A pesar de que tan solo tiene 29 años, Marcos Llorente lleva labrándose su futuro desde hace una década. Fue uno de los canteranos con mayor proyección en el Real Madrid, pero cambió el club merengue por el rojiblanco, donde juega en la actualidad demostrando una gran versatilidad. Sin embargo, el jugador del Atlético de Madrid demuestra que también es polifacético fuera del terreno de juego y que no descuida su faceta como empresario.
Además, sabiendo que la alimentación es uno de sus puntos fuertes, también se ha embarcado en varios proyectos de esta índole. El primero de ellos, Naked and Sated, un concepto de restaurante basado en ‘comer sin remordimientos’ que fundó en 2019 con su compañero del alavés Ibai Gómez y al que después se sumaron Chef Bosquet y Marino Cid. Por si fuera poco, acaba de inaugurar junto a su compañero de equipo, Antoine Griezmann, el cocinero Paco Roncero y los actores Miguel Ángel Silvestre y Álex Gonzalez, el restaurante Rhudo , que promete convertirse en la nueva sensación con sus 2.000 metros cuadrados de espacio y capacidad para 450 comensales que podrán disfrutar de la alta gastronomía.
-Afrontas una nueva aventura en tu vida con la apertura de Rhudo, Marcos ¿se puede decir que este restaurante es tu niño mimado?
-Sí, claro que lo es. Es una pasada. Me hace una ilusión tremenda, sobre todo por el equipo que hemos formado. Hay muy buen rollo y muy buena energía. Lo estamos pasando muy bien, sin olvidarnos de que se trata de un negocio.
-Este no es tu primer restaurante, Marcos.
-Tengo siete restaurantes saludables. Pero no tienen nada que ver con esto. Esto es otra historia. Cuando surgió la idea, lo vi claro. Mola tener un negocio así, donde la gente se lo pase bien, disfrute de la maravillosa comida de Paco y, después de comer o cenar, pueda tomarse algo en un ambiente ideal. Para mí es el plan perfecto.
-¿Cómo entraste tú en este grupo? Creo que estás desde el principio y, además, has convencido a otros para se unieran.
-Sí, sí. Yo tenía relación con los que gestionan y se encargan de todo, porque nosotros, en el fondo, no tenemos ni idea. Así que, cuando surgió este proyecto, confiaron en mí para para que me metiese. Les estoy súper agradecido porque me gusta mucho hacer este tipo de cosas. Siempre he pensado que es fundamental evadirse un poco del trabajo y creo que “Rhudo” va a ser la bomba.
-¿Qué tiene este restaurante que no tenga los otros que tienes?
-Es que no tienen nada que ver. Es como comparar el fútbol con el baloncesto. Lo mío es una comida mucho más tranquila, un rollo más healthy y esto al final es un monstruo, por así decirlo. El local es gigantesco, la decoración es una pasada y, sobre la comida de Paco, no tengo mucho más que añadir. Además, tiene ese plus de ambiente, de pasarlo bien, de la música más alta después de la cena. Creo que es algo que está muy de moda en estos momentos, así que si lo hacemos bien puede ser un bombazo.
-No te da un poco de miedo con una profesión como la tuya y la de Griezmann, que tenéis que estar como concentrados, que esté local os absorba. Cuando entras, da la sensación de que no vas a salir nunca.
-Totalmente -ríe- Ese es nuestra objetivo, que la gente se encuentre tan a gusto que no quiera irse. Nosotros los días que juguemos no vendremos porque sabemos lo que nos puede pasar, pero, después de un partido o en los días libres tener un sitio así, que sea tuyo, es una maravilla.
“Mola tener un negocio así, donde la gente se lo pase bien, disfrute de la maravillosa comida de Paco y, después de comer o cenar, pueda tomarse algo en un ambiente ideal. Para mí es el plan perfecto”
-¿La restauración es un mundo que te apasiona tanto como el del fútbol?
-Yo diría que es un mundo muy difícil. Aquí porque tenemos gente detrás que son unos fenómenos y que llevan mucho tiempo en esto y nos ayudan una barbaridad. Al final son ellos los que llevan todo. Hay un curro detrás de la hostelería que es una barbaridad y que es muy difícil. Y más en Madrid, donde hay una oferta increíble y tanta competencia. La gente está haciendo las cosas cada vez mejor y hay muchos restaurantes que hacen las cosas muy bien.
-Tú eres un hombre que cuida mucho su alimentación, ¿también te has atrevido a dar tu opinión a la hora de elaborar la carta?
-Yo me meto en todo. Y Paco, además, es un fenómeno. Escucha siempre. No nos hemos tenido que meter mucho, obviamente, pero cada uno ha enseñado sus gustos y ha dicho lo que le gusta y lo que no. Un poco entre todos, hemos ido dando forma a lo que Paco ha decidido, que es quien sabe realmente de esto y es el que manda en la cocina.
