Los diamantes son los mejores amigos de una chica. No lo decimos nosotros. Fue cosa de Marilyn Monroe, vestida de satén rosa para la eternidad en Los caballeros las prefieren rubias. Eso ocurría en 1953. Pues bien, una década antes exactamente, la familia Suárez ya se había dado cuenta de que los amores, e incluso las amigas, pasan, pero una piedra preciosa en cambio... y engarzada en oro y platino... ¡Ay! Eso es para siempre. Y estuvieron tan acertados que estas emblemáticas joyerías acaban de cumplir la friolera de 80 años que, entre otros, fueron celebrados por la pintora Lulu Figueroa, nieta de la recordada condesa de Romanones.
-¿Tú eres muy de joyas?
-Pues ahora sí.
-¿Ahora qué significa?
-Es que antes, cuando tenía 18 años, mi abuela siempre me ofrecía que me pusiera sus joyas y yo decía: “¡Qué horror!” Son de noche y me hacen mayor. Y ahora, sin embargo, me encantan. Está claro que las joyas también tienen sus momentos, como todo.
-¿Conservas alguna especial de tu abuela?
-Tengo un brazalete, con la figura de una cebra, maravilloso. Me recuerda muchísimo a ella. Ahora mismo no sé decirte quien fue su diseñador, pero es una pieza muy especial para mí.
-¿Por algún motivo?
-No. Es como que ella la guardó expresamente para mí. Y no porque yo le dijera nada, sino no sé porque le gustaba mucho y quería que la conservase yo. ¡Qué maravilla! Es como llevar un trozo de mi abuela.
-Sí, es un recuerdo para toda la vida.
-Sí, totalmente. Cada vez que lo que lo llevo me acuerdo de ella.
-¿Cómo pasarás estas Navidades?
-Con mi familia, porque soy muy familiar. Y luego también con muchos amigos, que son como mi familia elegida.
-¿Dónde?
-Pues como siempre me iré a Jerez, que este año nos juntamos como creo que más de cuarenta. Cada vez somos más y es muy divertido. Cuando los niños sean mayores sí que me gustaría hacer más escapadas y viajar los cuatro juntos, pero de momento son muy pequeños.
-Es que es verdad que las Navidades con niños son como muy diferentes.
-Sí, tienen como su punto divertido y las disfrutas más.
-Cómo que revives las de tu niñez, ¿no?
-Claro, vuelves a revivir la infancia y tienes una ilusión que compartes con ellos.
-¿Cómo ha sido el año? ¿Qué balance haces?
-Pues estoy muy contenta, la verdad. He trabajado mucho. También he podido ver a mis niños crecer. Mi trabajo me deja trabajar, pintar y poder estar con ellos, con lo cual estoy muy contenta de seguir así, con este mundo que cambia cada dos minutos.
-¿Dónde encuentra la inspiración para pintar?
-Más que buscar, la encuentro en el momento que estoy viviendo. O sea, yo ahora mismo estoy metida con mis hijos, la familia, la maternidad. Mi próxima exposición va a girar en torno a eso.
-¿Quién es tu mayor crítico?
-Pues la familia siempre y, sobre todo, mi marido y mi madre. Ellos son mis mayores críticos. Para mí lo que opinen ellos es muy importante. Mi marido va viendo la evolución, pero no me dice nada, aunque yo le pregunto.
-Eres osada, te arriesgas.
-Me gusta hacerlo porque valoro mucho su opinión, su punto de vista. Es muy importante. Al final, él me ve todos los días y ve lo que estoy haciendo.
-¿Cuál es tu propósito para el 2024?
-Poder seguir haciendo lo que me gusta, que es lo que estoy haciendo ahora.