“Estas Navidades van a ser mágicas y llenas de luz”. Después de tres años sin celebrar estas fechas tan especiales, Ana Obregón ha decidido poner fin a ello. La llegada de la pequeña Ana Sandra Lequio le ha devuelto la ilusión, y por ella, lo va a hacer. La actriz invita a ¡HOLA! al bautizo de la pequeña, que se celebró en el mismo templo donde se llevó a cabo la misa funeral en memoria de Aless Lequio -30 de mayo de 2020-. “Ha sido impresionante, no ha llorado nada. Se ha portado fenomenal”, nos contó Ana. Sin embargo, la ausencia de Alessandro Lequio ha sido para ella “un desprecio”.
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“Alessandro no es que estuviera invitado, es que es su abuelo y me encantaría que hubiera venido. Me ha sorprendido mucho su actitud y no lo entiendo. Al principio me dolía, pero ya no”
‘Me entristece mucho por Aless’
Sobre la ausencia de Alessandro Lequio, la bióloga afirma que estaba invitado, y va más allá. “No es que estuviera invitado, es que su abuelo y me encantaría que hubiera estado aquí; les he escrito a las dos, a María (su mujer) y a él. Y a Ena, claro, que es su tía, con seis años. Me entristece mucho por Aless, lo veo como un desprecio hacia él. Pero, en fin, cada persona es como es. Me ha sorprendido mucho su actitud y no lo entiendo. Al principio me dolía, pero ya no”.
Días atrás, el colaborador contó en el programa Vamos a ver que había sido invitado, pero que no había contestado. Este asunto ha dado muchos quebraderos de cabeza a la propia Ana, pero ahora ya no le afecta. Este miércoles, el italiano añadía: “Verla tan feliz es algo maravilloso. Todo el mundo sabía que yo no iba a estar”.
“Para mí, la primera Navidad de mi vida fue la primera con Aless, porque, como madre, todo lo ves a través de sus ojos. Y esta va a ser la segunda Navidad de mi vida”
La pequeña Ana Sandra ha sido vestida con el mismo faldón que lució su padre, Aless Lequio, con tres meses de vida. “El faldón, con el que se bautizó a Aless, lo tuve que mandar a arreglar, porque Anita es muy alta. Con ocho meses, usa una talla 16 y pesa nueve kilos. Claro, tiene a quien salir porque su papá medía 1,95”, nos cuenta entre risas. Para Ana, la primera Navidad de su vida fue la primera con Aless, “porque como madre, todo lo ves a través de sus ojos. Y esta va a ser la segunda Navidad de mi vida”. Aunque llevaba tres años sin celebrarla, la bióloga nos cuenta que ha “tirado la casa por la ventana. Me he vuelto loca el seto de la entrada lleno de luces, de bolas, espectacular. Ha vuelto la alegría a esta casa”. Y no es para menos, porque desde que llegó Ana Sandra a su vida, la actriz ha vuelto a vivir, porque cuando hay un milagro, “todo lo demás no importa”.
“El faldón, con el que se bautizó a Aless, lo tuve que mandar a arreglar, porque Anita es muy alta. Con ocho meses, usa una talla 16 y pesa nueve kilos. Claro, tiene a quien salir porque su papá medía 1,95”