Mar Flores está dispuesta a todo en su regreso a la televisión. Tras dar la bienvenida al nuevo año junto a Elías Sacal en San Bartolomé —como mostramos, hace una semana, en ¡HOLA!—, la modelo se estrena como concursante de uno de los programas más extremos de la pequeña pantalla, El Desafío, donde, nos advierte, “no vais a ver a Mar Flores, sino a María del Mar Flores Caballero”.
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- Mar, en El Desafío, te muestras en un registro totalmente diferente al que te hemos visto hasta ahora. ¿Cómo lo has vivido?
- Bueno, lo he vivido como un reto personal. Acepté cuando me llamaron porque dije: Bueno… Sabes que he hecho televisión durante muchos años, cuando era joven. Y ahora me encuentro en un momento donde puedo hacer televisión, puedo aportar mi experiencia de vida y mi personalidad, porque no vais a ver a Mar Flores, vais a ver a María del Mar Flores Caballero. ¿Por qué? Porque en un programa normal no te ponen en extremos, a hacer desafíos y retos. A mí me pareció que las mujeres de mi edad tenemos mucho que hacer y mucho que aportar, y máxime cuando te ponen a competir con gente joven. Y dije: ‘Bueno, pues si hay alguien que puede hacerlo, pues soy yo’.
- Pero es que además tú estás en muy buena forma física
- Sí, sí, pero que te pongan a hacer el mismo reto con una chica de 20 años, por ejemplo, como con Marta [Díaz], que he tenido que hacer retos. Eso te da una inseguridad… Marta decía antes en la rueda de prensa que ella es insegura. Hacer retos con ella me ha dado mucha inseguridad porque, a nivel físico y a nivel de edad y de energía, no tenemos nada que ver, pero gestionándolo y trabajando y con esfuerzo, pues te das cuenta de que se pueden obtener resultados muy buenos.
- Claro… ¿Y qué es lo que te llevas de esta experiencia?
- Me llevo el haber superado retos y miedos, como, por ejemplo, el miedo a la altura. Sí, es algo que lo he superado en vivo y en directo, nunca mejor dicho. También me llevo la experiencia de querer ganar a costa de lo que sea. Y, por ejemplo, pactar con Chenoa… porque Chenoa... ¡Wow! ¡Qué mujer fuerte y qué competitiva! Llegó un momento en el que mis hijos me presionaban tanto para que yo ganara el coche… que me dije: aquí voy a pactar con alguien. Y pactamos Chenoa y yo, que quien se llevara el coche hacíamos custodia compartida. O sea, era un poco desesperación por querer ganar, ¿no? (se ríe)
- ¿Y qué te han dicho tus hijos?
- Ellos han visto a su madre. No me han visto durante 12 semanas porque ha sido mucho trabajo y esfuerzo. Al principio, yo pensé que sería un ensayo de dos o tres horas por la mañana y que podía recogerlos del cole por la tarde. Pero ha habido días que he salido del plató a las 22:00 de la noche y he ensayado, he hecho mi entreno personal con mi entrenador de una hora, hora y media; y después he hecho ocho horas más de entreno. Sí, ha habido días que yo llegaba a casa, en los que me dolían los músculos, los huesos… y han visto a una mamá llorar, sufrir, decir ‘no puedo’ y después llegar el viernes, por ejemplo, de haber ganado una prueba y decir: lo he ganado, ¿sabes? Entonces ha sido muy bonito compartir con ellos este programa, porque, como antes decía, El desafío es una lección de vida y en este caso se la he podido dar yo a mis hijos a través de mi recorrido por estas 12 semanas.
- Ha sido duro… ¿y te has planteado en algún momento tirar la toalla o no?
- No, nunca. Y no la he tirado por ellos. A nivel personal, a veces lo he pasado muy mal, pero, por ellos, no la he tirado.
- ¿Tienes ganas de ver el programa con ellos?
- Muchísimo, porque he estado viendo algunas tomas y hay algunas cosas que no recordaba. Hay veces que, por la emoción propia del programa, por los nervios o porque te afecta algo, se te olvidan las cosas. Y, por ejemplo, yo he visto un sketch del programa que no recordaba, y me dice Chenoa: sí, fue así… Sí, yo salí, te abracé… Y yo: no me acuerdo… y es porque estaba afectada emocionalmente. En concreto después de la apnea. Sí, salí muy tocada.
- Porque es una prueba muy difícil, desde luego… Hemos visto que empezaste el año en San Bartolomé
- Pues no he visto las revistas, pero he empezado el año con una súper rueda de prensa en Antena tres.
- ¿Estás muy ilusionada?
- Tan, tan, tan, tan. Muchísimas gracias.