Es una de las caras más reconocibles de la pequeña pantalla (puede que te suene haberlo visto en Fariña o El tiempo entre costuras), y, reconoce que, “cuando eres un actor con cierta trayectoria ya en el tiempo y en las producciones, cada vez es más difícil sorprenderse con nuevas propuestas”. Sin embargo, Tristán Ulloa vio ‘algo’ diferente en Berlín que le hizo ‘subirse al carro’ de la banda de ladrones más famosa de la ficción. “No es fácil encontrar retos como este”, apunta.
El actor se une al universo de La casa de papel , y nos cuenta todos los secretos del spin off que más expectación ha creado en los últimos tiempos y que promete volver a enganchar a miles de espectadores alrededor del mundo.
© SHARON LÓPEZ- Te unes a la banda de los ladrones más famosos, ¿eras fan de La Casa de Papel?
- Fui fan tardío, la verdad. Porque cuando supe que iba a hacer el spin off de Berlín, había visto algún capítulo de La Casa de Papel , pero no había visto las temporadas completas ni mucho menos. No por nada, por falta de tiempo. Y me puse con mi hijo a verlo, estuvimos todo un verano con todas las temporadas y nos volvimos dos auténticos fans.
- ¿Cuáles son tus personajes favoritos de La Casa de Papel?
- Es muy complicado porque son personajes muy ricos en matices, no son nada planos. A mÍ personalmente me interesa mucho el personaje de Berlín, por lo políticamente incorrecto. Me interesaba mucho también el personaje del Profesor y de Palermo. Son los tres personajes más interesantes para mí.
Yo creo que Berlín tiene algo que lo hace atractivo, es un antihéroe que se hace querer y con todos los defectos y las vilezas y todas las miserias que tiene. Eso lo hace más y más humano, más reconocible, más retorcido, y, a pesar de todo eso, es un personaje que se hace querer.
- ¿Cómo es tu personaje, Damián?
- Yo siempre lo defino como el escudero de Berlín, un poco el Sancho Panza, siempre digo que donde Berlín ve gigantes, Damián ve molinos, y es mucho más terrenal, más pragmático. Es el que levanta los disparatados planes y las locuras que se le ocurren a Berlín. El que se ocupa de la logística, de la organización y de todo esto. Y luego, además tiene un concepto, una forma de entender la vida y el amor mucho más terrenal o menos idealista que el propio Berlín. Creo que en ese sentido se complementan mucho y buena parte de las conversaciones que tienen nacen de esas posturas tan opuestas que tienen ante la vida y ante el amor.
© SHARON LÓPEZ- ¿En qué te pareces a tu personaje?
- Probablemente en lo pragmático, yo soy un tipo bastante pegado a tierra. Pero sí es verdad que me gusta también volar mucho la imaginación. Y soy muy idealista también. En ese sentido a lo mejor no me parezco tanto. Pero bueno, es un personaje bonito porque tiene un arco muy bonito. Empieza de una manera determinada de otra y creo que es interesante verlo, ver cómo evoluciona el personaje a lo largo de la serie.
-¿Cómo has vivido el rodaje?
-Ha sido muy intenso, nueve meses de rodaje, ha sido muy estimulante. Cuando eres un actor con cierta trayectoria ya en el tiempo y en las producciones, pues cada vez es más difícil sorprenderte con nuevas propuestas. Y tengo que decir que Berlín ha conseguido sorprenderme día a día. Para mí ir a rodar era como ir a un parque temático en el que no sabía exactamente cómo iba a transcurrir. Ha sido todo, todo un reto para mí como actor y eso la verdad es que se agradece muchísimo. No es fácil encontrar retos como este.
- ¿La anécdota más divertida?
- Me resulta muy difícil hablar de anécdota sin destripar nada, pero sí puedo decir que ha sido un divertimento en todos los sentidos, como actor y como espectador. De repente un día estás corriendo delante de la policía, huyendo en una camioneta, otro día estás deslizándote a través de un túnel o excavando…
© SHARON LÓPEZ- ¿Con quién has tenido más feeling?
