María García de Jaime y su marido, Tomás Páramo, llevan juntos más de ocho años y casi cuatro y medio de matrimonio. Un tiempo en el que han arrasado contando cómo fue su historia de amor en su libro, Botas de colores para días de lluvia; han experimentado la paternidad en tres ocasiones; han creado una firma de moda que recoge su esencia, y han formado una comunidad de admiradores que analizan con cariño cada paso que dan. De hecho, puede que sean uno de los matrimonios más queridos en las redes sociales, donde acumulan casi un millón de seguidores, consolidándose como dos de los influencers más reconocidos de nuestro país.
A ello se suma la última buena nueva que María anunciaba en su cuenta de Instagram: “¡Nos hemos comprado una casa! Dicen que un niño viene con un pan debajo del brazo y así fue. Hace casi ya tres años, a los pocos meses de nacer Catalina, nos surgió la gran oportunidad de poder cumplir el sueño de construir nuestro propio hogar. Tres años después, con mucho trabajo y esfuerzo de por medio, nos mudamos a la que ya es la casa de nuestros sueños”.
Parece que todo lo que tocan se convierte en éxito, pero lo suyo no es suerte o casualidad; detrás hay, como dicen, mucho trabajo que compaginan con el cuidado y las atenciones de la bonita familia numerosa que han formado con sus tres hijos, Tomás, de seis años; Catalina, de dos, y Federico, que cumplirá su primer año de vida el próximo 24 de marzo. Han caído en sus ‘redes’ y con ellos suelen hacer divertidos planes, como el que, días atrás, planearon en Madrid, acercándose hasta la Menina que la pareja ha apadrinado, con el mensaje “El amor vence siempre”.