La pareja tiene intención de volver a España para bautizarlo

Fernando Hierro y Fani Stipkovic nos presentan, en México, a su bebé, Nicolás Valentín

‘Vivimos en un estado de amor puro’

Fernando hierro hijo HO4150

Te quedan x días gratis. Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Te quedan pocas horas gratis. Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Estás en tu periodo de prueba gratuita. Sigue disfrutando de ¡HOLA!+.

HOLA.com, tu revista en internet

Tu período de prueba gratuita en ¡HOLA!+ se ha activado con éxito

Disfruta de todo el contenido totalmente gratis durante 7 días.

Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Ya tienes una suscripción activa.

Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Un amor puro. Casi inexplicable. Porque le faltan las palabras. O porque, quizás, no haya ninguna que pueda describir claramente lo que siente. O porque cuando se habla de amor, nítidamente no hay nada. Lo suyo es amor sin mesura, sin límites, sin condiciones... Su niño le sonríe en sus brazos y a Fani Stipkovic le explota el corazón en el pecho. Acaba de convertirse en madre y su bebé no ha podido llegar en mejor momento. De cambios, de retos, de vértigo incluso, pero el mejor... Porque Fani encontró el hombre justo. El hombre que tenía que ser. El padre y el marido. Sí, en este orden. Y si hubiera alguna duda, todas se disipan cuando lo ve interactuar con el pequeñito. Y le canta. Y le pone flamenco... Más enamorada es ya imposible. 

“Se parece a los dos. Creo que la parte superior, la nariz y los ojos son míos. Pero la sonrisa... La sonrisa es de su papá. Es de Fernando”
Acceso a la versión digital

El fruto de su amor se llama Nicolás Valentín. ‘Valentín’, porque fue concebido —y auspiciado— por el santo, y ‘Nicolás’, porque... porque fue una revelación. Después, supo del significado del nombre (’el que trae victoria al pueblo’) y para Fernando Hierro no podía ser más acertado, cuando esa fue siempre su motivación como capitán y entrenador de la selección española, con cinco Mundiales a sus espaldas y dos Eurocopas... Hoy, los titulares de la prensa mexicana lo coronan como el artífice del resurgimiento del Chivas de Guadalajara, la ciudad en la que nos reciben y en la que esta pareja disfruta día a día su felicidad. Primero, se fueron a vivir juntos. Después, celebraron su matrimonio. Y ahora, el nacimiento de su primer hijo... El bautizo, sin embargo y a buen seguro, será en Madrid. El tantas veces campeón merengue no podía hacerle ese feo a la diosa Cibeles.

Fernando Hierro y Fani Stipkovic nos presentan a su bebé, Nicolás Valentín©JESÚS CORDERO
Fernando Hierro y Fani Stipkovic nos presentan a su bebé, Nicolás Valentín©JESÚS CORDERO
La pareja posa radiante ante nuestro objetivo. Fani, además, luce una figura envidiable, y eso que la mamá, durante el embarazo, dio rienda suelta a sus antojos. También por un buen motivo: “Al llegar al séptimo mes, me dijeron que al bebé le faltaba peso por una COVID que padecí durante el tercero. Me decían: “Tienes que comer más, tienes que comer más”, y yo, que desde siempre había estado activa y entrenando, me dije a mí misma: “Me voy a dar mis caprichos, que lo más importante es el bebé”. Así que Fernando me traía de vez en cuando una “pizza” o crepes con chocolate. Engordé, claro, y sinceramente me ha dado igual. No me preocupa si me quedo con dos o tres kilos más. Me gusta cómo me veo”.

—Fani, ¿cómo te sienta el apelativo ‘mamá’?

—(Risas). Me sienta muy bien porque me llena de felicidad. Una felicidad que me ilumina el alma. Dicen que no entiendes el significado de la vida hasta que no crece dentro de ti… Pues es cierto. Ser mamá te cambia. Te enseña, en un tiempo muy rápido, a tener paciencia, a sentir compasión, las prioridades de las cosas se transforman... Estoy, de verdad, disfrutando de cada segundo con mi bebé. Cuando lo veo y cuando me regala una sonrisa siento como si me desarmara, como si me despojara de todas esas corazas que te has puesto a lo largo de los años, como si tu ego se diluyera… Vivo un estado de amor puro.

