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En los últimos días su nombre se ha convertido en uno de los más buscados. Samantha Siqueiros era hasta ahora una desconocida en España, pero su papel de Camille en la serie Berlín la ha catapultado a la fama dentro y fuera de nuestras fronteras. Si La casa de papel fue un fenómeno mundial sin precedentes, su precuela, que se estrenó el pasado 29 de diciembre en Netflix, también va camino de batir récords y los nuevos rostros de su reparto están causando sensación.
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Samantha jamás imaginó que podría llegar a formar parte de esta nueva banda de ladrones, pero el destino quiso que este papel llamara a su puerta cuando menos no esperaba y a punto de hacer las maletas para regresar a su México natal, tras decir adiós a su sueño de abrirse camino como actriz en España. Pero todo cambió en el último momento, como nos confesaba en el estreno de Berlín en Madrid. Era su primera alfombra roja, la primera vez que se enfrentaba a los medios y con la misma sonrisa y espontaneidad con la que ha conquistado al público nos contó la historia de cómo ha terminado formando parte de este reparto de lujo encabezado por Pedro Alonso, que completan Tristán Ulloa, Begoña Vargas, Michelle Jenner, Joel Sánchez y Julio Peña.
-¿Estás preparada para lo que te espera a partir de ahora? Porque La casa de papel fue un fenómeno internacional y todo apunta a que con Berlín tu vida va a cambiar bastante.
-Sinceramente, no. ¡No estoy preparada! Estoy muy nerviosa. Esta es mi primera vez en todo en Europa. Primera alfombra roja, primera serie, primer todo. Pero a la vez, estoy muy muy emocionada, muy contenta y agradecida también por la oportunidad que me ha brindado Netflix y España, porque yo soy mexicana y me he sentido en familia y muy bien acogida.
-¿Es verdad que estuviste a punto de tirar la toalla? ¿Que cuando te ibas a dar por vencida después de buscar un tiempo trabajo en España, de repente te llegó este papel de Camille?
-Es una historia muy bonita que me dejó un gran aprendizaje, que es que cuando sueltas, recibes. Y bueno, sí, efectivamente, yo vine aquí a probar suerte y no la encontré.
-¿En qué año viniste a España?
-Vine un poquito antes de la pandemia. Pero bueno, con la pandemia a todos los actores nos fue mal en el terreno laboral. No me victimiza en ese aspecto, pero cuando se reanudaron las cosas, me costó mucho trabajo. Hice castings, me moví por muchos lados… Yo soy mexicana y creo que los mexicanos tenemos un espíritu luchador y yo tengo eso en el alma. Soy muy soñadora, soy muy arriesgada, me gustan los retos y lo que no sé, lo aprendo, como ha ocurrido en esta serie porque yo hablo francés y en Berlín lo hago.
-Pero en tu aventura en España ibas a tirar la toalla, ¿no?
-Sí, después de un tiempo me iba a ir de España, me di por vencida, tiré la toalla. Dije: “Gracias, España”. Y en ese momento, después de haber aprendido un montón de vuestra cultura y además estar enamorada porque cuando vine me enamoré del país y de un español, que sigo con él; a partir de ese momento, hice mis maletas y me llegó este casting. Me fui a Zara, me compré el outfit que yo pensé que llevaría el personaje y me divertí mucho porque pensaba que no me lo darían y que ya me iba. Tenía los vuelos dos días después. Pero, al final, Álex Pina me llamó y me dijo: “No te vayas, te cambio el vuelo, haz una última prueba con Pedro Alonso. Y Pedro fue súper empático conmigo, tuvimos mucha química y el papel fue para mí.
-¿Cómo es tu personaje? Sin hacer spoilers.
-Camille es muy interesante y muy difícil también, pero es justo lo mágico que tiene. Tiene muchos colores brillantes y contrastantes. De repente, lo ves de una manera y de repente se aloca y se convierte en otra cosa. Es una mujer de mundo. Yo creo que es una parte con la que me identifico con ella, porque ha recorrido mucho y sabe cómo es la cultura en un país en otro. Es una mujer que juega con sus propias reglas y tiene muchísimas ganas de comerse el mundo, que es otra cosa con la que me identifico.
-Has trabajado con Pedro Alonso codo con codo. ¿Te ha dado algún consejo?
-Trabajar con Pedro fue muy rico. Al principio, debo confesar que estaba muy nerviosa porque yo tenía carrera en México, pero aquí en España no. Jamás me imaginé estar en un proyecto con esta magnitud y trabajar con actores con ese nivel, esa fama y esa experiencia. Aparte, me parece que Pedro es una persona muy, muy sabia y yo aprendí muchas cosas con él. Sobre todo, a tomarme mi tiempo para disfrutar las escenas porque muchas veces como actores tenemos a los directores, las cámaras, todo el equipo, se siente una presión y te apresuras y, a lo mejor, el apresurarte hace que tu escena no salga lo mejor posible.
-Por último, ¿te quedas entonces en España?
-Espero que sí. Si me sale, trabajo sí.