Noche de emociones en la entrega de los premios Bafta, los Oscar del cine británico, que han contado en Londres con la presencia de un buen número de estrellas. El título triunfador de la noche fue Oppenheimer, cinta que se llevó siete premios, entre ellos el de mejor actor para Cillian Murphy, mejor director para Christopher Nolan y mejor película. Fue precisamente cuando se entregó este último reconocimiento cuando se vivió uno de los momentazos de la cita, el más emotivo sin duda de toda la noche. El encargado de entregar el galardón era Michael J. Fox, que tuvo que subir al escenario en silla de ruedas debido a los problemas de movilidad que tiene a causa del Parkinson que padece.
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El actor, de 63 años, lleva treinta años lidiando con esta dolencia y se ha convertido en ejemplo de entereza. Al subir al escenario para anunciar el ganador, Michael recibió una ovación de los asistentes que no dudaron en ponerse en pie para homenajearle y reconocer su fortaleza. En ese momento se pudo ver cómo Michael se conmovía ante la espontánea reacción de sus compañeros. Se puso en pie sujetándose al atril para anunciar los nominados, mientras contenía las emociones. "Hay una razón por la que dicen que las películas son mágicas porque las películas pueden cambiar tu día. Pueden cambiar tu aspecto, a veces pueden cambiar tu vida" dijo.
Junto a él en esta fiesta estaba su mujer Tracy Pollan, con la que lleva 35 años casado y con quien paseó por la alfombra roja del evento antes de subir a escena. El actor estaba además nominado en la categoría de mejor documental por La vida de Michael J. Fox (disponible en Apple Tv +), en el que cuenta la realidad a la que se enfrenta con esta dolencia. No ganó el título pues el premio fue para 20 Days en Mariupol. El actor se refirió en la BBC a esta nominación antes de la celebración de la gala asegurando que era "un regalo".
Este momento recuerda a los vividos por las actrices Selma Blair y Christina Applegate, enfermas de esclerósis múltiple, que también fueron ovacionadas en otras entregas de premios por sus amigos y compañeros. La entrega de los Bafta coronó el biopic sobre el padre de la bomba atómica y también reconoció el trabajo de Emma Stone por Pobres criaturas. La fiesta contó con la presencia del príncipe Guillermo de Inglaterra que en esta ocasión fue solo, pues su mujer Kate Middleton sigue de baja tras haberse sometido a una cirugía abdominal. El príncipe de Gales estuvo acompañado por Cate Blanchett y se encontró con estrellas y amigos como el futbolista David Beckham, que subió también al escenario para entregar uno de los galardones. Los Bafta son otra de las citas imprescindibles de la temporada de premios cinematográficos, una antesala más de los Oscar que se celebran el próximo 10 de marzo en Los Ángeles.