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Hace días que viene hablándose de una cita de la baronesa Thyssen y Luis Miguel Rodríguez en la que habrían compartido risas y confidencias los dos solos en una conocida marisquería de Madrid. No se hicieron esperar los rumores sobre la posibilidad de un romance entre la coleccionista de arte y el propietario de Desguaces La Torre, quien fuese novio de Carmen Martínez-Bordiú y de Ágatha Ruiz de la Prada. La publicación de las imágenes de ese encuentro, hoy miércoles, en la revista Diez Minutos, no evidencian más que una reunión de amigos. Fotografiados por la calle, ambos se despiden con un abrazo y se marchan cada uno por su lado. En el mismo texto Luis Miguel Rodríguez asegura que no son novios.
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Puestos en contacto telefónico con la baronesa, aclara a ¡HOLA! cuál es su verdadera relación con el empresario. “No hay absolutamente nada, de verdad. Es un amigo, pero nada más. Es un hombre encantador, muy amable y simpático, pero rotundamente te digo que no hay nada más”. Se conocen desde hace años, cuando Rodríguez salía con Carmen Martínez-Bordiú, con quien Tita guarda una buena amistad. De hecho, en una ocasión en la que la pareja se había distanciado, organizó una cena en su casa y los invitó a los dos, sabiendo el uno que iba el otro -no como sorpresa- para intentar que solucionaran las cosas entre ellos porque “aprecio mucho a Carmen”. El empresario, que es coleccionista de antigüedades, se interesó en aquella época por una pieza propiedad de la baronesa, aunque entonces no se llegó a un acuerdo.
Después, en los siguientes años se han encontrado en algún evento, cuando Luis Miguel Rodríguez ya estaba con Ágatha Ruiz de la Prada y han coincidido en varias ocasiones.
Esta vez, aprovechando que Tita había venido de Andorra, se han visto con motivo de una transacción comercial. Un reencuentro amistoso y una oportunidad de saludarse, pero con la venta de una talla del siglo XVI en la que él está interesado, como trasfondo. De hecho, no es cierto que estuvieran solos; había una amiga de la baronesa en el almuerzo, aunque no se ha mencionado ni aparece en las fotografías.
“Trabajo mucho, no tengo tiempo para novios, ni tengo ganas tampoco, porque estoy muy feliz como estoy”, asegura la baronesa, que ya en muchas otras ocasiones ha insistido en nuestras páginas que no tiene abiertas las puertas a un nuevo amor. “Estoy muy ocupada en mis cosas, de verdad que no quiero”. “Lo aprecio como amigo porque es buena persona y amable. Pero nada más”, reitera.