Aunque ahora reside en Dubái, Alexandra Pereira ha pasado unos días en España con su marido, el empresario libanés Ghassan Fallaha, y el pequeño Sasha, nacido en agosto de 2022. Durante esta visita, en el marco de la gran fiesta de Moët & Chandon, ¡HOLA! ha hablado con la influencer anteriormente conocida como Lovely Pepa, quien nos ha confesado que sus primeros meses de maternidad no han sido precisamente idílicos: “Está muy romantizada”.
—¿Qué balance haces de 2023?
—Ha sido muy especial porque ha sido el primer año entero que he vivido como mamá.
—¿Qué has aprendido este año?
—Que hay que darse tiempo, después de dar a luz, para disfrutar de la maternidad. Al menos, es mi caso. Hay gente que la disfruta desde el nacimiento de su hijo, pero a mí me llevó seis meses.
—¿Por qué motivo?
—No sé… Creo que las mujeres que tienen un embarazo muy bueno luego tienen un postparto bastante complicado. No diría que tuve una depresión postparto, pero sí que lo pasé un poquito mal. Fue como un poquito duro.
—¿De llorar?
—De llorar, de no saber qué me pasaba, de no estar feliz… Sobre todo, de no encontrar ese vínculo con el peque, que me costó unos meses. Está muy romantizado el momento este de tener un hijo y, automáticamente, es la cosa más importante de mi vida. Que sí, obviamente tienes un instinto de protección y le quiero más que a nada, pero fue un proceso. Ahora me muero con él.
—¿Cómo saliste de esta situación?
—Compartiéndolo con otras personas. Empecé a hablar con más gente y me di cuenta de que no era la única persona que lo estaba viviendo. Cada mujer vive la maternidad de una forma diferente y, al final, nos exigimos tanto porque volvemos al trabajo superrápido.
—¿Cómo ha sido la recuperación postparto, cuando vives tanto de tu imagen y la gente puede mirar con lupa tu cuerpo?
—En ese sentido, he sido muy afortunada, porque he tenido una recuperación física muy muy buena y muy rápida. Pero, a nivel emocional, no ha sido tan buena.
Sus planes para Navidad y para 2024
—¿Cómo está el pequeño Sasha?
—Maravilloso, creciendo muchísimo. Pesa ya 11 kilos. Menos mal que hago deporte cada mañana, porque está muy grande. Va a ser como el padre… Menos mal (ríe). Luego, es un niño muy bueno, aunque no para.
—¿Cómo compatibilizas la maternidad con tu trabajo, teniendo que viajar constantemente?
—Su papá está superpresente. Compartimos las tareas al cincuenta por ciento.
—¿Qué planes tienes para estas Navidades?
—Este año viajaremos al país de mi marido, Líbano. Allí, las fiestas son muy similares a las nuestras, con las mismas celebraciones. La Navidad se vive igual, con cenas familiares supergrandes y un montón de comida maravillosa. Me faltará mi marisco gallego, pero bueno… (ríe).
—Siendo Sasha un niño tan bueno, ¿te planteas darle un hermanito durante el 2024?
—Me quiero dar un tiempo. Ahora que me ha costado tanto disfrutar de la maternidad, me gustaría vivirla así un poquito más. Pero sé que no puedo extenderlo mucho, que tengo 35…