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Este 2023 ha sido para Laura Escanes un año de luces y sombras, aunque como ella misma dice “la vida es una montaña rusa y simplemente tienes que ser consciente de que todo es temporal. También lo malo. Eso es lo que me da tranquilidad, pensar en el futuro y saber que todo pasa”. A nivel profesional lo termina con muchos éxitos, un nuevo programa de televisión y nuevo podcast, y presentando las campanadas junto a Miki Núñez en TV3. A nivel personal, y tras su ruptura con Álvaro Luna, encara 2024 enfocada en sus proyectos y siempre pendiente de su hija Roma. La influencer y presentadora es embajadora de la cuarta edición de la campaña de Amazon, Delivering Smiles y ha presentado la sudadera solidaria que ha diseñado. Hablamos con ella justo en los días en los que se ha conocido que ha firmado el divorcio con Risto Mejide, “un paso natural cuanto te separas, un momento que tiene que llegar”, como ha comentado. Esta Navidad la pasa en Barcelona con sus padres y sus abuelos, disfrutando de las reuniones familiares que son para ella la manera de recargar pilas.
© JAVIER ALONSO—¿Qué te ha hecho participar en un proyecto como este, Laura?
—Para mí es un orgullo y me hace muy feliz que Amazon ha contado conmigo y poder aportar mi granito de arena en una acción solidaria junto a Aldeas Infantiles. No lo pensé ni un minuto. Ya que tenemos este alcance y me sigue tanta gente, no está de más que a quién le guste la sudadera, pueda participar en la campaña aportando su granito de arena.
—Esta edición de Delivering Smiles está centrada en ayudar a familias en situación de vulnerabilidad a través del programa Emergencia en Casa de Aldeas Infantiles SOS. ¿Cuál es el reto a conseguir?
—Este es la cuarta edición de la campaña de Amazon Delivering Smiles y este año se han donado 100.000 euros al programa de Emergencia en casa de Aldeas Infantiles SOS. Y además también hemos hecho esta sudadera para que parte de las ventas se donen también a Aldeas Infantiles y así que todos mis seguidores se unan a esta causa.
—La sudadera que has diseñado tiene una frase que llevas tatuada.
—No quería que se quedara en algo superficial, que fuera bonita y ya está, quería que tuviera algo de mí. Mi amor por los tatuajes es evidente, Heads in the clouds es una frase que tengo tatuada desde hace algo más de un año y me define mucho. Esos momentos, a lo mejor cuando estás en un avión mirando por la ventanilla, ves las nubes y el cielo, pero en realidad estás absorta en lo tus pensamientos. Creo que es importante parar a veces y hacer ese ejercicio de reflexionar sobre las cosas que queremos en la vida, sobre las cosas buenas que nos pasan, y las no tan buenas, pero hacerlo.
—¿Crees que ser madre te ha hecho más sensible a las situaciones de vulnerabilidad de otros niños?
—Cuando eres madre y cuando tienes niños cerca, eres más consciente. Supongo que de pequeños no nos damos cuenta de estas cosas o no tenemos en mente poder participar en campañas así, pero bueno, eso es parte de la vida. Vas creciendo y vas viendo la realidad de muchas familias que en situaciones como ahora tienen muchas más complicaciones y si podemos hacer algo, pues una vez más lo vamos a hacer.
© JAVIER ALONSO—Tienes una alta voz enorme, llegas a millones de personas que te siguen. ¿Crees que tu participación en una acción como esta puede empujar a otras personas a aportar su granito de arena?
—Yo creo que sí, a lo mejor hay seguidores que a lo mejor no tienen esa conciencia porque son muy jóvenes y no piensan en esas cosas, pero de repente la parte de moda y esta sudadera pues les engancha más y aún sin saberlo están participando. Imagino que Amazon también pensó en mí por eso y vemos ahí ese hueco para llegar a más gente y justamente tenemos este altavoz para comunicar de una manera más profunda.
—¿Cómo serán estas Navidades para ti, qué planes tienes?
—Intentaré buscar todos los huecos posibles para estar con la familia. Yo vivo en Madrid y nos vemos poquito. Así que voy a pasar la mayor parte de las vacaciones en Barcelona con mi hija, mis padres, mis abuelos, encontrar también momentos para los abuelos que durante el año se echan mucho en falta y para las reuniones familiares que siempre vienen bien y te recargan las pilas.