“Estoy disfrutando de cada segundo con mi bebé. Cuando me regala una sonrisa, siento como si me desarmara, como si me despojara de todas esas corazas que te pones con los años, como si el ego se diluyera”, nos confiesa Fani

—¿Cómo fue el parto? ¿Te acompañó Fernando? 

—Fue bien. Me estuve preparando los meses previos para tener un parto natural, porque uno de mis mayores deseos era tener esa experiencia, pero, desafortunadamente, el bebé tenía el cordón umbilical enredado. Con dos vueltas, con un nudo… Y, al final, me tuvieron que hacer una cesárea. Pero todo se te pasa cuando coges a tu hijo en brazos: da sentido a tu vida. Cuando lo vimos por primera vez, de repente, Fernando y yo empezamos a llorar. Porque Fernando me acompañó todo el tiempo. Estuvo conmigo en quirófano. Me tenía abrazada. Cada segundo. Pero yo no tenía miedo, de verdad que no. Tenía una sensación rara, diferente... Como… no sé… una adrenalina inexplicable. Es cierto que, luego, la recuperación ha sido más larga, porque una cesárea es una operación, pero, al cabo de unos días, ya estaba para arriba y para abajo en casa... Y desde el primer día pegadita a mi bebé. Nicolás Valentín es un bebé muy muy bueno. Es tranquilo, es sonriente... Sonríe todo el tiempo. También tiene su carácter, ¡eh! Es muy juguetón... Muy muy dulce.

Fernando Hierro y Fani Stipkovic nos presentan a su bebé, Nicolás Valentín©JESÚS CORDERO
Fernando Hierro y Fani Stipkovic nos presentan a su bebé, Nicolás Valentín©JESÚS CORDERO
Nos cuenta Fani que la llegada de Nicolás Valentín ha sido providencial, especialmente porque su ‘compañero de andanzas’ durante los meses de adaptación a su nueva residencia mexicana en Guadalajara la abandonó tristemente. Lo conocimos en el reportaje de su boda, vestidito de paje: era ‘Chi’, su chihuahua, “mi mayor protector durante el embarazo, y murió una semana antes de dar a luz. Fue muy doloroso. Tuvo un ataque, probablemente, por algo genético. Me rompió el corazón en mil pedacitos. Así que Nicolás también es un sanador para mí”.

—¿Ya le sacáis parecidos?

—Dicen que es una combinación de los dos. Yo creo que la parte superior, la nariz y los ojos son míos. Pero la sonrisa... La sonrisa es de su papá. Es de Fernando.

—No sé si es pronto para saberlo, pero ¿convertirte en madre te ha cambiado?

—Pues es más una sensación, creo. Porque el sentido de protección, de luchar y de cuidar es algo que he tenido yo siempre. Estoy aprendiendo otras cosas, como te decía... Pero tampoco te puedo decir que el aprendizaje haya sido de la noche a la mañana. De alguna forma, siento que ya estaba preparada.

—Dicen que, cuando se tienen hijos, empiezas a entender los miedos de los padres, su forma de ver o entender la vida…

—Fíjate que te tengo que reconocer que yo no he sido nunca una persona miedosa. De hecho, ha sido algo que siempre he hablado con mi mamá, que, aparte de ser la mejor mamá del mundo, es una madre maravillosa y atenta. Una mujer que siempre se ha sacrificado por mí y por toda su familia y que siempre ha mantenido esos valores que, a lo mejor, hoy en día, sí que se han perdido un poquito… Ella sí es verdad que siempre ha tenido miedos y yo le decía: ‘Mamá, no temas porque si piensas en lo malo de la vida, acabarás atrayéndolo’. Porque siempre he tendido a no pensar en lo malo y, si lo malo ocurre, transformarlo en algo positivo.

—¿Cómo te ves como madre? ¿Eres muy intuitiva, protectora...?

—Las dos cosas. Y también fuerte. A veces me asusto de lo fuerte y protectora que soy por naturaleza… Si se le acerca alguien que intuyo que no tiene buena energía, se lo digo a Fernando: ‘No me gusta que venga esa persona a casa’. Quiero apartar de él cualquier cosa que pueda serle negativo. Nuestro bebé es pura luz.

