,type=downsize)
Está acostumbrado a vivirlo todo ‘desde el otro lado’. Pero, ahora, es él quien se convierte en protagonista. Pablo Castellano ha dado el gran salto a la televisión como uno de los concursantes de El desafío , en Antena 3, en el que se somete, semana tras semana, a las pruebas y retos del popular programa por el que ya pasó su mujer, María Pombo.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
El empresario nos cuenta cómo ha sido esta experiencia ante las cámaras, cuál es el mejor consejo que le ha dado la influencer y si ve un futuro en la pequeña pantalla.
- ¿Te esperabas que El desafío fuese así?
- Yo lo viví desde fuera, por mi mujer, y sí me parecía como… Alucinaba, pero, cuando lo vives desde dentro, es otra cosa. O sea, son unas sensaciones… para poder explicártelo, lo tienes que vivir desde ahí dentro. Todo lo que hay… Las emociones, los altibajos… Es como una montaña rusa y la verdad que para mí ha sido… Sí, ha superado las expectativas.
- Pablo, ¿te dio María algún consejo en especial? Como ella ya vivió esta experiencia…
- Simplemente que disfrutase y que fuese mentalizado que, por muy bien que se me hubiese dado la semana, puede llegar el día del programa y fallar, y que eso no podía arrastrarlo ni meterlo en la mochila porque al día siguiente ya empezaba la prueba de la semana siguiente y no puedes estar pensando en el pasado. Entonces simplemente que fuese mentalizado y con fuerza mentalmente de que, si fallaba, tenía que pensar ya en el día siguiente y lo que me tocase.
- ¿Volverías a repetir?
- Sí, sí
- Vega es muy pequeñita todavía… Pero, ¿lo vas a ver con tus hijos?
- Sí, el primer programa lo vimos juntos y alguno veremos con los peques y algunos nos volveremos a juntar para verlo.
- ¿Te ves haciendo más programas en televisión? O sea, ¿te ha gustado este este saltito?
- Sí, sí, me ha flipado… pero es como entrar por la puerta grande. Y ahora cualquier cosa que haga la voy a comparar con esto, que es alucinante, aunque seguramente tenga también sus cosas buenísimas, si llegase el caso. Y bueno, yo estoy abierto a todo lo que se pueda plantear. Lo que pasa es que esto para mí ahora es como... Yo creo que es… Inigualable. Y, sobre todo, he escuchado a gente como Mónica, incluso a Mario, Adrián… de yo he hecho tele y mira que he hecho tal y, como este programa, ninguno. Pero ya no solamente por las pruebas que se hacen, sino por el equipo humano que hay detrás: desde el maquillador, el peluquero, el vestuario… todo el mundo es increíble. En cualquier parte del plató estás cómodo. Comíamos siempre juntos.
- Así que habéis creado una familia, por así decirlo…
- (Interviene Mónica Cruz): Y que estamos todos a una para que esto salga. Y dices pero… y aún así, ¿cómo lo hacen? Porque él hacía una prueba de fuego, un coche no sé qué y, en un minuto y medio, todo el decorado se quita y entra el mío, que a lo mejor es otra cosa.
- Pablo: Totalmente distinto y no tienen nada que ver.
- ¿Pensaste abandonar en algún momento?
- Nunca. O sea… yo me he cabreado, me he ido a Adrián, que yo creo que ha sido como el ángel de todos, que nos ha aguantado lo que no ha aguantado nadie. Pero era por frustración de estoy currando y no consigo que salga, qué estoy haciendo mal y no encontrar… porque sí, claro, también es por la tensión. La tensión de tengo que llegar y por lo menos hacer algo medio decente, aunque luego me salga mal. En el programa no puedo llegar y no hacer nada. Claro, entonces es como… no consigo encontrar la fórmula para que esto por lo menos me salga algo. Es como muy frustrante a la vez satisfactorio de llegar aunque falle. Es decir, he conseguido hacer algo, como ha dicho Mónica, que en mi vida había pensado que iba a hacer.