—Ibas a patinar en esta presentación, pero no ha podido ser porque recientemente te lesionaste esquiando ¿qué tal te encuentras?
—Pues me encuentro bien, feliz de poder participar, independientemente de todo, en este proyecto y orgullosa, aunque con una poco de tristeza por haber podido hacer el show con las patinadoras, habíamos ensayado muchísimo y son unas cracks. Pero bueno, yo siempre lo digo cuando pasan estas cosas, es una excusa para no rendirse y volver a intentarlo. Si no antes de que cierre la pista de patinaje el 5 de enero, pues será el año que viene. Al fina, cuando haces deporte, te arriesgas a que puedan pasar estas cosas. Pero bueno, estoy bien acompañada y recuperándome bien.
© JAVIER ALONSO
© JAVIER ALONSO—Terminas el año dando las campanadas ¿Estás nerviosa?
—Estoy nerviosa, pero con muchas ganas. Estas cosas no pasan siempre, a lo mejor sólo me pasa una vez en la vida, así que estoy con las ganas de querer exprimirlo todo, cada detalle, de aprender de todo el mundo. Con nervios también, pero creo que son buenos, al final, significa que estás haciendo algo que te importa y no quieres que salga mal, pones todo de ti para que salga lo mejor posible.
—¿Puedes adelantarnos algún detalle del vestido que vas a llevar?
—No mucho porque el factor sorpresa me encanta. Ya dije que el diseñador es Ze García, que además es amigo y para mí es un orgullo poder llevar un diseño suyo, pero ya no doy más pistas.
—Este ha sido un año profesionalmente increíble para ti, no tanto a nivel personal. Ahora mismo ¿En qué punto vital te encuentras?
—Pues la verdad es que estoy feliz disfrutando de todas las cosas buenas que me pasan. Profesionalmente ha sido un año inmejorable con muchos proyectos y mi mente está ahí. Cuando tienes proyectos que te ocupan tanto y son tan importantes, tienes que darlo todo al 100 por 100. Y en este momento estoy intentando aprender muchísimo y con esas ganas de querer seguir aprendiendo.
—Ha sido un año digamos complicado en el amor…¿Cómo estás?
—Estoy muy bien…lo importante es que no falte salud y trabajo.
© JAVIER ALONSO
© JAVIER ALONSO—A lo largo de tu vida has pasado por varias crisis emocionales. ¿Qué es lo mejor que has aprendido en esa resiliencia?
—Creo que la clave en la vida realmente es no rendirse y seguir adelante. Evidentemente no todo van a ser risas y felicidad y hay momentos más complicados, pero me considero una persona con muchísima suerte y estoy súper agradecida a la vida por todas las cosas que he vivido. Que haya habido momentos más difíciles, sí, pero como todos al final. La vida es una montaña rusa y simplemente tienes que ser consciente de que todo es temporal. Cuando estás mal también pasará y volverás a estar bien. Eso es lo que me da tranquilidad, pensar en el futuro y saber que todo pasa.
—En tus redes sociales eres muy transparente con tu salud mental. ¿Crees que ir a terapia te ha cambiado la vida?
—Si no hubiera ido a terapia ahora mismo no podría estar haciendo una entrevista tan tranquila y estar en redes sociales. Las redes sociales me llevaron a terapia, pero no por malas, sino por todo lo que engloba, y la terapia me ha llevado a tener una mejor relación con las redes y conmigo misma también. La terapia es importante no solo para cuando tienes problemas, sino para conocerte mejor, para tener más herramientas y saber por dónde tirar cuando te sientes más perdido.
—¿Cuál es tu próximo reto? ¿De qué viene cargado 2024?
—Es verdad que estoy en un momento de cambios. Sobretodo profesionales, de ordenar y saber en qué dirección quiero ir. Y eso me gusta, porque los retos me motivan, no quiero quedarme en la zona de confort. Todo lo que vaya a ir haciendo tiene que venir por esas ganas de aprender y cambiar. Si me quedo en el sitio mucho tiempo me aburro.
—¿Por qué brindas este año que está a punto de comenzar?
—Realmente pido y brindo para que mi hija, mi familia y yo tengamos salud. Porque de lo contrario, no puedes disfrutar de nada de lo que vaya a venir.
