Griselda, la serie de Netflix que se este jueves 25 de enero en todo el mundo y que narra la vida de la temida narcotraficante colombiana Griselda Blanco es el primer papel dramático de la actriz Sofía Vergara. La intérprete ha recorrido varios países, entre ellos España, para promocionar el estreno de la nueva producción que protagoniza. Ahora, la actriz colombiana se enfrenta a la demanda de los hijos de la criminal que denuncian a la serie "por hacer un uso no autorizado de la imagen de su madre", según publica el medio estadounidense TZM.
Uno de los hijos de la desaparecida delincuente, Michael Corleone Blanco, ha relatado que ya había presentado en el pasado la exclusividad de sus derechos de vida y los de su madre a otro estudio y a otros productores. En una entrevista en la radio colombiana admitió que estaba agradecido de que "una actriz como Sofía Vergara" interprete a su madre, pero se sorprendía de que nadie lo había consultado con la familia y se pregunta cómo nadie contactó con él, siendo el hijo pequeño de Griselda, que compartió toda su vida con ella, según publica el diario El País.
El hijo de la narcotraficante colombiana ha afirmado en la entrevista que ha concedido a una emisora de radio colombiana, que la serie de Netflix se basa en muchas de sus anécdotas, pero que jamás se ha lucrado por ello. Tanto él como sus hermanos afirman que la plataforma utilizó su vida familiar para la serie y que usar imágenes de su madre sin su permiso viola sus derechos de imagen.
Una vida marcada por la violencia
Nacida en 1943 en Cartagena de Indias, la delincuente era conocida como ‘La Madrina’ o ‘La Viuda Negra’. La miseria, la violencia física, los abusos sexuales y el maltrato que sufrió desde niña por parte de su familia la marcaron de por vida. A los once años, Blanco formó su primera banda criminal: un grupo de carteristas que robaba en los barrios más peligrosos de Medellín. Durante la década de los 70 y los 80 se mudó a Miami, desde donde extendó su negocio de tráfico de drogas. 'La Patrona' como era conocida, ya era objetivo de la DEA, la Administración americana para el control de la droga.
Murió tiroteada a los 69 años
Griselda Blanco fue detenida en 1985 en su casa de Florida. Blanco tan solo fue condenada por el homicidio de unos narcotraficantes cubanos, gracias a una serie de irregularidades en su proceso judicial. Durante la pena de 20 años que cumplió en prisión, continuó con sus actividades ilegales. En el año 2004 vuelve a Colombia tras cumplir su condena, donde ocho años después, muere asesinada a tiros en una carnicería de Medellín por el mismo método que ella impulsó hace algunos años: unos sicarios en moto. Tenía 69 años.