España, década de los años 70. Muchos de los hogares de nuestro país comparten un mismo objeto de decoración: esa figura de una muñeca vestida de gitana que se colocaba con esmero encima de un tapete de ganchillo sobre el televisor. Detrás de esas muñecas, vestidas con trajes regionales, aunque quizá el más reconocido era el de flamenca, estaba una pequeña fábrica de Chiclana de la Frontera (Cádiz). Su fundador, José Marín Verdugo, poco imaginaba que esas muñecas se iban a convertir en uno de los souvenirs más representativos de nuestro país, que se llevarían de recuerdo en sus maletas personajes como los Beatles, Marilyn Monroe o el emperador de Japón, entre otros muchos.
Una muñeca de carne y hueso
Un icono de nuestra cultura que desapareció con las televisiones de plasma y que Cruzcampo ha devuelto a la vida (en sentido literal y metafórico) en su última y viral campaña de publicidad, “Con mucho acento”. Una gitana que se sacude el polvo y los clichés y muestra orgullosa sus raíces y su singularidad. Para dar vida a esta flamenca de carne y hueso, interpretada en el spot por la bailaora Carmen Avilés, el modisto jienense Leandro Cano ha trabajado mano a mano en el diseño del vestido con Ernesto Marín, hijo del fundador de la casa de muñecas. En su creación se han utilizado 100 metros de seda y han sido necesarias más de 3.000 horas de taller. Además del vestido del anuncio, Leandro también ha hecho una réplica en miniatura para una de las muñecas Marín.
La gitana empoderada
“Siempre había tenido un cariño y una fascinación especial por la muñeca de la gitana. De hecho, me había rondado por la cabeza muchas veces hacer algo con ellas. Es una seña de lo que nos corre por la sangre, seas flamenco o folclórico, o no", cuenta Leandro Cano. “Ha sido un proyecto muy especial, porque además del vestido, Cruzcampo me ha permitido colaborar de manera activa en el desarrollo de la campaña, me he implicado más allá del estilismo y del diseño. La base de este anuncio es que ha sido un trabajo colaborativo, donde todos hemos puesto nuestra creatividad al servicio del spot y eso es lo que percibe la gente cuando lo ve. Yo que soy muy amante del empoderamiento de la mujer, he incorporado al vestido una mochila a la espalda en la que se recoge la cola, para que esta gitana de la fábula pueda correr en libertad”, apunta el diseñador andaluz.
La cara y cruz de un vestido
Un vestido que ha sido—según sus propias palabras—, “el amigo y el enemigo” de la bailaora Carmen Avilés, la encargada de interpretar a la gitana. Con sus 30 kilos de peso, Carmen ha tenido que correr por las calles de Jerez de la Frontera y Cádiz, saltar, bailar e, incluso, volar, lo que ha supuesto uno de los mayores retos interpretativos de la campaña. “Para la escena en la que Carmen tenía que volar hicimos una versión más ligera del diseño, de 10 kilos. Elegí el tono rojo, pero más apagado, y que te lleva a la nostalgia del pasado, porque al final es el color corporativo de Cruzcampo y también un color muy afín a mi firma”, señala Leandro. Es la primera vez que el diseñador versiona un traje regional, “y justo ha coincidido con este, el de Sevilla, el único de toda España que tiene moda, desfiles, tendencias y que se ha llevado a unos niveles brutales”.
El costumbrismo llevado al modernismo
Además de talentos como el de Leandro Cano, con esta campaña, Cruzcampo ha dado luz a una nueva generación de artistas que está definiendo ese acento moderno que define nuestra cultura actual. Artistas que, sin complejos, “manosean” nuestras raíces para dar una visión contemporánea de nuestra cultura y que, gracias a este anuncio, grabado en formato cine, se han convertido en un altavoz de unos valores que unen costumbrismo y modernismo. Entre ellos, el grupo Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, que han fusionado el tema principal del spot, su canción 'Gitana', con una grabación inédita de Camarón; la bailaora Carmen Avilés, quien ha confesado que “aprendió sus primeros pasos de flamenco viendo cintas de vídeo VHS en el televisor de su abuela, donde, cómo no, había una muñeca gitana", y Triana Ramos, la coreógrafa del 'Motomami World Tour' de Rosalía, que ha sido la encargada del baile que acompaña a la bulería.