Hace solo un par de días podíamos ver a Victoria Beckham, de 49 años, arropada por Katie Holmes, de 45, en el lanzamiento de su nueva colección de relojes con la firma Breitling en Nueva York. Un momento muy importante para la diseñadora, que da un paso más en su consolidación como referente de estilo. En una cita así, no podía faltar la invitación a una de sus mejores amigas, Katie Holmes, con la que ha compartido más de dos décadas de amistad y que por supuesto no falló. Los presentes al evento fueron testigos de que ambas siguen manteniendo una relación muy estrecha, aunque sean ya contadas las ocasiones en las que aparecen en público juntas. Tener un océano de por medio hace complicado verse a menudo, no cabe duda. Sin embargo, a juzgar por las imágenes, la suya es una de esas amistades que continúan firmes, a pesar de los kilómetros o de los meses que pasen sin verse, de las que vale la pena conservar.
En la imagen superior, los matrimonios en Nueva York con sus hijos en 2008. Abajo, Katie y Victoria acudían juntas a las pasarelas de todo el mundo
Inseparables a pesar de la distancia
En la década de los 2000 Tom Cruise y el matrimonio Beckham eran muy amigos. En 2006 Tom se casó con Katie en una ceremonia en Italia a la que por supuesto David y Victoria no faltaron. A pesar de que entonces el deportista militaba en el Real Madrid y vivía con su familia en la capital española, los lazos con el actor de Hollywood no se enfriaron. Al contrario, eran tan fuertes que incluso Tom y Katie viajaron a España en 2007 para acompañar a David en el último encuentro que disputó este con el equipo blanco. Entonces Victoria ejerció de perfecta anfitriona con un emocionado Tom, que vivió el partido con su mujer desde las gradas del Bernabéu. Aquellas imágenes de ambas familias dieron la vuelta al mundo.
En la imagen superior, los Beckham en la fiesta preboda de Tom y Katie en 2006. Abajo, Tom y su mujer con Victoria en el último partido de David en el Real Madrid en 2007
El matrimonio Cruise se convirtió en parte de la familia Beckham pues también estaban en aquel partido los tres hijos de la pareja, Brooklyn, Romeo y Cruz; Sandra y Joanne, madre y hermana de David, y Tony y Jackie Adams, padres de Victoria. Después Tom y su mujer acompañaron a sus amigos a la cena de celebración con el resto de la plantilla. Fue este el fin y el inicio, poco después, de una etapa para el jugador y su familia en Estados Unidos, donde le tocó a Tom el turno de ser cicerone. David se incorporó a la plantilla de Los Angeles Galaxy y su amigo se ocupó de introducirle en los círculos sociales de la meca del cine.
En la imagen superior, los dos matrimonios en la fiesta de bienvenida que organizó Tom Cruise para los Beckham cuando se mudaron a Los Ángeles. Abajo, las amigas en los desfiles de París
Tom les abrió las puertas de Los Ángeles
Todo el que era alguien en la ciudad acudió a la fiesta que organizó el propio Tom (junto a Will Smith) para darles la bienvenida, una manera de acogerles en el que era su nuevo hogar. Les invitaba a todo tipo de celebraciones, como las que se organizaban tras la entrega de los Oscars y la prestigiosa gala del MET, y se dijo incluso que había estudiado la posibilidad de convertir a David en actor en una de sus películas. Era un sueño del futbolista y él quería hacerlo realidad. La relación era de total compenetración y pasaban mucho tiempo juntos, pues no solo hacían planes solos sino también con sus hijos. David entrenaba a Connor, hijo de Tom (con Nicole Kidman), y Katie y Victoria compartían sus trucos de maternidad y sus inquietudes fashion acudiendo juntas al front row de pasarelas de todo el mundo. Victoria era todo un icono desde su salto a la fama con las Spice Girls y convirtió a Katie, que también se revelaba como una celebrity con estilo propio, en su mejor cómplice.
Victoria y Katie compartían sus inquietudes como madres y su gusto por la moda (en la imágen superior en París y abajo, en un partido de David en Los Ángeles)
Sin embargo el amor entre Tom Cruise y Katie Holmes se acabó en 2012. La pareja se vio inmersa en un complicado proceso de divorcio que fue el principio del fin. No solo de su relación sentimental sino del cambio que marcó en su amistad con los Beckham. Entonces se comentó que Victoria había ayudado mucho a Kate en aquella situación. "Fue una época intensa, de escrutinio constante. Tenía muchísima atención y encima con una niña pequeña de la que ocuparme", dijo años después Kate acerca del revuelo mediático en el que se vio inmersa. Aquel año marcó también el final del periplo americano de los Beckham, que regresaron a Europa (aunque siempre han mantenido una vida a caballo entre ambos continentes).
En la imagen superior, en la gala del MET en 2008, y abajo, en una de las fiestas postOscars en 2012
Una amistad que continúa separada por un océano
Los siguientes pasos en la relación de los Beckham y los ya ex matrimonio Cruise estuvieron marcados por la distancia y las circunstancias. Mientras David y Victoria se alejaban de Tom (las ocasiones en las que se les ha visto juntos en público son escasas y se dice que no son ya tan cercanos), la diseñadora seguía en contacto con Katie. El tiempo ha demostrado que, a pesar de que diversos factores de sus vidas no se lo pusieron sencillo, las dos siguen muy unidas. Quizá en sus encuentros recuerden aquellos días dorados en Hollywood y piensen en lo mucho que han cambiado sus vidas desde entonces. Las buenas amigas siempre hablan de eso.
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