Esta semana, la revista ¡HOLA! publica las imágenes de la infanta Cristina, su hija, Irene, y Johanna Zott, apoyando a Pablo Urdangarin durante un partido de baloncesto, el pasado viernes 8. El deportista cuenta siempre con el apoyo de su familia cuando juega en la ciudad Condal, pero también tiene el refuerzo de su familia política, los padres y las hermanas de su novia.
Por si fuera poco, y a pesar de que el nieto de doña Sofía está más que integrado con su familia política, la relación entre la familia Urdangarin y la familia Zott es envidiable. Las cosas entre ellos van bien y la existencia de una gran sintonía entre las dos familias es evidente. Tanto la infanta Cristina como Iñaki Urdangarin, han coincidido con los padre de Johanna Zott, y han compartido risas y buenos ratos mientras apoyaban al joven.
En los últimos meses, son numerosas las imágenes que evidencian la buena relación entre la familia de Johanna Zott y el hijo de la infanta Cristina. Se llevan muy bien, y prueba de ello es como la madre de su chica felicita al hijo de Iñaki Urdangarin tras el partido (abajo, a la izquierda). Por otro lado, la infanta Cristina y Elena Sophie se han mostrado muy risueñas en las gradas del Palacio de Deportes de la localidad barcelonesa de Granollers, equipo donde juega Pablo actualmente. La relación entre las dos consuegras es fantástica.
Aunque de momento, la feliz pareja se encuentra ‘separada’. Johanna ha decidido cursar la beca Erasmus en Munich, Alemania. La joven abandonó la ciudad de Barcelona para viajar a otro país y continuar sus estudios universitarios de Medicina. Sin duda, una gran oportunidad y experiencia; sin embargo, la distancia la separa de su novio por el momento. Pero si hay un partido al que pueda asitir -como el pasado 8 de diciembre-, allí se encuentra ella, apoyando a Pablo Urdangarin. La distancia no es un incoveniente para ellos, y el tiempo afianza su relación.
La joven también estuvo al lado de su chico por su 23 cumpleaños, que se celebró dos días antes del partido. Así que ella no podía pasar este día tan especial a kilómetros de distancia. De momento, Pablo vive en Barcelona por sus compromisos profesionales en el club de Granollers, y de momento, su carrera profesional es imparable.