A estos hombres que hoy se reúnen en una sesión de fotos tan especial como divertida para ¡HOLA! les unen muchas cosas, aunque, a priori, parezca lo contrario y uno se pregunte qué tienen en común. Son dos estrellas del cine y la televisión, dos magos del balón y un astro de la gastronomía reunidos por primera vez. Y juntos han formado un dream team dispuesto a comerse el mundo. El nombre que ha unido los destinos de los actores Álex González y Miguel Ángel Silvestre, los futbolistas Marcos Llorente y Antoine Griezmann y el chef Paco Roncero es tan sencillo como sonoro y con personalidad, la que no les falta a ninguno de ellos: Rhudo. Es el restaurante que acaban de inaugurar como socios en pleno corazón de la milla de oro de Madrid y que promete convertirse en la nueva sensación: 2.000 metros cuadrados y capacidad para 450 comensales que podrán disfrutar de la alta gastronomía capitaneada por su chef ejecutivo, dos estrellas Michelin y uno de los nombres más importantes de nuestra cocina, quien ha elaborado una carta alejada de la vanguardia, apostando por la cocina mediterránea con toques latinos. Pero la experiencia se amplía con un concepto innovador, ya que, además de un templo gastronómico que nace para convertirse en una referencia, Rhudo es también por las noches un club con un ambiente divertido y animado amenizado por DJ durante la madrugada. En una divertida reunión, hablamos con los protagonistas del momento de este nuevo ambicioso proyecto que tanto les ilusiona, de sus recetas para el éxito y de su lado más desconocido.
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Ilusiones renovadas
La restauración, hasta ahora, era un mundo desconocido para Miguel Ángel Silvestre y Álex González, dos de los interpretes más admirados de la pantalla. “A través de la producción, que de alguna forma tiene que ver menos con lo artístico y más con formar un equipo, con gestión…, me di cuenta de que me gustaba también y se me daba bien. Y a partir de ahí empecé a ampliar y a pensar en negocios que me podían apetecer. Me declaré aprendiz”, nos comenta Álex, que en marzo estrenará un nuevo proyecto, en abril comenzará la grabación de otro donde también es coproductor y después rodará una película.
—Y llegó Rhudo, ¿cómo fue?
—Bueno, soy amigo de algunos de los socios de aquí. Hace un año me ofrecieron la oportunidad de unirme. Justo me habían ofrecido otra cosa y acababa de decir que nunca iba a entrar en nada de hostelería porque no es mi mundo, no lo sé —ríe— y además fui tajante. Pero a la semana tuve esta oportunidad y vi claro que quería formar parte. Creo que hay un punto donde convergen el mundo de la interpretación y este… no me gusta decir restaurante porque, aunque lo es, para mí es una experiencia gastronómica diferente, y es que al final se trata de trabajar para el público, intentar que por un momento desconecte de la rutina y conecte con algo más lúdico y divertido, que disfrute.
“Tener un grupo así de guapetones a tu lado es una maravilla. Pero lo más interesante es que no solo son socios, sino que son unos socios implicados”, dice el chef Paco Roncero, feliz con el dream team que han formado
—¿Tus dos grandes pasiones son ahora la interpretación y la gastronomía?
—A ver, la interpretación siempre va a ser el núcleo de todo. Además, confieso que hace unos años tuve un año no de crisis, pero sí hay que hacer, a veces, una auditoría de tu propia vida y, por el respeto que le tengo a la interpretación, pensé: “¿Sigo teniendo la misma pasión, la misma ilusión que cuando tenía 16 o 20 años?”. Después de un año, la respuesta es sí. Como en una relación, que a través de los años pasas por diferentes etapas, me he reenamorado de la interpretación, lo tengo más claro que nunca y siempre va a ser el núcleo y el corazón de todo, incluido Rhudo, que es mi pasión, pero nace de mi principal pasión.
—¿En qué momento vital estás?
—Estoy en un momento vital en el que me siento como una locomotora —ríe—, en el sentido de que me siento con mucha fuerza, con mucha creatividad, con mucha energía, pero también en un momento, y creo que eso te lo da también los cuarenta, de saber direccionar toda esa energía.
—¿Por qué el príncipe no ha encontrado a su princesa?
