Estas son las primeras Navidades que Ana Obregón admite vivir plenamente feliz tras la marcha de su hijo, Aless, y es su nieta, Ana Sandra, la que alegra el corazón de la artista. Este año, en lugar de presentar las campanadas en televisión, la actriz recibe el 2024 en la mejor de las compañías y rememora para ¡HOLA! las tradiciones y los sabores que la han acompañado desde pequeña y que, todavía hoy, continúa disfrutando en honor a sus padres.
“Este año he dicho que no a presentar las campanadas. Lo único que quiero es disfrutar de mi nieta”
-¿Recuerdas cómo celebraba tu familia la Nochevieja?
-Mi padre creó una especie discoteca en la parte de abajo de nuestra casa y hacían unas fiestas enormes, de hasta 80 personas. Cuando se cansaba, porque él era muy madrugador, ponía una marcha militar para que los invitados se fueran (ríe). Mis hermanos y yo espiábamos lo que ocurría desde el salón.
-¿Cuáles eran vuestras recetas estrella?
-El marisco no podía faltar, porque a mis padres les encantaba. De primero tomábamos langostinos y una langosta dispuesta muy bonita en una fuente. De segundo, el pavo acompañado con tres o cuatro purés de diferentes colores, pero, como a algunos de mis hermanos no les gustaba el pavo, hacían también una ternera blanca con una salsa riquísima. Y de postre comíamos el Baumkuchen de Horcher, un tronco de Navidad con salsa de chocolate caliente y helado de vainilla.
-¿A tus padres les gustaba ejercer de anfitriones?
-Mi madre era la mejor. Cuidaba todas las comidas, independientemente de si era Nochevieja o un día cualquiera de la semana. Preparaba todo con muchísimo mimo. Hacía unas decoraciones espectaculares para el 31, nos ponía cotillón y algún regalito. Eran unos fines de año que guardo con mucho cariño, pero lo que más recuerdo es mirar lo guapas que iban las señoras vestidas de largo y con trajes de lentejuelas.
“Guardo con mucho cariño las fiestas de Fin de Año que organizaban mis padres. Lo que más recuerdo es mirar lo guapas que iban las señoras vestidas de largo y lentejuelas”
-Tu menú cambiaría por completo cuando empezaste a presentar las campanadas...
-Mis primeras campanadas fueron en 1994 y, durante años, mi cena fue lo que venía en una cajita de cartón que nos daba Televisión Española, con un sandwichito, una chocolatina y las uvas.
-¿Y cómo se presentan estas fiestas?
-Disfrutando de mi niña. Este año he dicho que no a presentar las campanadas. Igual el que viene me lo planteo, pero ahora quiero estar con Anita todo lo que no pude con Aless porque trabajaba.