- He tenido la suerte de dar con cinco grandísimos compañeros, y con cada uno de ellos he compartido escenas, algunos con más que con otros. He tenido muchas con Pedro, que es un gran amigo. Nos conocemos desde hace muchos años, con 15 años en el cole haciendo teatro en Vigo. Reencontrarnos en una producción como esta cierra muchas cosas y tiene mucho que ver con la relación que hay entre Damián y Berlín, creo que ha habido un paralelismo entre las relaciones personales nuestras como compañeros, amigos y las relaciones que tienen los personajes. Con todos me he entendido fantásticamente.
- ¿En qué te ha sorprendido Pedro como actor y como personaje?
- Como he dicho antes, nos conocemos desde hace muchos años. Digamos que al personaje lo he ido conociendo y al actor ya lo conocía. Yo trabajaría siempre con Pedro. Es un tipo con un talante divertido, siempre dispuesto a aprender, a hacer cosas nuevas.
- ¿Qué robarías para tenerlo en tu casa?
- Pues algo poco tangible como es el tiempo. Me gustaría tener más tiempo para hacer muchas más cosas y para estar con los míos, con mi familia. Para leer más, escribir más…probablemente sea el bien más preciado ahora mismo para mí, el tiempo.
- ¿Estás preparado para lo que te espera después del fenómeno de La Casa de Papel?
- Es verdad que hay mucha expectación. Es innegable lo que supuso La Casa de Papel . La verdad es que estoy abierto a lo que pueda surgir. No soy de hacer el cuento de la lechera, vivo el día a día e intento disfrutar lo que tenemos ahora mismo que es una gran serie, y lo que tenga que venir ya se irá viendo. Intento no anticiparme a los acontecimientos.
© SHARON LÓPEZ- ¿Estás preparado para que tus redes estallen?
- (ríe) Lo que pasa es que yo soy un tipo muy analógico, muy de otra época. Y lo de las redes me ha venido tarde, me estoy haciendo a ello, pero no es una cosa que me quite mucho tiempo. Intento utilizar las redes y no que las redes me utilicen a mí. Me parece fantástico que haya una relación casi directa con la gente que te sigue, pero también yo soy muy prudente, intento marcar un mínimo de distancia.
- Llevas más de dos décadas en esta profesión, ¿cómo te ha afectado la fama?
- Es algo a lo que no le presto mucha atención. Tengo una vida muy normal, llevo a mis hijos al colegio, voy a hacer la compra, me he movido en metro, en transporte público. Realmente la fama es algo que los demás ven en ti y que los demás idealizan. Es una mirada de otra persona sobre ti y es una idea que uno imagina sobre todo lo que puede ser tu vida. Pero realmente mi vida es bastante normalita, y procuro que siga siendo así.
- ¿Ha sido difícil llegar hasta aquí?
- El oficio de actor es una carrera de largo recorrido, es de fondo realmente. Hay momentos en los que uno está mejor y otros en los que está peor y son momentos de altibajos. De lo que se trata es de mantenerse y ser consciente del privilegio que es formar parte de él. Apenas un 10% de la profesión trabaja, prácticamente hay un 90% de paro. Entonces yo soy muy consciente de la suerte que es formar parte de ese reducido porcentaje. En ese sentido, subir y bajar me ha hecho ser como soy y valorar las cosas como son con cierta perspectiva.
- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
- En 2024, aún no tenemos fecha, pero será en Netflix, una serie sobre el caso Asunta. Es una serie que hemos rodado este verano con Candela Peña y que produce bambú. Es una historia muy diferente a lo lúdico que pueda tener Berlín . Es una historia muy dura, un abismo. Hemos hecho un trabajo muy delicado y respetuoso, con mucho cuidado de lo que contábamos y cómo lo contábamos. Y estoy muy contento con el trabajo que hemos hecho la verdad, con muchas ganas de verlo. Creo que no va a dejar a nadie indiferente.
- ¿Qué planes tienes para estas Navidades?
- Estar en casa, además me estoy mudando de casa. Y estar más tiempo con mi gente, con mi familia, mis amigos. Siempre me falta tiempo. Es lo que hablábamos antes, e intentar disfrutar de estar con ellos.
