Hace más de 25 años, las noches de Telecinco se trasladaban al planeta Marte, un espacio en late night, donde la crónica nocturna de la actualidad, el humor y las entrevistas a famosos nacionales e internacionales estaban a la orden del día. Audiencias que, de momento, no se han vuelto a repetir. El programa coincidió con dos fenómenos televisivos al momento: Gran Hermano y Operación Triunfo. Y Crónicas Marcianas supo sacar provecho a esta situación.
Este martes, vuelve Crónicas Marcianas, ‘el reencuentro’. Su líder, Javier Sardá, nos cuenta cómo ha sido el regreso. “Le he dicho a todo el mundo que disfrute y enloquezca. El que tiene que estar preocupado soy yo”. Pero, el ‘líder marciano’ no estará solo. Aunque fue un programa en el que él era la estrella, sus colaboradores (Carlos Latre, Boris Izaguirre, Paz Padilla, Manel Fuentes o Mariano Mariano) le daban el juego necesario. ¿Sería posible retomar hoy en día la producción de Crónicas Marcianas? ¿Hubo rivalidad entre Pepe Navarro? Javier Sardá nos responde.
“Fui yo el que te dije ‘no puedo más’. Entiende que yo a los ocho de la mañana estaba despierto, no sabía dormir”
Los horarios
- Javier, Crónicas Marcianas vuelve hoy a la pequeña pantalla. En su momento, ¿tú te planteaste aceptar el programa?
- Mucho. Hace veinticinco años, Esta noche cruzamos el Mississippi se fue a Antena 3, y Telecinco se quedó vacío. Yo en ese momento estaba en la Cadena Ser, también haciendo Moros y Cristianos. Imáginate que te dijesen ‘deja de hacer radio y dedícate a hacer un programa en televisión’, pues yo no quería. Es que parece una tontería, pero yo veía a Pepe Navarro a las horas que empezaba su programa, y pensaba ‘madre mía, ir a trabajar a esas horas’. Es un cambio existencial.
- ¿Hubo algún momento en el que te arrepintieras?
- No. Nos dejaron aprender. El error de Crónicas al principio fue hacer lo mismo que se hacía en la radio. Después de un año de emisión, nos dimos cuenta de que no se podía cortar nada, debía haber una continuidad duante todo el programa, con los invitados y las secciones.
- ¿Cuál fue el motivo por el que dejaste Crónicas?
- Los horarios. No podía más. Fui yo el que te dije ‘no puedo más’. Entiende que yo a los ocho de la mañana estaba despierto, no sabía dormir. Luego hacía unas siestas que, en ocasiones, al despertarme no sabía en qué día estaba.
“Nos llamaban telebasura, pero me he encontrado personas conocidas que me han dicho años después ‘cómo me arrepiento de haber sido tan injusto con vosotros en aquel entonces”
- ¿Te intentaron convencer para que te quedarás?
- Sí.
- ¿Y no te dio vértigo ‘dejarlo todo’?
- Mi trayectoria profesional era espectacular, había hecho Radio Nacional por la mañana, Juego de Niños, Moros y Cristianos… Imagínate la suerte profesional que he tenido. Al final estuve ocho años en Crónicas, y te digo una cosa, si se hubiese hecho por la tarde hubiese estado veinticinco años más (risas).
“Parece una tontería, pero yo veía a Pepe Navarro a las horas que empezaba su programa, y pensaba ‘madre mía, ir a trabajar a esas horas’. Es un cambio existencial”
- ¿Dutifrí lo disfrutaste más?
- Sí, muchísimo más. Recuerdo que fui dos años buscando a españoles por el mundo.
- Después de la retransmisión del programa, ¿cómo era tu día?
- Durante el primer año y medio yo me iba a la productora del programa (Gestmusic), pero luego ya no. A partir de que la ‘curva’ der audiencias no admite análisis, nos centrábamos en afianzar las secciones y perfeccionar cosas puntuales. Yo soy el peor jefe cuando hay que implementar algo, pero soy el mejor cuando veo que algo funciona racionalmente.
‘El poder en la televisión es la audiencia’
- En esos años, ¿hay algún momento que digas ‘me arrepiento’?
- No sé que decirte. El paso del tiempo hace que nos quedemos con los mejores momentos. Ahora mismo, no te puedo decir nada en concreto, aunque después de las emisiones sí que hubo momentos de decir, ‘esto no me ha gustado tanto’.
- ¿Intentaron que cayera Crónicas?
- Sí, pero con la audiencia que tenía era complicado. El poder en la televisión es la audiencia.
- ¿Teníais escaleta?
- Había una escaleta básica de contenido y un guión mínimo. Escribir el programa de cada noche era imposible. Además, el director era yo, algo muy importante; esto era algo bueno porque íbamos improvisando, y podía decir esta sección se va a largar, esta entrevista se corta ya… Tenía que caber todo, porque al final llevabas a gente para entrevistar, pero no había un guión como tal.
- ¿Cómo dirigías el programa?
- Es verdad que escribía los mensajes en la mesa, y había una especie de tablet en la que yo escribía y estos mensajes iban directamente a realización.
- Podemos decir que Crónicas fue el pionero de muchos programas que vinieron detrás. ¿Crees que Sálvame ha sido uno de ellos?
- Sí, porque todos hemos tenido conexión con todo. La grandeza de Crónicas era la hora en que se emitía, porque se podía hacer de todo.
Los recuerdos
- Más allá de los momentos tensos, ¿qué momentos bonitos recuerdas?
- Son tantos... Por ejemplo, recuerdo mucho a Galindo, que lo conocía desde muy joven. Cuando le llamé para trabajar, lo primero que me dijo fue ‘¿a qué hora va a ser este programa?’ Por la mañana no, eh’ (risas).
- En este reencuentro, ¿qué ‘marciano’ hacía más tiempo que no veías?
- Con Carlos Latre o Boris. A Paz Padilla la voy viendo más a menudo. Luego, con Mariano Mariano suelo ir a cenar y ya tiene el equipo de grabación preparado para su programa de radio (risas).
- ¿Quién te hubiera gustado que estuviese en el reencuentro?
- Manel Fuentes, pero no ha sido posible. Boris estará de alguna manera, ya lo veréis…
- Si te dicen, ‘Javier, no va a ser solo un programa y va a ver continuidad’ ¿Aceptarías?
- No, lo tengo muy claro. A estas alturas, no. Hacemos un reencuentro, que es una única noche. Y si funciona, haremos otro, como mucho.