Que las series turcas se han convertido en uno de los contenidos estrella de las televisiones es una realidad innegable. Las hay de todo tipo y para todos los gustos, aunque en este 2023 hay una que se ha coronado como la reina de este género y ha destacado por encima de las demás: nos referimosa Hermanos, la ficción otomana que ha arrasado en nuestro país y en buena parte del mundo consiguiendo reunir a millones de espectadores frente a la pantalla en cada capítulo y cuyos adeptos no dejan de crecer.
Onur Seyit Yaran y Yiğit Koçak, de 'Hermanos', son dos enamorados de España
Una apasionante historia de coraje, superación, amor y lucha, que pone en alza el auténtico valor de la palabra familia, con unos ingredientes que han conquistado al público español. Te contamos las claves del éxito de una serie que, desde su estreno, se ha convertido en un fenómeno tanto en su país de origen como en cada lugar donde ha aterrizado.
La decisión que Su Burcu Yazgi Coşkun tuvo que tomar para formar parte del elenco de 'Hermanos'
Consigue que el público empatice
"Ser pobre no es sentir el bolsillo vacío, sino no tener a alguien que te sostenga la mano cuando la sacas del bolsillo". Esa es la premisa de la que parte esta ficción. Kadir, de 19 años, Ömer y Asiye, de 17, y la pequeña Emel, de 6, son cuatro hermanos que han aprendido a cuidarse los unos a los otros tras perder a sus padres de manera trágica. La vida de estos jóvenes no volverá a ser la de antes al quedarse huérfanos y perder también el lugar en el que viven.
Forman una familia muy unida que se enfrenta a los desafíos del destino siguiendo una máxima: "Deja que la vida siga su camino". Además de por su situación, los chicos no lo tendrán fácil y deberán luchar contra Akif, un empresario sin escrúpulos que les hará la vida muy complicada y les ocultará un gran secreto. Un hecho que hace que, automáticamente, el público se ponga de parte de los chicos.
Uno de los factores que han llevado al éxito a esta producción es que, desde el primer momento, el espectador siente empatía con los protagonistas. La audiencia se identifica tanto con los hermanos Eren que acaban sintiendo sus alegrías y sus penas como si fueran propias, apoyándoles en lo bueno y en lo malo y queriendo acompañarles en el camino como si fueran un miembro más de su familia.
Del llanto a la risa
El argumento es dramático: cuatro hermanos muy jóvenes que se ven obligados por crueles circunstancias a salir adelante solos ante un futuro lleno de obstáculos y problemas. Aunque hay momentos en los que es imposible contener las lágrimas, también hay instantes en los que no podemos aguantarnos la carcajada con algunas situaciones y personajes, como puede ser Oğulcan, que ponen un toque de humor para aligerar las tramas.
Esa mezcla de tragicomedia hace que Hermanos se diferencie de los grandes dramones turcos y, sin duda alguna, le dé un aire refrescante a la serie que sus miles de seguidores agradecen.
El motor que mueve al mundo
Si hay algo que abunda en Hermanos es el amor. Yiğit Koçak, Ömer en la ficción, considera que una de las claves de este fenómeno está en el valor que da al amor de familia y a cómo los personajes están dispuestos a sacrificarse y hacer lo que sea necesario para salvar, ayudar o cuidar de los suyos, cueste lo que cueste. Se trata de un sentimiento universal, lo que hace que desde cualquier rincón de planeta se puedan sentir identificados con las escenas que refleja y por los valores de unidad que fomenta.
Romances para todos los gustos
Si hay un elemento que engancha sin remedio ese es una gran historia de amor; algo que, por supuesto, no falta en Hermanos. Hay parejas que nos han robado el corazón como la de Doruk y Asiye, bautizados por su legión de seguidores como AsDor, quienes comenzaron sin poder ni verse y han acabado protagonizando una de las historias románticas favoritas del público.
Su química en pantalla es tan fuerte que sus fans llegaron a pensar que el amor había traspasado la pantalla, algo que ellos han negado. Eso sí, dan tal credibilidad a sus personajes que incluso han sido premiados como pareja del año de la televisón en Turquía.
Para Onur Seyit Yaran, Doruk en la serie, el secreto del éxito reside en que se trata de una relación muy bonita y muy bien contada: "AsDor es una historia muy bien escrita", aseguraba el intérprete en una entrevista a su paso por nuestro país.
Para darle la mayor veracidad posible a su actuación, el artista también ha desvelado que ambos pasaban muchas horas juntos y, en ocasiones, se intercambiaban el guion: él memorizaba la parte de Asiye (Su Burcu Yazgı) y viceversa. Así podían entender mejor lo que sentía el otro en todo momento. Está claro que han sabido captar esa esencia a la perfección y transmitirlo en sus fantásticas interpretaciones.
