La naturalidad con la que se muestra Paula Gonu, le ha servido para ganarse el cariño de la gente. Las cifras no mienten: más de 2 millones de seguidores en Instagram, toda una legión de personas que no quieren perderse el día a día de la catalana. Trucos de belleza, contenido de moda y sobretodo, mucha comida, porque la influencer es una apasionada de la cocina, y nos confiesa que es su manera de “demostrar amor”. Hablamos con ella en la premiere de Berlín, y nos cuenta dos proyectos en los que ha puesto mucha ilusión... Además hace un balance del 2023 y desvela en ¡HOLA! que pide para el próximo año.
“Me gusta cocinar en petit comité, para mis amigos y mi familia, porque para es mi lenguaje del amor; si te cocino es porque te quiero, y cuando veo tu cara disfrutando del plato para mi es brutal”
- Paula, ¿cómo estás?
- Muy bien, pasando frío pero hay tanta gente en el photocall que se me ha pasado rápido (risas)
- ¿Eres seguidora de La casa de Papel?
- Sí, he visto toda la serie. Es verdad que en las primeras temporadas estaba súper enganchada, y después me coincidió con unos temas personales, pero cuando pude la retomé. Tengo muchas ganas de la secuela de Berlín, porque era mi personaje favorito.
- Entonces, si tuvieses que ser un personaje en la serie, ¿cuál serías?
- Tokio, porque es la más cañera, la más confiada, segura y encima cae bien.
- En tu día a día, ¿eres como ella?
- No, en absoluto.
- Si robar estuviese permitido, ¿qué robaría Paula Gonu?
- Creo que robaría un restaurante gigante, con una cocina increíble, terraza y mesa de Dj para estar con todas mis amigas y mi familia.
- A ti te encanta el mundo de la cocina, ¿no has pensado abrir un restaurante?
- ¡Me encantaría! Pero luego tengo a tanta gente en el entorno que está metida en el mundo de la hostelería, y veo el sacrificio y los dolores de cabeza que da… Y es verdad que en mi vida ya tengo cosas que me generan dolores de cabeza, no sé si me atrevería, me daría miedo.
“Estoy abierta a conocer a gente, al amor romántico como lo he conocido hasta ahora no, porque me he llevado muchas decepciones y ahora mismo no creo en eso. ¡Todos mienten! (risas)”
- ¿Por qué?
- Pues porque me gusta cocinar en petit comité, para mis amigos y mi familia, porque para es mi lenguaje del amor; si te cocino es porque te quiero, y cuando veo tu cara disfrutando del plato para mi es brutal. Y cocinar para gente desconocida, que después puedan opinar, sabiendo lo que es, porque yo estoy expuesta en redes sociales y hay gente que me critica…
- Profesionalmente no paras, ¿qué proyectos tienes en mente?
- Tengo dos, y me hacen mucha ilusión. Uno es más personal, y tiene que ver con la cocina, pero no es un restaurante (risas). La gente me lo ha pedido mucho y para mí sería un sueño.
- ¿Y el otro?
- Tiene que ver con encontrar novio.
- Pues dicen que si lo buscas, no lo encuentras…
- Ya pero yo no lo he buscado y tampoco ha aparecido, entonces a lo mejor en mi universo tengo que buscarlo (risas). No es buscar novio, pero si conocer a gente maja, normal, que es una palabra que se usa mucha, pero se encuentra poco.
- Entonces, ¿podemos decir que estás abierta al amor?
- A conocer a gente, al amor romántico como lo he conocido hasta ahora no, porque me he llevado muchas decepciones y ahora mismo no creo en eso. ¡Todos mienten! (risas).
- Por otro lado, ¿qué serie estás viendo?
- Estaba viendo una anime, porque últimamente me he dedicado más a leer. Empecé una saga súper larga, y hasta que no me la termine no puedo parar.
- La serie de cabecera a la que siempre recurres cuando estás mal.
- Cómo conocí a vuestra madre.
- Por último, ¿qué planes tienes para estas Navidades?
- Pues subir cada día un vídeo a Youtube, en el mes de diciembre. Y pasar estas fechas tan especiales en familia. Mi intención es volar a Brasil para pasar fin de año ahí.
- ¿Te vas con amigos?
- Sola. A ver cómo lo hago, y si no me entra el miedo. Es un reto que tengo pendiente.
“Tengo a tanta gente en el entorno que está metida en el mundo de la hostelería, y veo el sacrificio y los dolores de cabeza que da… Y es verdad que en mi vida ya tengo cosas que me generan dolores de cabeza, no sé si me atrevería, me daría miedo”