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Cada año reparten su vida entre Reino Unido, España y Suiza pero, sin duda, en la temporada de invierno, su destino favorito es siempre su paraíso alpino de St. Moritz. Es entonces cuando Sir Norman Foster y Elena Ochoa se trasladan a la residencia que poseen allí —en Chesa Futura (“Casa del Futuro”), un edificio de apartamentos de lujo diseñado por el prestigioso arquitecto inglés— en cuanto empieza el frío, y juntos aprovechan para disfrutar de una de sus mayores pasiones, la nieve. A sus 88 años, Foster está en plena forma y sigue practicando varios deportes invernales, como el esquí de fondo, aunque en esta ocasión fue fotografiado no sobre los esquís, sino dando un paseo con su mujer, tan estilosa como siempre.
© PHOTONE
© PHOTONEAbrazados y muy sonrientes, en estos días en que se celebraba San Valentín, y camino de celebrar 28 años de matrimonio. La experta y editora de arte y galerista y su marido se conocieron en una cena, según contaba ella misma en el programa radiofónico El Faro, de Mara Torres. “Fue en una cena en Toledo a la que no iba a ir. Recuerdo entrar en un salón lleno de gente vestida de negro y verle a él, al fondo, con un traje de pana beige”. Se casaron en una ceremonia civil en Londres, en septiembre de 1996, y tienen dos hijos, Paola, de 24 años, que sigue los pasos de su padre en el mundo de la arquitectura, y Eduardo, de 22, estudiante de Bienes Raíces y Planificación Urbana en la University College London, y administrador, junto a su hermana, de la Fundación Norman Foster. Elena Ochoa sigue, por su parte, al frente de Ivorypress, la editorial que fundó en 1996 y que está especializada en libros de artista.