Otra de las parejas más seguidas por los espectadores es la de Ömer y Süsen. Costó que comenzaran a salir, pero un baile en el colegio marcó un antes y un después entre ellos, por lo que todo estaba encaminado para que se convirtieran en la nueva pareja del Ataman.
Sin embargo, el accidente de Kadir, con quien la joven había salido, paralizó su acercamiento. La chica presenció el atropello que provocó la muerte al mayor de los Eren, y Akif le obligó a permanecer en silencio por su bien y el de Melisa. Los remordimientos le impedían actuar con normalidad con el chico, aunque al final sus sentimientos le hicieron volver a acercarse a Ömer.
Por su parte, el muchacho rechazó a Süsen varias veces para quedar después de clase ya que pensaba que lo había utilizado para darle celos a Kaan. Sin embargo, un día decidió sorprender a la joven invitándola a una primera cita. La pareja comenzó a conocerse mejor y pronto oficializaron su relación. Ahora nos tienen en vilo con su distanciamiento y solo deseamos que hagan las paces y se reconcilien.
Aybike y Berk también son un dúo muy querido. Al igual que su prima, la hija de Orhan pasó de no soportar al joven a no poder vivir sin él. Pero la ficción no solo refleja la ilusión, la pasión y las dificultades de las relaciones adolescentes, sino también las de los adultos, incluyendo además complicados triángulos amorosos como el de Akif con Suzan y Nebahat o el de Orhan con Sengül y Gönül. Diferentes tipos de relaciones con las que todos nos podemos ver identificados.
La diferencia de clases, un éxito asegurado
La mayoría de las parejas jóvenes que acabamos de nombrar tienen una característica común: ambos provienen de clases sociales diferentes. Ser unos Romeo y Julieta del siglo XXI hará que tengan mil y un impedimentos para poder estar juntos.
Los enamorados tendrán que luchar contra viento y marea, enfrentándose incluso a sus familias para lograr que nadie consiga separarlos y triunfe el amor. Una historia que siempre engancha al público que quiere ver si los amantes finalmente vencen las adversidades y consiguen ser felices juntos.
La ficción recrea también esta dualidad mostrando lujosas mansiones, como la de los Atakul o los Yilmaz, que contrastan con humildes casas en las que apenas tienen lo básico para sobrevivir. Es el caso del gallinero donde viven los Eren o el hogar de sus tíos, una mezcla que provoca situaciones de lo más interesante.
La venganza es un plato que se sirve frío
La revancha o el tomarse la justicia por su mano es otro de los platos fuertes de Hermanos y uno de los factores que no nos dejan levantarnos del sofá hasta saber si llevarán o no a cabo sus oscuras intenciones. En la serie hay venganzas para todos los gustos: por ejemplo, cuando Kaan le enseña a Kadir un vídeo donde se ve que fue su padre el que mató al progenitor de los Eren.
También con el momento de ver a Ömer secuestrando a Şevval tras enterarse de que provocó la muerte de su abuela; Gönül haciendo todo lo posible por hundir a Sengül por celos, o Sarp tratando de alejar a su hermanastro de su familia... En definitiva, un sinfín de planes para acabar los unos con los otros.
Las alianzas y traiciones a la orden de día
Hermanos está plagada de malos malísimos que solo miran por su propio beneficio con un único objetivo: salirse con la suya, arrastrando o quitando de en medio, si fuera necesario, a todo el que aparezca por delante. Actúan solos y van por libre pero, a veces, para lograr su fin deben luchar contra enemigos comunes, por lo que se crean impensables alianzas.
Entre esos ejemplos está la unión la de Nebahat, Ayla y Suzan para acabar con Akif; la de Sarp con Süsen para hacer daño a Ömer; la de esta última con Akif para ocultar lo que sucedió con la muerte de Kadir, o cómo la de la madre de Doruk se asocia con Yasmin para separar a su hijo de Asiye.
Todos ellos se juntan y se protegen con el fin de salvaguardar un secreto o conseguir lo que se hayan propuesto. Son polos opuestos que solo se atraen si obtienen un beneficio, o para mantener a salvo sus planes y fechorías. Akif es uno de los que más alianzas ha creado para no ser descubierto, consiguiendo así lo que se propone y yéndose de rositas. Es evidente que al empresario no le tiembla el pulso a la hora de pactar o chantajear a quien sea.
Por último, hasta los personajes más antagónicos son capaces de unir fuerzas para acabar con un tercero que se interpone en su plan. Pese a ello, estas alianzas por interés tienen poca base y se rompen con la misma facilidad que se crean, ya que tampoco les dolerán prendas para romper lazos y traicionar a quien sea para salvar su cabeza. En definitiva, son tramas de alta tensión que los fans siguen con avidez mientras esperan que, tarde o temprano, los villanos acaben recibiendo su merecido.