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A finales de los 90, se convirtió en la intérprete más popular y solicitada del mundo gracias al fenómeno global que fue Titanic. Es Kate Winslet, quien formó entonces junto a Leonardo DiCaprio una de las parejas más icónicas de la historia del cine. Todo a su alrededor era brillo, glamur y un estrellato que la situó de la noche a la mañana en la cima de la industria. Un época de la que nuestra protagonista, por extraño que parezca, no guarda un especial buen recuerdo.
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"Sentía que tenía que lucir o ser de cierta manera", se queja la actriz británica de 48 años, quien considera que se veía prisionera de los cánones sociales impuestos y obligada a actuar de una forma u otra ante las cámaras. Además, "debido a que la intrusión de los medios era tan significativa en ese momento, mi vida era bastante desagradable", confiesa con estas palabras tan descriptivas en declaraciones a la revista Porter.
"Los periodistas siempre decían: "'Después de Titanic, podrías haber hecho cualquier cosa y, sin embargo, elegiste hacer otras más pequeñas'... y yo dije: 'Sí, ¡efectivamente! Porque siendo tan famosa fue horrible'", reitera en alusión a esa etapa donde le agobiaba su alto estatus en la meca del cine, lo que de hecho provocó en ella que comenzara a eligir papeles de proyectos con menor presupueto y no tan ambiciosos como las superproducciones de Hollywood.
Dicho todo esto, cualquiera diría que Kate Winslet reniega del oscarizado largometraje dirigido por James Cameron que ella misma protagonizó, regalándonos una de las historias de amor más trágicas de todos los tiempos en el séptimo arte con los inolvidables Jack y Rose. "No es una carga en absoluto", aclara. La película "sigue haciendo feliz a la gente" cuando la ve después de tanto tiempo, señala, y "la única vez que digo, 'Oh Dios, escóndete' es si estamos en un barco en algún lugar", bromea.
No es la primera vez que la actriz habla de la fama tan brutal que adquirió tras el citado largometraje. En anteriores ocasiones, ha explicado que tras el taquillazo que obtuva la cinta por todo el planeta, ella entró "en modo de autoprotección inmediato" ya que se sintió "muy intimidada" por la prensa del Reino Unido. "Fui objeto de escrutinio físico y me criticaron mucho", señaló en 2021 en el podcast WTF de Marc Maron sobre el comportamiento inadecuado de algunos tabloides.
La laureada intérprete, considerada una de las mejores de su generación, disfruta de una carrera más que asentada y ya tiene a su sucesora: su hija Mía de 23 años. Esta nació del matrimonio de Kate Winslet y el director inglés Jim Threapleton, quienes estuvieron casados de 1998 hasta 2001. La joven ha decidido seguir los pasos de su orgullosa madre en el mundo artístico y, aunque aún le queda mucho camino por recorrer, ya pisa las alfombras rojas con mucho temple.
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