26 de octubre de 2001. Aquel día Blanca Romero se casaba con Cayetano Rivera ante el altar mayor de la Iglesia de San Pedro, de Gijón, con un impresionante vestido creado especialmente por Karl Lagerfeld para la ocasión. El diseño, en satén de seda color blanco, tenía forma de abrigo entallado, con manga larga y pegada, cuello de solapa y botonadura desde el escote hasta la cintura, desde donde el abrigo se abría dejando a la vista una voluminosa falda-tutú de tul plisado.
La novia estaba encantada con la creación y la describía así en las páginas de la revista ¡HOLA!. "Es un abrigo entallado, con muchos botones, todos vestidos, forrados; es muy simple y sencillo, con solpa normal y manga muy larga y pegadita, que acaba en redondo, casi donde empiezan los dedos de la mano, y lleva en el antebrazo unos botoncitos. Tiene, por otra parte, tres aberturas delante, con tutú en satén seda, en un tono que está entre el blanco y el crema. Por detrás va entallado a la cintura y tiene un corte con el tutú plisado, y debajo lleva un cancán, con lo cual es como muy francés, muy de reina antigua y muy fino".
Este traje de Blanca sigue dando mucho de que hablar y 22 años después del 'sí, quiero', Blanca ha desvelado su paradero en una entrevista concedida a la publicación SModa. "¿Conserva en un lugar destacado el vestido de su boda con Cayetano diseñado por Karl Lagerfeld?", le han preguntado. "Tengo que mirar en la buhardilla, pero creo que se lo dejé a mi prima pequeña porque quería ir disfrazada para hacer truco o trato en Halloween y conseguir caramelos. Las cosas tienen el valor que se les dé y a ese vestido había que darle una oportunidad, pasearlo por el monte, no utilizarlo solo un día", ha respondido con total naturalidad.
Blanca, que en el momento de su boda tenía 26 años y triunfaba como modelo, otorgó todo el protagonismo a su vestido, pues tan solo lució un discreto velo sobre su melena suelta y rizada. "El velo es muy sencillo. El peinado y el maquillaje, que me lo ha hecho mi amiga y compañera de trabajo Alicia Jara, es, a la vez, algo muy simple. El pelo lo llevo como lo tengo yo, es decir, rizado, y enganchado para que no se me venga a la cara, pero sin moño ni nada de esas cosas complicadas: lo quiero sencillo para me dure, de forma cómoda, todo el día", contó en ¡HOLA!.
Su elección fue muy comentada en la época y hace tan solo unos meses conocimos que su peinado tenía una historia muy triste detrás. "Veníamos de un entierro. Falleció viniendo para la boda mi primo de 29 años, que era testigo de la boda, mi primo Iván. No tenía ganas de peinarme, ni de vestirme, ni de ninguna pijada absurda”, confesó la actriz durante su paso por MasterChef Celebrity.
La revista ¡HOLA! fue testigo de este enlace, un auténtico acontecimiento al que asistieron 500 invitados y nos dejó una imágen única: la de la inolvidable Carmina Ordóñez ejerciendo de madrina con un espectacular diseño de Valentino.
La pareja era la viva imagen de la felicidad con Lucía, la hija de Blanca a la que Cayetano reconoció legalmente como suya y le dio sus apellidos. “Cayetano siempre me había parecido una persona muy especial, pero no me imaginaba que un día iba a ser mi marido. Ha sido, por tanto, una sorpresa que me ha dado la vida”, declaró Blanca en la revista tras el 'sí, quiero'. El torero, por su parte, dijo: "Para que una mujer, me llegue al alma tiene que ser... como es Blanca. Es dulce, tiene mucha personalidad; tiene, a la vez, carácter... Es una persona de muchos y grandes sentimientos y es muy tierna".
Sin embargo, en 2004, tres años después de la boda, se separaron. En 2013 obtuvieron la nulidad eclesiástica de su matrimonio, y dos años más tarde, el diestro volvió a casarse por la Iglesia con Eva González.