“Creo que no habría podido elegir un escenario mejor para convertirme en madre. Antes, no habría estado preparada. Ahora me siento realizada en todos los sentidos”

—¿Te da tiempo a ser algo más que mamá a tiempo completo las 24 horas del día? 

—Lo cierto es que sí, porque no me he olvidado de mí misma. Hago deporte, intento estar al tanto de todas las obligaciones de casa, laborales... Porque siento que así soy también mejor mamá. Mi bebé es mi prioridad y, cuando estoy con él, lo estoy al cien por cien y con todo mi amor, pero también busco tener un equilibrio entre mamá y mujer. Es muy pequeño y me necesita, pero eso no significa que no pueda organizarme y tener tiempo para otras cosas.

—Fani, ¿Nicolás Valentín ha llegado en el mejor momento a tu vida? ¿Habrías querido ser madre antes, más joven?

—Ha llegado en el momento justo porque, seguramente, al cien por cien, habría sido muy distinto si hubiera sido madre antes. De hecho, antes, yo no habría estado preparada. Para mí, mis estudios lo eran todo. Mi carrera. Tenía esa ambición de conseguir el éxito como periodista, como productora, como presentadora... Y hacer carrera fuera de Croacia. Mi foco estaba en eso. En que quería realizarme profesionalmente. De hecho, yo no tenía ‘ese instinto’ que sí, en cambio, tienen otras niñas desde que son pequeñas. No soñaba ni con casarme ni con tener hijos... Empecé a pensar en tener un hijo mucho después. A lo mejor, un año o dos antes de conocer a Fernando... Y supongo que ese sentimiento se acentuó al dar precisamente con la persona adecuada, algo que no deja de ser también un proceso natural: encontrar a la mejor persona posible para formar una familia, ¿no? Y eso ocurrió con Fernando y en el mejor momento posible también. Probablemente por eso ahora tengo más tranquilidad. Y me siento más madura… Creo que no habría podido elegir un escenario mejor porque, más joven, no habría estado lista. Ahora me siento realizada en todos los sentidos.

“Ser mamá te cambia. Te enseña, en un tiempo muy rápido, a tener paciencia, a sentir compasión, las prioridades de las cosas se transforman…”
Fernando Hierro y Fani Stipkovic nos presentan a su bebé, Nicolás Valentín©JESÚS CORDERO

—¿Te habría gustado dar a luz en tu tierra? 

—Por supuesto que sí, pero esa posibilidad nunca la contemplamos. Decidí venirme a México con Fernando con todas las consecuencias. Yo, personalmente, no confío en las relaciones a distancia, y si habíamos decidido formar una familia y estar juntos, eso implicaba que debíamos afrontar juntos cualquier situación, cualquier país, cualquier reto. Además, estamos superfelices en México y encantados con nuestras vida aquí.

—¿Cómo elegiste el nombre? ¿Teníais distintas opciones y juntasteis ambas? 

—Siempre supe que quería que se llamara Valentín, porque me quedé embarazada en la semana de San Valentín y porque, además, mi mamá se llama Tina… Pero para su primer nombre, ufff... Le di muchas vueltas… Hasta que un día, de repente, me vino a la cabeza: ‘Nicolás’. Nadie en mi familia se llama Nicolás ni conozco tampoco a nadie con ese nombre. Dios me lo envió, está claro. Y cuando vi su significado, no tuve duda: ‘El que trae victoria al pueblo’. A Fernando le encantó.

—¿Piensas en cómo será de mayor? ¿En qué tipo de relación quieres tener con él cuando crezca? 