—No… en realidad he encontrado muchas princesas. Tengo la grandísima suerte, y es una de las cosas por las que más agradecido estoy a la vida, de conocer a personas muy bonitas, tanto amigos, socios como en este caso y mujeres también. Todas las personas que han pasado por mi vida me han dejado una experiencia bonita. Por lo que dices de encontrar una princesa, encontrar a la persona adecuada… para mí la cuestión es ¿soy yo el adecuado para alguien? Porque creo que cuando repetidamente algo no funciona hay que hacer un análisis. Tampoco es que me centre mucho en eso… bueno, estoy abierto, creo en el amor y en la familia y, desde mi punto de vista particular, creo en eso porque me gusta construir.
“He encontrado muchas princesas. Tengo la grandísima suerte y es una de las cosas por las que más agradecido estoy a la vida, de conocer a personas muy bonitas, tanto amigos, socios como en este caso y mujeres también”
—Dices que crees en la familia ¿te ves como padre?
—Pues sí, me está llamando, creo que en el momento en que encuentre a una persona, si siento que es “la” persona y yo soy la persona para ella, tengo ganas de seguir creando y sí me gustaría.
—¿Qué es el éxito para ti?
—Creo que al final el éxito es mirar atrás y, hayas hecho lo que hayas hecho, estar conforme con eso. Es mirar atrás y llevarte bien con las personas que han pasado por tu vida. Haber impactado en la vida de las personas de manera positiva.
El socio más ‘loco’
“Cualquier excusa para estar con mi amigo Álex González me parece buena”, se une Miguel Ángel, siempre sonriente, a la conversación.
ÁLEX: “Estoy en un momento vital en el que me siento como una locomotora —ríe—, en el sentido de que me siento con mucha fuerza, con mucha creatividad y con mucha energía”
—¿Qué hace un chico como tú metido en un negocio como este?
—Fue totalmente improvisado. Salió de mi admiración por la gastronomía y, en este caso, por la de Paco. Coincidimos todos en su restaurante y, de repente, empezamos a decir: “Paco, tenemos que montar un restaurante que también tenga fiesta, que sea especial”. Y empezamos a hablar entre todos y a hacer una lista de las cosas que queríamos para que este restaurante tuviera una muy buena mezcla entre el buen comer, la gastronomía y la fiesta chic. Yo creo que así nació Rhudo, entre todos.
—¿Qué es lo que más te animó a embarcarte en ello?
—Pues la capitanía. Que estuviera de capitán Paco Roncero y, sobre todo, unos deportistas de élite que admiro mucho, como son Antoine y Marcos, a los que he tenido la posibilidad de conocer.
—¿No los conocías?
—Bueno, los conocía perfectamente, pero ahora los he podido conocer personalmente y me ha llamado mucho la atención su sensibilidad. Para mí ha sido muy bonito encontrarme de repente con dos atletas así, tan sensibles y tan empáticos. Me siento muy contento de haberlos conocido y de que estuviera Paco detrás, y también Zeus, que tiene mucha experiencia y muchos éxitos detrás, como, por ejemplo, Salvaje. Me pareció como que podíamos hacer un buen team.
—¿No echáis en falta una figura femenina?
—Es que tenemos una figura femenina, lo que pasa es que no sale en las fotos. Es Nerea, la esposa de Paco, que es una mujer que está aportando cosas hermosas al proyecto, pero que prefiere estar detrás de las cámaras. Nosotros hacemos lo que ella nos dice.
—¿Estarás aquí muy presente?
—Sí. De hecho, abrimos al público hace tres días y los tres días he venido.
—¿Vives en tu tierra natal ahora? ¿Qué te hizo regresar?
—Estoy viviendo entre Benicàssim y Madrid. Volví por la ausencia de mi padre y las ganas de ocupar parte del espacio que él ocupaba en mi familia y estar con madre, a la que admiro mucho.
—¿Es verdad que vives en medio de un bosque?
—Más o menos. Creo que es muy importante que volvamos a conectar con la naturaleza, por eso decidí vivir en medio de un bosque. Las capitales tienen un ritmo frenético y unas exigencias que la naturaleza desmonta en una noche. Yo he descubierto que vivir así es algo que me hace bien y que me da mucha salud.
—¿Cuáles son las pequeñas o grandes cosas que te motivan?
—Mi madre, mis sobrinos, la naturaleza y la arquitectura, que me gusta mucho. Conocer mundo y actuar. Tengo muchas ganas de actuar. Si todo va bien, empiezo una serie en Gran Canaria.