-¿Qué relación tenías con Paco?
-Ninguna. Lo conocía de nombre, pero personalmente no le conocí hasta que fui a comer a su restaurante. Me pareció un tío espectacular desde el primer día.
-¿Y a Miguel Ángel y Álex los conocías?
-Nos conocimos en el restaurante de Paco. Estábamos cenando y ellos estaban en otra mesa. Después nos quedamos tomando una copa, hablando con Paco. Al final hay una figura detrás de esto que es un poco el que pone todo en orden, pero somos todos gente que nos gusta cuidarnos, que nos gusta comer, nos gusta disfrutar y nos gusta ser felices.
“Somos todos gente que nos gusta cuidarnos, que nos gusta comer, nos gusta disfrutar y nos gusta ser felices”
-Habéis conectado muy bien, cosa que no es tan fácil en los negocios con muchos socios. Da la sensación de que os habéis ensamblado a la perfección.
-Eso es lo que digo yo, que hay una energía muy buena. Hemos conectado súper bien. Creo que los cinco somos personas espectaculares y cuando la buena gente se junta, solo salen cosas buenas.
-Y eso que podría haber una batalla de egos con un estrella de cocina, dos estrellas del fútbol y dos del cine.
-Tal cual. Lo que pasa es que Grizzi es un fenómeno. Y Álex y Miguel Ángel, a los que he conocido hace poco, me parecen bellísimas personas. Al final se ve en cosas así, como cuando nos hacemos fotos juntos, que sale todo rodado y súper rápido, porque la energía es muy buena.
-¿Quién es el más serio en vuestras reuniones?
-¿El más serio? Yo te diría que Alex. Igual sí. Partiendo de que ninguno de los cinco somos serios. Somos todos unos cachondos. Yo creo que Álex es también el más normal. Lo demás estamos un poco locos.
-Este último año ha sido increíble para ti, a nivel personal, también, que te casaste hace muy pocos meses con Patricia Noarbe, Paddy.
-Este 2023 ha sido una maravilla. Sin duda, uno de los de los mejores años de mi vida. Mi boda fue una pasada. Estuvimos tres días con toda nuestra gente y se nos quedaron cortos. ¡Sí a mí en tres días se me pasó volando, no me quiero ni imaginar la gente que se casa en uno, tiene que ser una locura! -ríe-. También nos hemos mudado a la casa que nos estábamos haciendo, que nos hacía muchísima ilusión. Será difícil que este año iguale a 2023, pero ojalá vaya igual de bien y con salud y felicidad, lo más importante.
“Mi boda fue una pasada. Estuvimos tres días con toda nuestra gente y se nos quedaron cortos”
-Y que llegue el niño ¿no?
-Sí, bueno, habrá que ponerse, digo yo -ríe. No tenemos prisa, pero sí que el día de mañana queremos tener niños
-¿Paddy, en la sombra, te da consejos o procuráis ir por caminos separados en los negocios?
-Siempre intento hacer partícipe a mi mujer partícipe de todo. Creo que una pareja es como un equipo y sus éxitos son los míos y los míos son suyos. Creo que eso es fundamental. Prueba, opina, me da consejos y me dice pues esto sería genial o tal. A ella también le gustan todos estos temas de emprender y obviamente nos escuchamos.
-¿Cómo ha cambiado tu vida con la boda?
-Sigue siendo igual. Lo que ha cambiado es que llevo un anillo en el dedo, pero ya vivíamos juntos desde hace muchísimos años. Por lo demás, nuestra vida sigue igual y continúa.
-¿Eres cocinillas?
- Nada. De hecho, creo que monto restaurantes para no tener que cocinar nada -ríe-. Siempre he sido muy malo, no tengo paciencia. Además, estás ahí una hora y pico cocinando y te dura diez minutos la comida. Es algo que no me llama nada. Eso sí, comer es una de mis pasiones en la vida. Me encanta salir a comer o cenar o hacer algo en casa. Creo que es mi plan favorito.
“Comer es una de mis pasiones en la vida. Me encanta salir a comer o cenar o hacer algo en casa. Creo que es mi plan favorito”
-¿Cuáles son tus otras pasiones?
-Tomar el sol, te diría. Luego el fútbol y los negocios para los que siempre he sido un poco inquieto. Pero lo que más me gusta es disfrutar de la vida y, sobre todo, como decía, salir a comer o cenar, que para mí significa juntarte con tu gente querida y tus amigos. Eso es lo que más me llena en la vida y lo que más disfruto.
-¿A quién le gustaría ver entrar por la puerta de este local del mundo del fútbol?
- Del mundo del fútbol a mi equipo. ¡Y haremos entrar al equipo entero. Eso está clarísimo! En cuanto esto empiece a rodar un poco, tendremos que invitarles a todos, no queda otra.