—Sí que lo pienso, sí... Siento que pertenecemos a tiempos muy diferentes. Yo, de pequeña, crecí en una isla, estaba todo el día jugando... Hoy, a veces, cuando vamos a comer a un restaurante y veo a los padres con sus hijos y los teléfonos... A mí no me gustaría ser una madre con un niño que pasa su infancia pegado a un móvil… Me gustaría invertir mi tiempo en él para que pueda desarrollar su imaginación, para que sea bueno y respetuoso y amable e independiente… Y que, de mayor, sea trabajador y tenga valores, que no se sienta privilegiado o diferente de nadie, que sea consciente del mundo que le ha tocado vivir y que sienta empatía por los que no tengan su misma suerte. Así me gustaría que fuera mi hijo: un hombre con valores, una persona honesta, recta, que no se deja manipular, con opinión, con carácter, que lucha... Y me gustaría ser con él una madre que lo escucha y que puede ser su amiga en los momentos que me necesite. Que sienta conmigo y con su padre esa confianza, que siempre le vamos a escuchar y a dar el mejor consejo.

“Me gustaría que mi hijo desarrollara su imaginación, que sea bueno y respetuoso y amable e independiente. Y que de mayor sea trabajador y sienta empatía por los que no hayan tenido su misma suerte”
Fernando Hierro y Fani Stipkovic nos presentan a su bebé, Nicolás Valentín©@fanistipkovic

—¿Qué te gustaría que dijera de ti? 

—Que soy una buena mamá.

—Os habéis ido a vivir en México, os habéis casado, ahora acabáis de tener un bebé... ¿No tienes la sensación de que han pasado muchas cosas en muy poco tiempo? Y todas cruciales en una vida... ¿Te da vértigo? 

—Han pasado muchas cosas este año, pero me doy cuenta ahora pensándolo, no viviéndolo entonces. Echo la mirada atrás y la sensación es que fluíamos con la vida. Llegar a México, un país tan tan bonito, con la gente tan amable, tan buena, tan cariñosa... Y, pensando con perspectiva, no podría haber ido mejor... Es cierto que han sido meses de adaptación, de cambios, también de soledad, de estar lejos de la familia... Y el embarazo y la boda... Pero a mí no me da vértigo. A mí me gusta vivir así, vivirlo todo intensamente y, por dentro, sentir la tranquilidad de que todo lo haces por amor.

—¿Irás a por la parejita?

—Probablemente, sí. Si Dios quiere... Nicolás Valentín fue buscado y tuvimos mucha suerte, porque me quedé embarazada superrápido; tanto, que ni yo misma me lo pude creer cuando me dijeron que estaba en estado… Por eso, aunque sé que será bueno para el niño que tenga un hermano con el que jugar o pelearse, y que sería divertido verme con la parejita también, todavía es demasiado temprano. Ya veremos lo que nos deparará el futuro.

—¿Fernando cómo es como padre?

—Es un padre maravilloso. Tan atento y solícito... Cada momento libre lo pasa con el niño. Juega con él, le canta, le pone flamenco... Siempre quiere que duerma con nosotros en la cama. Siempre supe que era el mejor padre posible. Tan dulce, muy dulce… Viéndolo así, me he enamorado aún más de él. Nicolás Valentín es, sin duda, el broche más bonito de nuestro amor.

“Fernando es un padre maravilloso. Tan atento y solícito... Cada momento libre lo pasa con el niño. Juega con él, le canta, le pone flamenco... Siempre supe que era el mejor padre posible. Viéndolo así, me he enamorado aún más de él”
Fernando Hierro y Fani Stipkovic nos presentan a su bebé, Nicolás Valentín©JESÚS CORDERO
En abril o mayo, la pareja regresará a España para que la abuela paterna conozca al bebé y, probablemente, Fani se quede en Europa para, después, viajar a su tierra, Croacia, y pasar el verano. “Fernando tiene pocas vacaciones, su trabajo lo absorbe, pero yo lo entiendo porque también está enamorado del fútbol. Es su vida”.

Texto: LUIS NEMOLATO

Fotos: JESÚS CORDERO

Estilismo: Marco Corral

Asistente: Paola López Rizo

Maquillaje: Pepe Gutiérrez

Look 1: Fani: vestido: Roberto Verino / calzado: Boss / accesorios: Calista / Fernando: Sweter Brook Bros

Look 2: Fani: camiseta y jeans: American Eagle / Fernando: camiseta: Adolfo Domínguez

Look 3: izquierda: Fani: Vestido: Boss / zapatos: YSL / joyería: Calista / derecha: Fani: Blusa y Falda: Roberto Verino/ joyería: Calista / Fernando: americana: Roberto Verino

Más sobre