El capitán del dream team
“Tener un grupo así de guapetones a tu lado es una maravilla. Pero lo más interesante es que no solo son socios, sino que son unos socios implicados. Para mí era algo muy importante”, nos revela Paco Roncero, la mano experta, que también sale de su zona de confort en esta nueva aventura. “Es verdad que yo he emprendido muchas cosas, pero siempre fuera de España, y me apetecía un proyecto como este, que surgió de manera un poco espontánea”.
MIGUEL ÁNGEL: “Creo que es muy importante que volvamos a conectar con la naturaleza, por eso tomé la decisión de vivir en medio de un bosque”
—¿Quién te ha sorprendido más?
—Todos. Cada uno tiene su punto y son diferentes. Quizá Griezmann sea un poquito el más tímido, pero, cuando te cuenta dos cosas, dices: “¡Ostras, estamos pensando mucho!”. Marcos es más impulsivo, más joven, más echado para delante. Y Álex es un tío hipercreativo y siempre te da ideas, y el más loco es Miguel Ángel, pero un loco con mucha sabiduría.
—Álex dice que se ha reenamorado de su profesión, ¿a ti también te ha pasado?
—Sí. Estoy supercontento y superorgulloso. Cuando sales de tu zona de confort, tienes miedo y la barrera número uno de la creatividad es el miedo, al qué dirán, a no llegar, a no ser capaz… Con constancia, disciplina, trabajo y buena gente a tu alrededor se consigue absolutamente todo.
—Tú eres corredor de fondo y haces Ironman, ¿con esta “pandilla” tienes que ser un ironman de verdad?
—Para aguantarles el ritmo, sí (ríe). Indudablemente, son personas que vienen de mundos completamente diferentes al mío, pero son superagradables, supereducados y muy agradecidos.
—Todos os cuidáis mucho. ¿Se refleja eso en la carta?
—Sí, muchísimo. Yo soy de los que no creen en las dietas, pero sí en un estilo de vida saludable que se resume en come, disfruta, haz de todo, pero con coherencia y sé feliz. Ese es mi lema y creo que la carta respira, aparte de cocina mediterránea, todo eso.
—Una curiosidad, ¿de qué equipo eres?
—Yo soy de la selección española (ríe). En serio, soy del Barça, pero el fútbol no es algo que realmente me llame desde hace muchos años, porque tengo muchas cosas en mi mente. Pero ahora soy del Atleti, claro (más risas) y, sobre todo, de Griezmann y Llorente.
El hombre del momento
“Creo que llegué ya el último a la banda. Ahora estoy acercándome mucho a Marcos, tanto a nivel personal como profesional; hace un año que pasamos mucho tiempo juntos y me habló de esa oportunidad”, nos revela Antoine Griezmann. Han pasado poco más de 48 horas desde que el delantero del Atlético de Madrid se haya convertido en el máximo artillero de la historia del equipo —con 174 goles—, superando a Luis Aragónes, con el gol al Real Madrid en los octavos de final de la Copa del Rey.
—¿Quién lleva la voz cantante?
—Yo creo que Marcos, porque es uno de los primeros y él siempre está aquí. Sabe mucho y también invierte mucho en el tema de gastronomía. Por eso sabía que la comida iba a ser muy buena y también el estilo y el rollo que tiene este local.
—¿Qué te dijo tu mujer cuando le contaste que te asociabas con dos galanes de la televisión y del cine?
—Que tenía que cuidarme la imagen porque eran dos guapetes —ríe—.
—Tú también eres guapete.
—Pero siempre hay que mejorar porque estos dos son… Y Marquitos también, son tres (ríe), sí, sí.
“Lo estamos pasando muy bien, sin olvidarnos de que se trata de un negocio”, comenta Llorente, que se casó el pasado verano: “Mi boda fue una pasada. Estuvimos tres días y se nos quedaron cortos”
—Ha coincidido la inauguración del restaurante con el partido de la Copa del Rey y tu récord como máximo goleador del Atlético de Madrid… ¿cómo has celebrado todo esto?
—La verdad es que el día del partido fue un momento espectacular, justo antes me dieron la camiseta y estaban mi mujer y los niños. Me costó un poco entrar en el partido porque estaba en shock. Luego, la victoria fue increíble, y después, vinimos aquí con Marcos, en chándal, y cenamos. Vino mi padre, que no había visto el local, y le gustó mucho. Ahora mismo estoy muy feliz a nivel personal y deportivo y ojalá pueda seguir así.
—¿Tu familia es tu mayor éxito?
—Sí, estoy muy feliz y muy orgulloso. Hemos pasado momentos complicados en Barcelona, pero siempre hemos estado juntos y ahora todo lo que nos viene en el club o con este local es una alegría inmensa.
