Las cocinas de la casa de Isabel Preysler en la exclusiva urbanización madrileña Puerta de Hierro funcionan como las de una embajada acostumbrada a recibir día y noche a diplomáticos, políticos, empresarios y artistas. Así ha sido el ritmo social de la residencia de Isabel desde que se mudara en 1993 a este exclusivo refugio de la capital madrileña. A su apretada agenda repleta de compromisos sociales, se unieron los de su tercer marido, el exministro socialista Miguel Boyer, fallecido en 2014. Por eso, entrar en la sala donde se cuecen los platos que han tomado estrellas nacionales e internacionales -la primera de todas ellas, Isabel, su propietaria- es como acceder a una biblioteca gastronómica llena de incunables que se pusieron al alcance de todos gracias a Las recetas de casa de mi madre (Ed. Espasa), el libro que compila los mejores platos que se sirven en la mesa de los Preysler y que ha escrito la propia Tamara Falcó. Pero, ¿qué se come en casa de la mujer más famosa de España?
Viernes, días de cine
Todos los viernes, en su magnífica residencia, la reina de corazones organiza una tarde de cine a la que acuden amigos anónimos y otros conocidos. Para entonces, Ramona, la cocinera de la filipina, prepara un tentempié cuyo plato estrella son las mini hamburguesas. Un plan perfecto para charlar y disfrutar de un agradable rato frente a la gran pantalla. Hay que recordar que Isabel es una gran cinéfila. De hecho, fue durante una proyección privada de la película Grease en la embajada de Estados Unidos cuando conoció a su segundo marido, Carlos Falcó, marqués de Griñón, fruto de cuyo matrimonio nació Tamara quien hoy nos desvela en qué consiste el pequeño cóctel que su madre organiza cada viernes para un reducido y privilegiado grupo de amigos.
Los sábados, día de paella
Los sábados son los días reservados a la paella. Una tradición que se sigue desde que la familia se mudó a este chalé. Según la marquesa de Griñón, el modo de elaboración ha pasado por diferentes variantes: con pollo, marisco… y hasta con sobrasada. “Es posible que nuestra receta no sea la más académica, pero es la de nuestro hogar. Espero que quienes compren el libro lo entiendan y lo pongan en contexto”, ha contado la aristócrata a ¡HOLA! El arroz es uno de los platos favoritos de Isabel Preysler, algo lógico teniendo en cuenta sus orígenes filipinos y su herencia asiática.
Domingo de detox
Después de un ritmo frenético a lo largo de la semana, en la que en la cocina de Puerta de Hierro se preparan desde cocido a fabada o ropa vieja, los domingos son días en los que Isabel Preysler comienza a cuidarse y arrastra al resto de inquilinos de su residencia -su hija Ana Boyer y su marido Fernando Verdasco o su hija Tamara- a hacer lo mismo. Por eso, la socialite suele preparar la tinola, una sopa filipina hecha de pollo, verduras y algunas especias, cuya preparación es simple y que se sirve para desengrasar y comer alimentos no tan contundentes.
Mucho té y verdura
La tinola es una de las formas con las que Isabel Preysler intenta cuidarse. Pero, otras formas son incluir en su cesta de la compra muchas verduras. “Actualmente, consumimos carne de una manera responsable, hemos reducido el consumo y normalmente disfrutamos de ella mucho menos que antes. Pero sí, mi madre fue muy innovadora en incluir más verduras y fruta en su dieta antes de que estuviese tan de moda y supiéramos que era tan ventajoso. Creo que ella siempre ha estado muy conectada con su cuerpo y, además, es muy disciplinada”, nos ha contado Tamara. En el carro de la compra de Isabel Preysler también hay lugar para el té y la fruta. La favorita de la madre de Tamara es el mango de Filipinas .
Cuando llegan invitados de Hollywood: huevos estrellados
Pero si por la casa de Isabel han pasado literatos, políticos y empresarios, también lo han hecho estrellas de Hollywood. Tal es el caso de George Clooney, quien en 2006 asistió a una cena en casa de Isabel, en la que también coincidió con Pedro Almodóvar. Para entonces, con el objetivo de sorprender al ilustre asistente con una receta muy española: los huevos rotos, que en su día preparó Ángel González, de El Landó, y cuya receta Tamara comparte en su libro.
Mucho chocolate
En casa de Isabel Preysler también hay hueco para el dulce. De hecho, Isabel es tan golosa que no sale de casa sin una tableta de chocolate en el bolso. También se elabora la tarta de moka, que era una de las favoritas de Miguel Boyer, y por supuesto, en contraprestación, se sirven cócteles de vitaminas para intentar llevar una sana alimentación. Recibir una invitación a la maison Preysler es una oportunidad de viajar por un mundo de sabores.