Salma Hayek, de 57 años, está disfrutando de unas increíbles vacaciones en la nieve con su marido, el magnate francés Francois-Henri Pinault, de 61. Junto a ellos, ha viajado su única hija en común, Valentina Paloma, de 16 años, y Augustin James, de 17, el hijo que Pinault tuvo con la modelo Linda Evangelista durante una pausa en su relación con la actriz mexicana. Valentina Paloma y Augustin James, que apenas se llevan 11 meses de diferencia, están muy orgullosos de los lazos fraternales que les une y Salma no puede estar más feliz de la gran familia que ha formado con el empresario, compuesta también por Francois y Mathilde, los hijos que el empresario tuvo durante su matrimonio con Dorothée Lepère, que duró de 1996 y 2004.
La protagonista de Frida ha compartido varios momentos del viaje. Divertidos 'selfies' frente al espejo, abrazos en la nieve, cenas en familia y un simpático baile con Valentina Paloma y Augustin James por las instalaciones de la estación de esquí, que ha provocado las risas de todos sus seguidores, entre los que se encuentra la propia Linda Evangelista, quien, al ver a su hijo tan feliz, ha publicado: "Mis animales fiesteros", junto a un icono en forma de hielo y otro de corazón.
Linda dio a luz a August en octubre de 2006, pero no reveló la identidad del padre hasta 2011. Fue entonces cuando Pinault se decidió a hablar por primera vez en público sobre este tema. "Mi hijo se llama Augustin Evangelista Pinault, le reconocí en 2007. Siempre que es posible, hago que participe en mi vida de familia en Estados Unidos o en Francia, especialmente con su hermana Valentina, nacida en septiembre de 2007; está totalmente integrado en mi familia", aseguró en una entrevista concedida a la edición francesa de la revista Elle.
Después de dar a conocer la identidad del padre de su hijo, Evangelista se embarcó en una batalla judicial con el fin de conseguir el dinero adecuado para la manutención del menor. Finalmente, la top y el empresario alcanzaron un acuerdo en 2012 y actualmente mantienen una relación cordial.
Salma ha luchado por su vida familiar y adora a todos los hijos de su marido. "Como tiendo a respetar a sus madres y las reglas que ellas les imponen, mi trabajo consiste únicamente en crear un ambiente en el que se sientan en familia, seguros y mimados. Siempre pueden contar conmigo para eso", explicó la mexicana en una entrevista para la revista Psychologies.
Su papel como madrastra es incuestionable y Linda ha revelado recientemente uno de los detalles más bonitos que la actriz ha tenido con ella. "Yo estaba enferma en Acción de Gracias y le había dicho que no iba a celebrar nada, que no me sentía bien. Y ella me dijo: ‘Oh, sí que lo vas a celebrar. Voy a ir’. Y de repente, ella estaba aquí. Se subió al avión con su hija, vino aquí e hizo la cena. Yo quería su pollo mexicano con patatas trufadas. Y pasó el día en la cocina y lo preparó todo ella misma. Sin ayuda. Los niños la ayudaron al final. Hizo un festín, una comida hermosa, muy hermosa", desveló la top canadiense en Vogue.