—¿A tus niños ya les gusta dar patadas al balón?
—Mia, que es la mayor, con siete años, hace gimnasia, baile… Tiene mi gen competitivo, siempre quiere ser la mejor, la primera. Luego está Amaro, de cuatro años; él es futbol todo el día, con el balón y “papá, vamos a jugar”. Y lo que me gusta es que no solo hay fútbol, sino de todo. Y luego tenemos a la pequeña, Alba, que es la traviesa.
—¿Os planteáis aumentar la familia?
—Mi mujer quiere, pero yo tengo mucho miedo porque las tres veces han sido cesárea. No sabemos al final lo que puede pasar.
—¿Tu futuro cuando llegue la retirada está aquí?
—Sí, fijo al cien por cien, porque estamos construyendo una nueva casa que, creo, tendremos lista a finales de diciembre y la idea es vivir ahí. Creo que es muy buena ciudad para todo y al final me siento madrileño.
—Metes goles en el campo, pero en los negocios ¿te han metido algún gol?
—La verdad es que tengo suerte y toco madera de que me ha ido bien, porque no invierto en todos lados, lo pienso muy bien y siempre con la ayuda de mi padre, que dice si lo ve bien o no y mi mujer también nos ayuda, pero siempre con cabeza.
Un año espectacular
“Sí, claro que es mi niño mimado. Es una pasada. Me hace una ilusión tremenda, sobre todo por el equipo que hemos formado. Hay muy buen rollo y muy buena energía. Lo estamos pasando muy bien, sin olvidarnos de que se trata de un negocio”, comenta Marcos Llorente , el más joven y al mismo tiempo el más experimentado en inversiones en el mundo de la restauración del equipo de actores y futbolistas. Él le habló a su amigo Griezmann para que se uniera como socio.
“Ahora mismo estoy muy feliz a nivel personal y deportivo y ojalá podamos seguir así. Haber igualado a Luis Aragonés ha sido un momentazo”, asegura Griezmann, tras convertirse en el máximo goleador de la historia del Atlético de Madrid
—Este no es tu primer restaurante.
—Tengo siete restaurantes saludables. Pero no tienen nada que ver con esto. Esto es otra historia. Cuando surgió la idea, lo vi claro. Mola tener un negocio así, donde la gente se lo pase bien, disfrute de la maravillosa comida de Paco y, después de comer o cenar, pueda tomarse algo en un ambiente ideal. Es el plan perfecto.
—Cuando entras aquí, da la sensación de que no vas a salir nunca.
—Totalmente —ríe—. Es nuestro objetivo, que la gente se encuentre tan a gusto que no quiera irse. Nosotros los días que juguemos no vendremos porque sabemos lo que nos puede pasar, pero, después de un partido o en los días libres, tener un sitio así, que sea tuyo, es una maravilla.
—Habéis conectado muy bien, cosa que no es tan fácil en los negocios con muchos socios.
—Eso es lo que digo yo, que hay una energía muy buena. Hemos conectado superbién. Creo que los cinco somos personas espectaculares y cuando la buena gente se junta solo salen cosas buenas.
—Y eso que podría haber una batalla de egos.
—Tal cual. Lo que pasa es que Grizzi es un fenómeno. Y Álex y Miguel Ángel, a los que he conocido hace poco, me parecen bellísimas personas. La energía es muy buena.
—¿Quién es el más serio en vuestras reuniones?
—Yo diría que Alex. Partiendo de que ninguno de los cinco somos serios. También creo que es el más normal. Lo demás estamos un poco locos.
—Este último año ha sido increíble para ti, te casaste hace solo unos meses.
—Ha sido una maravilla, sin duda, uno de los de los mejores años de mi vida. Mi boda fue una pasada. Estuvimos tres días con toda nuestra gente y se nos quedaron cortos. También nos hemos mudado a la casa que nos estábamos haciendo, que nos hacía muchísima ilusión. Será difícil que este año iguale a 2023.
—Y que llegue el niño, ¿no?
—Sí, bueno, habrá que ponerse, digo yo —ríe—. No tenemos prisa, pero sí que el día de mañana queremos tener niños.
—¿A quién te gustaría ver entrar por la puerta del mundo del fútbol?
—A mi equipo. ¡Y haremos entrar al equipo entero, eso está clarísimo! En cuanto esto empiece a rodar un poco, tendremos que invitarles a todos, no queda otra.