A falta de cinco días para que el 2023 llegue a su fin, Isabelle Junot y Álvaro Falcó se preparan para dar el pistoletazo de salida al que probablemente sea el último viaje del año. Un periplo cuyo destino no han querido revelar y en el que están acompañados de su hija Philippa y del orgulloso abuelo materno de la bebé, Philippe Junot, a juzgar por las imágenes que han protagonizado este 26 de diciembre en el aeródromo de la capital. Dispuestos a coger un vuelo con salida desde el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, los marqueses de Cubas, su primogénita y el promotor inmobiliario francés se han dejado ver cómplices, felices y dispuestos a poner el broche a una temporada agridulce para la familia.
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Un viaje familiar como broche a 2023, un año agridulce
Enfundados en looks cómodos, perfectos para volar, el feliz matrimonio, junto a su hija, y Philippe Junot se han mostrado en actitud tranquila a su paso por la terminal, en la que han hecho una parada en el mostrador de facturación de la aerolínea, donde una azafata se ha deshecho en halagos con la preciosa bebé. Radiantes y muy pendientes en todo momento de la pequeña Philippa, montada en el carrito, los adultos han caminado por el interior de las instalaciones: "Todo muy bien, la verdad", ha señalado ilusionado Álvaro a los micrófonos de Gtres, que le han preguntado por estas fechas cargadas de magia, unas fiestas que, según ha contado, van a pasar en familia. Tan cordial y natural como de costumbre, el esposo de Isabelle ha contado que ha felicitado a Tamara Falcó y que, si bien la chiquitina tiene tan solo seis meses de vida, no es la primera vez que coge un avión, pues ya "ha volado un par de veces".
En sus declaraciones también ha recordado la dolorosa e inesperada pérdida que ha sufrido este 2023, la de su madre Marta Chávarri, que falleció a los 62 años el pasado mes de julio, a quien extraña profundamente. El aristócrata era su único hijo y despedirse de ella fue un desgarrador varapalo, más todavía teniendo en cuenta el magnífico momento vital en el que se encontraba tras conocer a su primera nieta Philippa, con la que se le caía la baba y se mostraba encantada. Tanto es así, que tras conocerla, la definió como "guapísima" y "una bebé maravillosa". Un duro trance que Álvaro ha encarado apoyándose en los suyos, en especial en las dos mujeres de su vida: Isabelle y su niña, con quienes ahora cuenta los días para decir adiós a un año de luces y sombras.
De la entrañable estampa navideña a los propósitos para 2024
Si el fallecimiento de Marta Chávarri fue la peor de las noticias para el clan, la llegada de Philippa el 11 de junio en la madrileña Clínica Ruber mediante parto natural, veinte días antes del triste adiós, fue una verdadera bendición. Su nacimiento fue el mejor de los regalos y la gran razón por la que sus papás han sacado fuerzas para sonreír. Fue precisamente el 31 de diciembre del pasado año, coincidiendo con Nochevieja, cuando la exconcursante de MasterChef Celebrity dio la buena nueva junto a su adorado esposo, cuya relación sentimental saltó a la esfera pública en septiembre de 2018: "¡Y pensaba que este año no podía ser más mágico!", expresó en su perfil social junto a un carrusel de imágenes inéditas en las que lucía por primera vez su tripita de embarazada con unos posados en bikini en la playa unos meses después de su mediático e inspirador enlace en el Palacio del Marqués de Mirabel, que tuvo lugar el 4 de abril del pasado año.
Ahora, acompañados por el que fuera el primer marido de Carolina de Mónaco y padre de Isabelle, por quien la coach nutricional y empresaria puso el nombre a su pequeña, los exultantes papás se disponen a despedir un 2023 que permanecerá de por vida en sus corazones y memoria. El primer fin de año que saborean con Philippa, que todavía es muy chiquitita, pero que, con toda seguridad, disfrutarán de forma especial: "Es genial, muy divertida y graciosa", comentaba Isabelle sobre ella, que ha traído "mucha más alegría y más felicidad" a su hogar. Por el momento, los cuatro nos han regalado esta entrañable estampa familiar horas antes de llegar a su misterioso destino desde donde es posible que reciban un 2024 al que la radiante mamá pide "mucha salud, mucha felicidad, mucho trabajo y que las cosas sigan igual".
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