decidió la prima de Ignacio, que estaba en una situación delicada y decidió el de Teresa.—¿Dónde daréis a luz?—M: Yo en Valencia.—T: Si Dios quiere, en Alicante.—¿Tenéis una idea de cómo será el parto? ¿Será natural, con epidural o cesárea programada?—M: Parto natural, dentro de lo que se pueda.—T: Estas cosas nunca se saben. Pero, en principio, no será cesárea. Depende de la placenta… Es que todo esto es un mundo aparte.—¿Os inquieta el momento del parto?—T: Sinceramente, confío en la naturaleza. Obviamente, hay nervios, pero intento no pensar mucho en que depende de mí, sino que tenga que salir y confío en los profesionales. Si lo pienso mucho, me puedo rayar—M: Y podemos decir mil cosas que al final no tiene por qué ser así.—¿Tenéis también elegidos los padrinos?—M: Claro. En mi caso, serán mi hermano Alberto y mi cuñada, Maca. —T: La madrina aún no se ha decidido porque le toca a Ignacio decidirlo, pero el padrino de Teíta será mi tío Quique.—Pensaba que sería tu hermano mellizo, fíjate.—T: Como ya fue el padrino de la boda… Hay que repartir un poco. También es un hombre importante en mi vida.—¿Os planteáis bajar el ritmo una vez seáis madres?—M: No lo sé… Es una incógnita, la verdad. Pero yo creo que la situación nos va a llevar a bajar un poco el ritmo.—En tu caso, vas todos los años a Cannes.—M: Bruno –su representante– quiere que esté ahí un mes después de dar a luz, pero creo que no va a poder ser. Además, quiero dar pecho y la lactancia es sacrificada, así que no creo que esté este año.—Teresa, ¿también quieres darle el pecho?—T: No, no quiero. Lo tengo superdecidido. —Ahora que estáis las dos juntas, vamos a aclarar un asunto: se ha rumoreado en las redes que hay mal rollo entre vosotras.—M: Mal rollo ninguno. —T: Nunca lo he entendido (ríe). —M: Puedo entender que de repente le apetezca un salseo a la gente, pero no va a pasar eso con nosotras.—T: No va a pasar, no. Creo que ha coincidido la época de la Navidad, que hemos estado cada una en su casay no ha habido mucho trabajo… No sé… A la gente le encanta un salseo.—Por último, ¿cómo habéis pasado San Valentín?—T: Pues en pareja (ríe). ¿Te imaginas que digo soltera? Que no (ríe). Ignacio y yo salimos a cenar en plan romántico de la vida, pero nada especial.

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Durante estas últimas semanas, se ha especulado en las redes qué ha pasado entre Marta Lozano y Teresa Andrés Gonzalvo: ¿Se han enfadado? ¿Ha ocurrido algo que las haya distanciado? Aprovechando la asistencia de las dos influencers a la Semana de la Moda de Madrid, donde acudieron a ver los desfiles de Simorra y Claro Couture, les preguntamos qué pasa entre ellas. Además, nos contaron cómo están siendo sus respectivos embarazos y cómo se imaginan la maternidad ahora que Marta está de 32 semanas y Teresa, de 27.

© Javier Alonso

Marta Lozano y Teresa Andrés, en uno de los desfiles de la Semana de la Moda de Madrid.

—¿Cómo estáis levando vuestros embarazos?
—TERESA: Sinceramente, lo he llevado bastante mal. Siendo bastante honesta, la maternidad de la mujer está bastante idealizada. Ahora ya más estable, pero hay veces que me entran como golpes de calor. Imagino que es normal…
—MARTA: Los primeros tres meses lo pasé muy mal, pero ya muy bien. Lo que pasa es que me quedan sólo dos meses para dar a luz y todo es un poco densito…

—¿Ya empezáis a sentir nervios?
—M: ¡Hombre, claro!
—T: Claro que sí. Desde el día que me quedé embarazada, hay nervios.
—M: Ahora, que lo veo más cerca, pienso ya en el parto. Antes ni me lo planteaba… Ahí estaremos…
—T: Sale cien por cien (ríe).

—¿Quién llama de las dos más a quién para hablar del embarazo?
—T: Hablamos mucho. No sé…
—M: Como nos vemos mucho trabajando, nos preguntamos todo el rato cómo nos encontramos, si tenemos angustia o no.
—T: Tal cual.

