El 17 de diciembre será siempre un día señalado en el calendario para Ana Obregón, que celebró el esperado bautizo de la pequeña Anita. Una encantadora y emotiva cita que tuvo por escenario la Parroquia de Nuestra Señora de La Moraleja en la capital, cercana al domicilio de la orgullosa abuela, y que congregó a sus seres queridos, desde sus hermanos Celia, Amalia, Javier y Juan Antonio hasta sus sobrinos, su representante Susana Uribarri o su íntimo Raúl Castillo, entre otros conocidos rostros. Nadie quiso faltar a esta reunión cargada de simbolismo que dio comienzo sobre las cinco de la tarde. Fue, en palabras de la intérprete, uno "de los días más especiales y bonitos de mi vida" y, como tal, quiso que los asistentes tuvieran un recuerdo físico del evento, un detalle que les devolviera a esa mágica tarde de invierno en la que la familia al completo volvió a sonreír y a festejar.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Dos modelos de velas personalizadas, la elección de Ana para agasajar a sus invitados
La protagonista de Ana y los siete, de 68 años, cuidó cada detalle del bautizo, una preciosa celebración que todos esperaban con gran ilusión, pues además estaba prevista para septiembre, tal y como Ana adelantó en declaraciones a ¡HOLA!, pero tuvo que posponerse unas semanas. Si bien hubo algunas ausencias marcadas entre los invitados, como Justin, íntimo amigo de la universidad de Aless, que inicialmente iba a ejercer como padrino y que no pudo acudir por incompatibilidad de fechas con su vida en Houston, o Alessandro Lequio, la unión entre todos los seres queridos y Ana fue el denominador común de la tarde. A todos ellos la feliz y radiante actriz entregó un obsequio muy especial: una vela personalizada con el nombre y apellidos de la protagonista y la fecha de la ceremonia.
Tal y como se aprecia en las imágenes que los invitados han compartido del regalo en sus respectivos perfiles sociales, Ana dio dos tipos de vela a los asistentes, ambos cerrados con un gran lazo de satén en rosa pastel: "Bautizo de Anita Lequio Obregón. 17 de diciembre, 2023", reza la etiqueta frontal del vasito de cristal de uno de los modelos, que tiene el dibujo de un elefante azul con un gran corazón rosa y blanco en su interior tanto en la tapa como en la parte delantera, junto al texto. "Gracias por venir a mi bautizo. Anita, 17 de diciembre, 2023", se lee en el otro, cuyo fondo es completamente rosa y en la tapa tiene serigrafiado un pequeño corazón blanco. Ambos ejemplares los colocó sobre una mesita organizados por tipología para que los invitados eligieran su favorito. "Esta vela la guardaré siempre como recuerdo del bautizo", ha expresado Susana Uribarri, unas palabras muy similares a las de su hija; "detalles del corazón", ha agregado por su parte Raúl Castillo, que también está encantado con el presente.
Conoce a Giaccomo Ugarelli y Celia Vega-Penichet, los padrinos de bautizo de la niña de Ana Obregón
Regalar velas, un gesto muy simbólico y representativo
El obsequio que la abuela de Anita, en quien vive completamente volcada, entregó a su círculo es, además de un recuerdo perfecto del gran día que compartieron, muy símbolico, pues las velas generan sensación de paz y otorgan calidez, calma y tranquilidad a cualquier ambiente. Regalar una vela es símbolo de deseo de esperanza y luz, algo que precisamente Ana ha experimentado este año 2023, cuando su vida volvió a recuperar el brillo que perdió tras el fallecimiento de Aless. "Todo ha sido un sueño. Yo me acostaba llorando y me levantaba llorando y ahora lloro de emoción. Las lágrimas de color rojo han pasado a rosa", admitió emocionada este verano a ¡HOLA! en una entrevista exclusiva que ofreció con motivo de su primer verano con la bebé en su paraíso mallorquín, El Manantial. Ahora que el año llega a su punto final, la televisiva se prepara para tomarse las uvas junto a la niña en la intimidad de su hogar, razón por la que esta vez no las presentará desde la madrileña Puerta del Sol como ha hecho los últimos años desde la pérdida de su hijo, excepto en 2021 cuando la pandemia se lo impidió.
Ana Obregón, la más elegante en el bautizo de Anita con un traje al más puro estilo Barbie