Nada más cruzar la puerta de la casa de Grace Villarreal se respira alegría. La risa de sus tres hijos es su banda sonora y su perro, “Brother”, sale corriendo a saludar. Ella es una de las influencers más veteranas de nuestro país y en sus más de diez años creando contenido ha terminado formando una gran familia con sus miles de seguidores. A su lado ha estado siempre su marido, Jacob Henson, músico y un divertido padrazo que, junto a ella, forma un equipo perfecto que completan con sus tres hijos: Violetta, de doce años; Allegra, de ocho, y el pequeño de la casa, Luca, de cuatro. Llevan 15 años juntos, 14 casados y siguen de la mano y al mismo ritmo avanzando en el baile de la vida. Grace nos ha abierto las puertas de su casa, en Madrid, poco antes de poner rumbo a Estados Unidos, donde pasan parte de estas fiestas junto a la familia de Jacob. Están muy emocionados con el viaje y, entre maletas, bailes de niños, risas y una sesión de fotos en la que hasta la última incorporación a la familia —un conejo llamado “Ignasio”— ha posado como un profesional, nos ha hablado de su vida trotamundos, de la mezcla de tradiciones que siguen en estas fiestas, de sus próximos planes y de cómo ve el universo de las redes, que cada día va cambiando.
—¿Cómo vives estas fechas en una casa con tres niños?
—Mi casa se convierte en el centro de todas las celebraciones porque, aparte de los niños, nos reunimos la familia casi todos los días. Somos mucho de hacer a los niños parte de nuestras actividades del día a día, por lo que es muy normal vernos a unos cocinando y a otros poniendo la mesa… ¡Un desastre maravilloso!
—¿Qué planes tenéis este año?
—Estamos felices porque vamos a visitar a la familia en Estados Unidos. Llevamos tiempo sin verlos y es una alegría, después de tres años, poder celebrar estas fechas y disfrutar con ellos.
“Estamos felices porque vamos a visitar a la familia en Estados Unidos. Llevamos tiempo sin verlos”
—¿Celebráis los Reyes Magos?
—¡Claro que sí! Nosotros nos consideramos españoles, vivimos aquí y siempre los hemos celebrado. Es una costumbre que forma parte de nuestras vidas. ¡Que no falten el roscón y el buen chocolate caliente!
—¿Cuál es tu mejor recuerdo de las Navidades de tu infancia?
—Me sorprendió mucho la primera vez que pasé la Navidad en un clima cálido, porque no la entendía sin frío y nieve. Fueron mis Navidades en Colombia, con nueve años. Una de las pocas que pude disfrutar en mi ciudad natal.
—Has sido madre muy joven y ahora tienes una familia numerosa, además de a “Brother” e “Ignasio”, ¿es un poco locura o lo tienes todo controlado?
—Lo tengo todo bajo control. Soy una persona muy tranquila y no suelo agobiarme. Siempre, gracias a Dios, suelo tomarme las cosas con cabeza y cuando hay desastre es como ruido blanco, porque es parte de mi vida y amo la rutina. Como en cualquier otra situación, si afrontas el drama de una manera positiva, acaba convirtiéndose en un recuerdo maravilloso.
—¿Cómo son tus hijos? ¿Qué destacas de cada uno?
—Son los tres muy diferentes. Violetta tiene doce años y es la típica hermana mayor, superdulce y con una responsabilidad de madre. Allegra tiene ocho y es la locura de la familia; tiene una personalidad muy de hermana mediana, le encanta captar la atención de la gente. Es la alegría de la casa, una niña muy positiva y describe al cien por cien lo que es su nombre. Luca tiene cuatro y es un niño muy alegre, aventurero y piensa mucho las cosas. Es muy curioso, le gusta preguntar todo y saca conclusiones; no tiene miedo a nada y es muy confiado. Le encanta conocer gente nueva y hace amigos con facilidad.
“Cada vez que miro a Jacob, admiro nuestro recorrido juntos y todas las cosas por las que hemos pasado”
—¿Cuántos años llevas ya con Jacob?
—Jacob y yo llevamos juntos 15 años ¡y 14 casados! Es increíble lo rápido que pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando nos conocimos.
