Mónica Cruz tiene un nuevo reto que ha superado todas sus expectativas. La actriz y bailarina es una de las nuevas concursantes de El desafío, programa que afronta en un momento muy dulce en lo personal —después de que ¡HOLA! desvelase su amistad especial con Alejandro Sanz —. Hablamos con ella de su participación; de su hija, Antonella, y de cuál es su gran ilusión este nuevo año.
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—Antes de aceptar este reto... ¿te esperabas que fuese así? ¿O ha superado tus expectativas?
—Yo sabía que era muy heavy... De hecho, cuando me llamaban, me hacía la loca, pero realmente tampoco me lo esperaba tanto, y por eso estoy muy contenta de haber podido participar y llegar a conocer una parte de mí que yo pensé que no tenía.
—¿Qué es lo que más te ha sorprendido?
—Pues mira, yo, por ejemplo, con el tiro… vamos ni en una feria. Y me gustó. Me encantó mucho la experiencia con otras cosas que dices nunca me hubiera planteado hacer esto porque no soy… Soy una persona muy tranquila, no me gusta ni montar en moto ni cosas así... lo que para uno puede ser normal, para mí es una atracción mortal (se ríe). He podido hacer cosas que jamás me hubiera planteado ni hubiera hecho… Estoy muy agradecida porque, si no, me lo hubiera perdido... No hubiera sabido hasta dónde puedo llegar. Los miedos y los bloqueos siempre los puedes superar. Yo sé que tengo un bloqueo con las alturas, y lo he hecho. Sé que es algo que no se me va a pasar en la vida por mucho que estuviera todo el día subida a cualquier sitio. Entonces el llegar a sentirte así y decir ¡wow! O sea, con todo el sufrimiento y tal, lo recuerdas desde un sitio bonito, con cariño, lo volvería a hacer.
—Entonces, ¿volverías a repetir?
—Este programa te engancha mucho y creo que también es bueno porque, bueno, cada uno con nuestra profesión ¿no? Pero, por ejemplo, en mi caso, cuando hago un personaje o estoy bailando, no soy yo. Aquí sí eres tú porque no puedes tener filtros ni puedes estar pendiente de nada. Si tienes que soltar tres tacos, los vas a soltar porque lo estás pasando tan mal... Y eso yo creo que es lo que a la gente le llega y le gusta. Al final es como: vale, yo conozco a fulanita de una serie no sé qué, pero realmente no sé cómo es, o puede tener un concepto que no tiene nada que ver contigo. Y creo que eso también ayuda a poder acercarte a la gente, que te vea realmente cómo eres tú y cómo te manejas porque luego alguien te puede sorprender en un estado de nervios, de bloqueo, de tensión y esa presión… cada uno puede de una forma y eso también.
—¿Crees que tu hija se va a sorprender?
—Sí. Mi hija conmigo es muy crítica, muy graciosa, me suelta cada una… y me miraba así como: ‘¿Tú vas a hacer eso, mamá?’. Voy a hacer eso y enseñarle también el proceso, todo el esfuerzo… Ella tiene diez años, entonces, claro, todas las horas que me he tenido que ir de casa o el día de del programa... me la llevé un día para que viera. A veces lo importante es lo que yo le quiero enseñar a mi hija, ese esfuerzo para llegar a hacer algo. Que vea que ése es el camino y eso es lo que tú puedes hacer. Luego pueden pasar cien mil cosas, pero la preparación y dedicarle todo el tiempo y el esfuerzo... O más todavía, que vea eso para mí es muy importante.
—En tu caso, Mónica, el tema de la conciliación te ha costado o…
—Sí, es muy complicado, pero lo haces. Es otro desafío personal. Yo ahora lo pienso y digo... No tengo una ayuda fija todo el rato. No somos dos. Cuando tienes hijos, te conviertes como en un superhéroe, puedes con todo y con más. Me gusta mucho que mi hija vea ese esfuerzo y por qué su madre a lo mejor se tira seis meses yéndose a las cinco de la mañana de casa para grabar. Cuando no eres madre piensas que estás más limitada, y cuando tienes hijos te convierten en un superhéroe que puedes con todo y con más. Entonces es la producción casera, como yo le llamo, dejar todo organizado para poder irte a trabajar. Y me gusta mucho que mi hija vea ese esfuerzo, que no sea solo cuando lo que sale en la tele o en un estreno, que a veces ya es más grande y me la llevo para que vea… bueno, los entresijos.
—¿Y te gustaría que saliese artista? Porque sois una familia llena de arte…
—Bueno, ella que haga lo que quiera. Yo la voy a acompañar, ayudar y apoyar. Creo que los tiros no lo sé… van por el dibujo porque no sabes cómo dibuja desde bien pequeñita. Es una cosa… que, por supuesto, no sale a mí porque yo soy un desastre. Lo que a mí me enamora más de esta relación que tienes con tus hijos es observarles, acompañarles y apoyarles siempre, y darles la libertad que a mí, gracias a Dios, me han dado en mi casa, porque, sin eso, no hubiera podido hacer todo lo que he hecho.
—Creemos que empiezas este 2024 muy ilusionada…
—(Se ríe.) Claro. Se estrena El desafío. Estoy supercontenta, porque, aparte de eso, no hay ninguna nueva ilusión. Estoy muy contenta con todo lo que he hecho, con todos los compañeros, que ya me quedo para mí, y muy emocionada. Espero que todo el mundo lo disfrute casi tanto como lo hemos hecho nosotros.
—¿Ninguna otra ilusión?
—Nada me hace más ilusión que empezar el día 12 de enero con El desafío.
—¿Y en el amor este 2024? ¿Estás abierta a ello o estás bien?
—El amor… El amor es la vida. El amor está ahí, claro, no hay que perderlo.