Bárbara Pan de Soraluce es la pintora y artífice de Los Platos de Pan, las exquisitas vajillas de porcelana que ella misma decora a mano con motivos botánicos, marinos, de insectos... y que se han convertido en imprescindibles de las mesas más cool. Con una personalidad tan arrolladora como su creatividad, Bárbara, además, es toda una institución en la vida social de Madrid. Entre su círculo de amigos se cuentan aristócratas, artistas, diseñadores, músicos… Algunos de ellos se reunieron en una divertida e inolvidable fiesta navideña, en la que la pintora ejerció de perfecta anfitriona.
“Me encanta recibir. Mi casa es el centro en el que recaen mis seres queridos, que van y vienen, en estas fechas y siempre”
“A este grupo no solo lo quiero tener en Navidad, los tengo muy cerca todos los días de mi vida”, confiesa Bárbara, con una pasión por el arte solo comparable a su gusto por rodearse de buenos amigos. A Antonio Carmona le une con Bárbara su amor por la música. “Nos conocimos hace más de 27 años, en casa de Gregorio Marañón”, cuenta el cantante y exlíder de Ketama, que no duda en resaltar “la vitalidad, la energía y el magnetismo” de la pintora, así como “su sensibilidad para convertir cualquier cosa que haga en arte”.
“La adoro”, expresa Lorenzo Castillo . “La conozco de toda la vida, siempre he tenido con ella muchísima complicidad, tenemos un sentido del humor muy parecido. Nos une mucho el gusto y la pasión por el arte y por la belleza”. El interiorista señala que Bárbara, Amparo Corsini y Carolina Herrera son su grupo de íntimas de Madrid.
Por tanto, la mujer de Manuel Falcó, marqués de Castel-Moncayo, y la hija de la diseñadora venezolana del mismo nombre no podían faltar a esta fiesta. “Cuando Bárbara entra en tu vida es como si ya la conocieras de toda la vida... Es muy extravertida y generosa”, asegura la cuñada de Tamara Falcó. “Destacaría de ella su sentido del humor y ese atractivo único que tienen las personas que saben reírse de ellas mismas”, añade Corsini. Su socia en el proyecto cultural Philocalist Studio cuenta que Bárbara es “divertida y amorosa, la que mejor baila, la que tiene las mejores carcajadas... Amo su sentido del humor, es detallista, talentosa, buenísima amiga. Bárbara es sinónimo de alegría de vivir”, señala la diseñadora y responsable de fragancias de Carolina Herrera.
La empresaria hotelera Cristina Lozano es otra de las más cercanas de Bárbara. La define como “un torbellino” y recuerda una ocasión en la que “desfilamos juntas en Cibeles, como dos patos mareados —ríe—, pero lo pasamos genial. Siempre me anima a hacer cosas que yo no haría. No se le pone nada por delante”.
Ana García-Siñeriz apunta que, cuando conoció a nuestra anfitriona, “fue un flechazo desde el primer momento”. Entre las virtudes de Bárbara, la periodista enumera que es “original, divertida, muy interesante… y con mucho talento. Es absolutamente única y una de las mujeres más elegantes que conozco, no hace falta ni decirlo. Me encantan sus platos, su casa, su pelo… Ella en conjunto. Es única. Aparte, es una anfitriona excelente. Siempre hace que sus invitados nos sintamos como en casa; mejor que en casa”.
“De Bárbara destacaría su sentido del humor y ese atractivo único que tienen las personas que saben reírse de ellas mismas”, señala Amparo Corsini
Bárbara constata que le encanta recibir. “Mi casa es el centro en el que recaen mis seres queridos, que van y vienen, durante las Navidades y siempre”. Admite que, desde que es abuela, “mis Navidades han recuperado esa sensación festiva, de alegría perpetua, que se pierde un poco cuando los hijos crecen. Mis nietos no dejan espacio a la nostalgia o la melancolía. Lo que más me gusta es pasarlas con ellos”.
Mujer de tradiciones, sostiene que en su casa, en estas fechas, se recuperan muchísimas: “Mi marido trajo de su familia unas cuantas, como las canciones mexicanas de su infancia, y yo de la mía heredé mil supersticiones; nunca faltan unas lentejas el primero de año, claro. Luego, y eso es lo más bonito, hemos ido instaurando nuevas, solo nuestras, que ya se han convertido en innegociables, como un amigo invisible muy divertido con mis sobrinos, una forma particular de descubrir los regalos el 25… Mis nueras también han aportado las suyas. ¡Nuestras Navidades son un compendio de tradiciones!”, dice con humor.
—Bárbara, ¿cómo decoras tu casa: árbol, nacimiento, flores, velas…?
—Árbol, nacimiento, luces, velas, coronas de flores… todo. Este año, por ejemplo, he decorado el árbol pensando en mi nieto, así que los adornos son juguetitos. Me temo que he sacrificado estética por amor —ríe de nuevo—.
—Además de tus vajillas, ¿cómo te gusta vestir la mesa? ¿Eres tradicional o te gusta seguir las tendencias en decoración?
—No sigo ninguna tendencia ni norma de estilo, ni siquiera me inspiro en los colores típicamente navideños; evito la combinación del rojo y el verde, por ejemplo. Me suele gustar la gama otoñal. Improviso según me dé a partir de lo que vea y tenga a mano, pero siempre haciéndolo con muchas ganas e ilusión.
“Tiene una sensibilidad especial para convertir cualquier cosa que hace en arte”, dice Antonio Carmona
—Y tú, ¿cómo sueles vestirte en estas fechas?
—Favorecida. Sin pasarme, pero como hago también en mi día a día, dándole cierta importancia al momento de vestirme.