—¿Qué balance haces de este tiempo a su lado?
—Cada vez que lo miro, admiro nuestro recorrido juntos y todas las cosas por las que hemos pasado. La vida que hemos creado juntos nunca la hubiese soñado y, con todas las subidas y bajadas, creo que nunca podría haber escogido un mejor compañero.
—¿Cuánto tiempo lleváis en España?
—Llevamos diez años y han sido maravillosos. Nada más casarnos, nos fuimos a Estados Unidos, siempre con la esperanza de volver a España. Jacob se considera español y creo, sinceramente, que quiere estar aquí toda la vida, como yo, aunque no nos cerramos a un año sabático fuera; es algo que estamos pensando. Haría a los niños crecer y madurar de otra forma. Yo personalmente tuve una experiencia así con mis padres y fue lo mejor de mi vida.
Más de una década en redes
—Eres una de las veteranas en el mundo influencer, ¿cómo ves la evolución que ha tenido hasta ahora?
—Fui parte de esas primeras influencers, o creadoras de contenido, que empezaron en redes sociales, hace ya once años, y he visto cómo ha evolucionado de una manera bastante orgánica. Al principio es verdad que, ante lo desconocido, nadie entendía y había un poco de rechazo. Había tanta duda que yo misma dudaba de mí y no me tomaba en serio, pero a lo largo de los años he visto que este camino está cada vez más aceptado y respetado y me ha enseñado a mí también a respetarlo y a sentirme orgullosa.
—¿Qué te gusta transmitir a través de tus redes?
—Desde un principio, tenía claro que la razón por la que empezaba todo esto era para poder compartir valores más allá de las cosas banales de la vida que a todos nos gustan (la moda, la belleza, tips de lifestyle…). He creído desde un principio en poder abrir una ventana a lo que es una chica cristiana, con una familia cristiana, en un mundo que está yendo totalmente en la dirección contraria a los valores cristianos. Básicamente, enseñar cómo mis valores me ayudan a navegar en la vida de la mejor forma y que la gente pueda ver a través de mis ojos cómo veo yo lo que está pasando a mi alrededor y de alguna forma intentar enseñar que, en el mundo en el que hoy vivimos, elegir la fe también es una opción válida y buena.
“Nada más casarnos, nos fuimos a Estados Unidos, siempre con la esperanza de volver a España. Jacob se considera español y creo, sinceramente, que quiere estar aquí toda la vida, como yo”
“Violetta es la típica hermana mayor, muy maternal; Allegra es la locura de la familia, y Luca es un niño muy alegre, aventurero y piensa mucho las cosas”
—¿Es fácil hacer amigos entre influencers o hay rivalidades?
—El mundo influencer ha tenido sus idas y venidas, es decir, ha habido momentos en los que ha habido un poco más de rivalidad. Ahora creo que estamos un poco más tranquilos todos y que el momento de rivalidad se debía un poco a que la profesión en sí no estaba muy asentada y estábamos todos un poco perdidos. Ahora siento que cada persona sabe que tiene su lugar y que hay espacio para todos. En mi caso, siempre he sido bastante pacífica y cordial y no he tenido ningún tipo de problema.
—También eres empresaria junto a tu hermana, Melissa, con vuestra firma de moda, The Villa Concept, ¿ha sido difícil emprender?
—Ha sido una de las cosas más difíciles que hemos hecho nunca, sobre todo, viniendo cada una de un ámbito totalmente diferente. Meli es psicóloga, yo soy fotógrafa y unirnos para hacer un proyecto que era completamente diferente a lo que habíamos hecho antes fue bastante difícil. Ha sido un viaje duro, pero gratificante, sobre todo, ver que nuestros clientes están felices con nuestras prendas y nuestros artículos nos hacen tener más energía para seguir diseñando y sacar cosas que hagan la vida más especial.
—Por último, ¿qué deseos tienes para el año que viene?
—Salud para toda mi familia. Creo que es lo que todos pedimos cada año. A nivel profesional, anhelo embarcarme en otro proyecto que me llene de emoción y me haga crecer como persona. También queremos encontrar la casa de nuestros sueños. Cruzamos los dedos para que se haga realidad.