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Su belleza y elegancia les dan cierto aire de fragilidad, pero los cisnes cantores son aves fuertes y valientes. Su fiereza para defender a los suyos, su esfuerzo en las largas migraciones y su osadía para adentrarse en parajes inhóspitos los convierten en apasionantes animales salvajes. Cada otoño, miles de ellos migran desde Siberia y Mongolia hasta la bahía Rongcheng, en China, y se dan cita en el llamado ‘lago de los Cisnes’, un enclave natural situado junto al mar Amarillo, donde encuentran el alimento que necesitan, en la temporada de frío y nieve. Aunque parezca inhabitable, permanecen allí cinco meses, hasta que, con la subida de temperaturas en primavera, regresan a sus hogares siberianos.
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El ‘spa’ de los monos de las nieves, su mejor remedio para el estrés
Hasta ahora se pensaba que los residentes del Parque de los Monos de Jigokudan, en Japón, utilizaban las aguas termales para hacer frente al frío, pero han descubierto que no. Sorprendentemente, lo hacen para combatir el estrés que les produce tratar de mantener su temperatura corporal en un estado de confort, no solo para quitarse la sensación de frío. Todos los días pasan por aquí y socializan con sus familiares mientras entran en un envidiable estado de relajación total.
Los pandas son los osos más amorosos... y también revoltosos
Son de los animales más adorables, tranquilos, expertos trepadores de árboles (aunque parezca increíble por su tamaño) y también muy juguetones. Los pandas gigantes son una especie protegida y, aunque aún existen muchos viviendo en libertad en reservas naturales, hay un gran número de ellos que se encuentran en los zoológicos, como los que acompañan a estas imágenes, que están en el de Sichuan, en China. Allí pasan la mayor parte del tiempo comiendo bambú y jugando, y sus juegos, como si fueran niños, cautivan a todos los visitantes del parque. Desde las ‘peleas’ entre hermanos hasta las trastadas del osezno más joven de la manada, siempre bajo la atenta mirada de su madre.