Podrían ser las instantáneas de cualquier noche de viernes. De parque, “colegas”, flirteo y “pitis”. El clásico finde teenager . Si no fuera porque se tomaron un miércoles, sus protagonistas son ídolos mundiales y la calle no pertenece a ningún extrarradio, sino a uno de los barrios de moda de Los Ángeles , Westwood, donde, a las puertas de uno de los restaurantes más solicitados de la ciudad de las estrellas, Rosalía y Jeremy Allen White eran fotografiados, de nuevo, en una actitud que no deja lugar a dudas: ambos se encuentran muy pero que muy bien juntos. Libres. Sin ataduras y, sobre todo, abandonados a la madrugada, a las risas infinitas y, sí, también a los besos y a los abrazos.
La del “Motomami tour” parece haber pasado página. Se le rompió el amor con Rauw Alejandro y, ahora, quién sabe si pasará la Navidad preparando una buena escudella catalana y unos canelones para San Esteban al actor, conocido por dar vida al cocinero cool de The Bear . Ninguno de los dos artistas se ha pronunciado sobre si existe algo más que una amistad o si las bromas son una antesala a algo más serio, pero sus idas y venidas son cada vez más habituales, largas e intensas. Quienes sí han hablado son, sin embargo, los fans de la cantante, a quienes preocupa que Allen White no sea una buena influencia para una de las voces más potentes de la industria musical española.