Isabel Preysler lleva más de 50 años acaparando el interés mediático. Sin duda, uno de los secretos de su magnetismo es su imagen, que se mantiene impecable a punto de cumplir 73 años —soplará las velas el 18 de febrero–. Aprovechando su asistencia a la apertura del nuevo centro de estética de su buena amiga Maribel Yébenes, en la milla de oro madrileña —donde estuvo charlando animadamente con Pablo Motos y Juan del Val—, preguntamos a Isabel cómo se cuida y cómo están sus hijas. También por los rumores sobre su vida sentimental.
—Isabel, eres una referencia de elegancia y estilo, ¿cuál sería el mejor secreto o truco de belleza?
—¿Truco de belleza? No tengo.
—¿Qué es lo que más te cuidas?
—Me limpio mucho la cara. Es lo que más pereza me da, porque es pesadísimo. Llegar a casa y limpiarte la cara… Yo tardo lo mismo limpiándome la cara que maquillándome.
—¿El cuidarse se lo has inculcado a tus hijas?
—Mis hijas se cuidan. Hombre, unas se cuidan más una cosa y otras más otra.
—De todas ellas, ¿quién es la más coqueta?
—Yo creo que es Tamara.
—Hablando de Tamara, ¿qué tal la encuentras en esta etapa, con su nueva casa?
—Muy bien. Está estupenda y su nueva casa me gusta mucho.
—Dicen que discute mucho con Íñigo…
—Yo no veo ninguna discusión. Ellos están divinamente.
—Todo el mundo pregunta a Tamara por sus planes de ser madre, aunque ella ya nos dijo que no se sentía agobiada. ¿Cómo la ves tú?
—No está agobiada, en absoluto. Pero, pobrecita, ¡que la dejen en paz! El nieto ya vendrá.
—Quien está embarazada es Ana.
—Sí, está estupendamente. El embarazo le sienta divinamente.
Sobre los planes de maternidad de su hija Tamara, Isabel nos cuenta: “Ella no está agobiada, en absoluto. El nieto ya vendrá”
—¿Cómo la estás viendo con la repostería, que ha sido una gran revelación?
—Se lo ha tomado muy en serio. Está aprendiendo a tope. Llega a casa y nos hace postres todos los días (ríe).
—Ana dice que esa mano para la cocina de Tamara y ella les viene de su abuela Beba.
—Puede que sí. Sí, sí. Mi madre cocinaba muy bien. No tenía que hacerlo y por eso no cocinaba más. Pero, si se pusiese (Ana), comeríamos divinamente todos los días.
—En unos días se celebra San Valentín. Precisamente, se rumorea que podrías estar viéndote con alguien…
—No, no me estoy viendo con nadie.
—¿No tienes ganas?
—No es que no tenga, es que no me estoy viendo. Tampoco tengo ganas, estoy muy bien como estoy.
Allí, Isabel se encontró con Isabelle Junot, quien nos habló de los cambios que está experimentando a sus siete meses la pequeña Philippa, su primera hija con Álvaro Falco. “Está fenomenal. Todos los días descubro algo nuevo”, nos dijo la coach. “Me está encantando la maternidad. Por supuesto, a veces, puedes sentirte sobrepasada, pero retomo el control gestionando mi tiempo y dando prioridad a lo importante”, nos añadió Isabelle.