La ‘Leonormanía’ es un hecho. La princesa Leonor ha conseguido fascinar a Europa en su camino hacia el trono; y lo que es más importante, en el que fue su gran año, se ha confirmado, además, que los españoles le han dado su voto de confianza. Los ciudadanos la ven como una chica responsable, educada y modélica; y consideran que estará preparada para convertirse, algún día, en Reina de España. Pero también tienen una ‘petición’ para ella: quieren conocerla más.
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Sigue siendo, en cierto modo, la más ‘misteriosa’ del continente y la que más curiosidad despierta . Sobre todo, después de celebrar su 18 cumpleaños y tornarse, oficialmente, en heredera de la Corona que hoy porta su padre, su mejor modelo y referente.
Si bien es cierto que la mayoría de los españoles considera que se parece mucho a don Felipe -en carácter y personalidad-; lo que muchos desconocen es que guarda muchas similitudes con otra persona de su rama materna: su tía Telma Ortiz .
Leonor es todo tesón y esfuerzo. Una joven que no ha suspendido un examen (hasta ahora) y puede presumir de un brillante currículum académico. Y, al igual que la hermana de la Reina -que habla inglés, francés, alemán e italiano y algo de árabe-, Leonor tiene una gran facilidad para los idiomas. Domina el inglés desde pequeña, sigue estudiando árabe y perfecciona su francés. De hecho, lo habría elegido en la Academia Militar de Zargoza como asignatura. Desde niña estudia también las lenguas del Estado español —habla bien catalán y maneja el gallego y el euskera— y tiene, además, nociones de chino.
Otra pasión que ambas tienen en común es el ballet. Tía Telma fue bailarina profesional, y a Leonor le encanta la danza. Con ella y su abuela ha ido a ver infinidad de funciones. Escapadas que tan pocas veces se han podido fotografiar, pero que siempre han estado a la orden del día.
La princesa es una enamorada del arte. Además del baile, le gusta la lectura -que, en casa, le han enseñado que es imprescindible para aprender a pensar y “nos hace mejores personas”-, el cine -desde Barbie a El viaje de Chihiro- y la música, que siempre está presente -ella toca el violonchelo-. Aficiones y hobbies que ha cultivado desde bien pequeña, y que nos permiten conocer, un poco más, a la que será la la primera Reina titular desde 1870, desde Isabel II.