—¿Quién está más angustiada de las dos?
—T: Yo, pero porque no he parado de vomitar. Sigo tomando Cariban y todo –un fármaco para tratar las náuseas durante el embarazo–.
—M: En general, las dos lo estamos llevando bien, pero es verdad que Tere lo está pasando peor por el tema de náuseas.

© Fernando Junco

Marta Lozano, en la Semana de la Moda de Madrid.

—Teresa, eso es que tu niña viene revolucionada.
—T: Viene revolucionada, sí. No para de moverse la chiquilla. Es un terremoto.
—M: Yo también noto que el bebé –un niño– tiene diferentes movimientos y ahora veo que como deforma la tripa con su pie… Es un poco raro.

—Marta, tu hijo se llamará Lorenzo y, Teresa, la tuya como tú. No os habéis estrujado el cerebro con los nombres…
—M: A Lore le hacía mucha ilusión seguir la estirpe familiar, pero que el bebé va a ser la cuarta o quinta generación que va a llevar el nombre. Si hubiese sido niña, no creo que le hubiera puesto mi nombre. Pero me gusta Lorenzo.
—T: La llamaremos Teíta, pero tenía bastantes dudas entre Cayetana y Teresa. Federica también sondeaba… Pero, al final, lo decidió la prima de Ignacio, que estaba en una situación delicada y decidió el de Teresa.

—¿Dónde daréis a luz?
—M: Yo en Valencia.
—T: Si Dios quiere, en Alicante.

—¿Tenéis una idea de cómo será el parto? ¿Será natural, con epidural o cesárea programada?
—M: Parto natural, dentro de lo que se pueda.
—T: Estas cosas nunca se saben. Pero, en principio, no será cesárea. Depende de la placenta… Es que todo esto es un mundo aparte.

—¿Os inquieta el momento del parto?
—T: Sinceramente, confío en la naturaleza. Obviamente, hay nervios, pero intento no pensar mucho en que depende de mí, sino que tenga que salir y confío en los profesionales. Si lo pienso mucho, me puedo rayar.
—M: Y podemos decir mil cosas, que al final no tiene por qué ser así.

© Fernando Junco

Teresa Andrés Gonzalvo y su marido, Ignacio Ayllón, en la Semana de la Moda de Madrid.

—¿Tenéis también elegidos los padrinos?
—M: Claro. En mi caso, serán mi hermano Alberto y mi cuñada, Maca.
—T: La madrina aún no se ha decidido porque le toca a Ignacio decidirlo, pero el padrino de Teíta será mi tío Quique.

—Pensaba que sería tu hermano mellizo, fíjate.
—T: Como ya fue el padrino de la boda… Hay que repartir un poco. También es un hombre importante en mi vida.

—¿Os planteáis bajar el ritmo una vez que seáis madres?
—M: No lo sé… Es una incógnita, la verdad. Pero yo creo que la situación nos va a llevar a bajar un poco el ritmo.

—En tu caso, vas todos los años al festival de Cannes. ¿Qué pasará este?
—M: Bruno –su representante– quiere que esté ahí un mes después de dar a luz, pero creo que no va a poder ser. Además, quiero dar pecho y la lactancia es sacrificada, así que no creo que esté este año.

—Teresa, ¿también quieres darle el pecho?
—T: No, no quiero. Lo tengo superdecidido.

© Javier Alonso

—Ahora que estáis las dos juntas, vamos a aclarar un asunto: se ha rumoreado en las redes que hay mal rollo entre vosotras.
—M: Mal rollo ninguno.
—T: Nunca he entendido por qué han dicho estas cosas (ríe).
—M: Puedo entender que, de repente, a la gente le apetezca un salseo, pero no va a pasar eso con nosotras.
—T: No va a pasar, no. Creo que ha coincidido la época de la Navidad, que hemos estado cada una en su casa y no ha habido mucho trabajo… No sé… A la gente le encanta un salseo.

—Por último, acabamos de pasar San Valentín. ¿Cómo lo habéis pasado?
—T: Pues en pareja (ríe). ¿Te imaginas que digo soltera? Que no (ríe). Ignacio y yo salimos a cenar en plan romántico de la vida, pero nada especial.
—M: Yo con Lorenzo, en casa, en Valencia. Cocinó él, que ya sabéis que le encanta cocinar.