El príncipe Sverre ha sido el último de la lista “real” que ha alcanzado la mayoría de edad este año, después de la princesa Leonor, Christian de Dinamarca, Emmanuel de Bélgica y Alexia de Países Bajos… y, además, a lo grande. El hijo de Haakon y Mette-Marit tenía muchas ganas de hacerse mayor y lo celebró por todo lo alto con su familia, su madrina, Rosario Nadal, que viajó a Oslo para estar a su lado, amigos y autoridades. Como princesa de Preslav, era habitual verla del brazo de su exmarido, el príncipe Kyril, pero desde que se separaron en 2009, después de 20 años de matrimonio y tres hijos (Mafalda, Olimpia y Tassilo), la consultora de arte lleva una vida a la sombra. De ahí la sorpresa de su reaparición, aunque nunca se pierde los días importantes de su gran amiga, la princesa Mette-Marit, su ahijado y la Familia Real Noruega.
El príncipe cumplió años el 3 de diciembre, aunque el aniversario arrancó dos días antes. Magnus (así lo llaman) se presentó con un gran cambio de imagen, en unos nuevos retratos en solitario, y también con un posado familiar —todos con bunad excepto el Monarca— y fue el rey del almuerzo que organizaron sus abuelos, los Reyes Harald y Sonia, para 69 personas en el palacio Real. El Soberano le concedió la Gran Cruz de la Real Orden Noruega de San Olav, y el Parlamento noruego le entregó un cuadro que representa la diversidad de Noruega. Su abuela le dedicó las palabras más cariñosas, alabando su lado aventurero y su amor por la fotografía, y su hermana se prestó a ejercer de periodista, para hacerle su primera entrevista.