La fabulosa fiesta por el 80 cumpleaños de Ira de Fürstenberg , celebrada en el madrileño Palacio de Liria, trajo de nuevo a la princesa al primer plano de la actualidad . Fue el 18 de abril de 2020 cuando esta gran dama de sociedad sopló las velas de tan redondo aniversario en el Cortijo Las Monjas, en Ronda, donde pasó el confinamiento. Después, las consabidas restricciones sanitarias y unos problemas de salud tuvieron a la princesa retirada de los focos y de la vida social.
Dos años después, una vez repuesta, quiso reunir a sus seres queridos y a sus amigos, que son legión, en el palacio de la calle Princesa de Madrid. Como se puede ver en el amplio reportaje que publica ¡HOLA! esta semana, la fiesta fue una cumbre de royals, aristócratas, primeras fortunas del mundo, artistas y miembros de la jet set internacional. El mundo de Ira . De Amyn Aga Khan, hermano del príncipe Karim Aga Khan, líder espiritual de los musulmanes ismaelitas, a la Infanta Elena y los príncipes Franz y Cleopatra zu Oettingen-Spielberg. De los empresarios españoles Rafael del Pino, Manuel y María Colonques, Alberto Cortina y su mujer, Elena Cué, o Marta Álvarez, presidenta de El Corte Inglés, al estadounidense Allen Schwarzman y el venezolano Gustavo Cisneros... Sin olvidarnos de Carmen Martínez-Bordiú, duquesa de Franco, e Isabel Preysler, las dos ‘reinas’ del cuché por excelencia.
Y así hasta más de cien invitados, aunque no estuvieron todos los que a Ira le hubiera gustado. “Siempre falta gente que quieres. Tita Thyssen no pudo venir y me da pena”, nos contó la princesa después de la magnífica celebración.
Protagonista de una vida fascinante, Virginia Carolina Theresa Pancrazi Galinda von und zu Fürstenberg, conocida mundialmente como Ira, como la llamaba su padre en recuerdo de una hermana suya que falleció muy joven, es princesa desde la cuna, con tratamiento de Alteza Serenísima. Su padre fue el príncipe austro-húngaro Tassilo von Fürstenberg y su madre, Clara Agnelli, nieta del senador Agnelli, el fundador de la Fiat.
A los 14 años conoció al príncipe Alfonso de Hohenlohe-Langenburg, 15 años mayor que ella, en una boda, en el castillo Donaueschingen de los Fürstenberg, a orillas del Danubio. Y un año después, se casó con él en Vencia. Ira tenía 15 primaveras. De su matrimonio con el principal impulsor de Marbella nacieron sus dos hijos, Christopher, al que todos llamaban Kiko (fallecido en Bangkok el verano de 2006), y Hubertus (músico y artista, además de reconocido fotógrafo). En 1960 se divorció del príncipe Alfonso y en 1961 se casó con Francisco ‘Baby’ Pignatari , un industrial brasileño del que también se divorció en 1964.
It girl, actriz, mecenas, diseñadora de joyas y de objetos de arte preciosos, trotamundos, cosmopolita... Ira es una de las últimas representantes de una época legendaria de esplendor y glamour. Tras su gran fiesta, nos concedió unas palabras, en las que puso de manifiesto su fino sentido del humor.
—Princesa, ¿cómo ha vivido su fiesta? ¿Qué es lo que más la ha sorprendido?
Estoy muy contenta, la verdad. El palacio de Liria es un sitio único y mágico en el centro de Madrid y, lo que no me sorprende, es que la gente haya venido desde tan lejos para celeberar y concer un palacio histórico con la excusa de mi cumpleaños.
—¿Cuál ha sido el mejor momento, el que no olvidará?
Cuando por fin nos sentamos en las mesas y vi que no había fallado casi nadie. Cuando vi a la gente contenta y animada en sus mesas. ¡Es muy complicado organizar cómo sientas a quién con quién!
—¿Echó de menos a alguien o estaban todos los que para usted han sido especiales en su vida?
Siempre falta gente que quieres. Tita Thyssen no pudo venir y me da pena. Tampoco mis familiares italianos, por temas de trabajo. Era más complicado reunir a todos ellos.
“La Reina Isabel fue la mejor Reina de la historia. Con Carlos he coicidido en varias ocasiones y creo que lo hará muy bien... ha tenido tiempo para preparse, por lo menos”
—El palacio de Liria, ¿le trae muchos recuerdos de sus vivencias con Cayetana, la duquesa de Alba?
No crea que estuve tantas veces en el palacio, pero alguna sí que vine. Cayetana fue una anfitriona immejorable, con gente muy interesante siempre en su mesa. Fue la más creativa de las aristócratas españolas con diferencia...
—Tendrá una relación excelente con sus hijos. ¿También es cercana con las nuevas generaciones, como los duques de Huéscar y los condes de Osorno?
A los hijos los veo más a menudo y a los nietos empiezo a conocerlos ahora... y me parecen esplendidos. Tana es todo un descubrimiento. Mi hijo Hubertus ya me había hablado de ella, la ve en Marbella y en Sevilla y me había contado que es muy cool.
—¿Cómo se siente a los 82 años? ¿Cuál es su secreto para estar así de espléndida?
He tenido algunos problemas de salud pero ahora que ya estoy bien, ¡estoy tan aliviada que me volvió la vida al cuerpo y la alegría a la cara!
—¿Sigue viviendo en Roma? ¿Ha retomado sus viajes después de la pandemia?
Vivo entre Roma y Londres, y paso tiempo de calidad en Madrid porque tengo muchos amigos y mi hijo Hubertus también está a menudo por España. Acabo de estar en la inauguración de su exposicion de fotografía, Quince minutos de fama, en Málaga, en el Centro Cultural Fundación Unicaja.
—¿Viene a menudo a España, a su cortijo de Ronda? ¿Y suele regresar a Marbella en alguna ocasión?
En verano vengo a Ronda y vienen muchos amigos a visitarme porque les encanta ir a la Corrida Goyesca. Así les puedo enseñar la cultura española de cerca.
–Usted ha conocido a reyes, presidentes... ¿qué ha supuesto la noticia de la muerte de Isabel II? ¿Del nuevo rey Carlos III, al que también conoce personalmente, qué destacaría?
Fue la mejor Reina de la historia. Con Carlos he coicidido en varias ocasiones y creo que lo hará muy bien... ha tenido tiempo para preparse, por lo menos. Es muy triste que en España las televisiones hablen mal de la monarquía. El funeral de Isabel II nos ha enseñado que la monarquia en Inglaterra es irremovible: ¡Cuánta commocion ha causado su muerte en Inglaterra y en el mundo entero! La gente quiere a alguien por encima de lo racional.
—Usted que ha tenido una vida apasionate, ¿le gusta echar la vista atrás y recordar sus vivencias pasadas? ¿Cuál es el recuerdo más vivido o más querido para usted?
¡Son tantas vidas distintas! Lo que sí recuerdo con cariño es mi época de actriz en Italia y también en España. Creo que fue la etapa más dura y satisfactoria de mi vida, pero, al final, me arrepiento de no haber seguido haciendo cine. Aunque mis objetos preciosos son mi pasión de hoy, el cine lo es más todavía.