A sus 77 años puede presumir de ser uno de los nombres imprescindibles de la música. Sin embargo una impecable carrera no se consigue sin algún que otro bache como ahora ha contado Cher. La veterana cantante se ha sincerado acerca de la que considera como una de las peores decisiones que ha tomado en su vida. Fue en el año 1988 cuando salió a la luz Believe, que se ha convertido por derecho en una de las melodías más exitosas de la intérprete. No tenía entonces Cher tantas tablas profesionales lo que la llevó a rechazar incluir su nombre en la lista de compositores a pesar de que ella fue artífice de algunas de las frases del tan coreado estribillo. “No os podéis imaginar cuánto me arrepiento” comentó.
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En declaraciones a la BB Radio 2, explicó que el tema lo escribieron unas treinta personas. “Fui tan estúpida. Ni siquiera les pedí que me incluyeran entre los compositores” dijo. El éxito de la canción, que firman nombres como Brian Higgins, Paul Barry, Stuart McLennen, Steve Torch, Matthew Gray o Timothy Powell, y productores como Mark Taylor y Brian Rawling, fue apabullante. Se han llegado a vender más de 11 millones de copias, alcanzó el primer puesto de las listas de éxitos en 23 países y sigue siendo el sencillo de una artista femenina más rentable de la historia, además de que se sigue reproduciendo en Spotify cientos de veces. Todo ello se traduce en unas ganancias millonarias para quienes tienen los derechos. “Podía haber ganado un montón de dinero” aseguró Cher.
Los versos que aportó la artista son algunos de los más repetidos en el estribillo. “Cause I’ve had time to think it through/ and maybe I’m too good for you (Porque he tenido tiempo para pensar largo y tendido/ y quizás soy demasiado buena para ti)”. Recordó Cher por qué escribió entonces estas palabras. “Yo escribí eso y mi línea de pensamiento entonces era que una chica puede mostrar su fastidio en un verso, pero no en dos, al menos no en mis canciones” comentó. Con una carrera de más de seis décadas a sus espaldas, Cher parece haber encontrado no solo la fórmula del éxito sino el secreto de la eterna juventud.
Una de las cosas que la ayuda a presumir de aspecto juvenil es su novio, el productor musical Alexander Edwards, del que la separan 40 años (él tiene 37 años) y con quien tiene una relación de idas y venidas. “Odio hablar de lo feliz que me hace, pero es así. Lo pasamos muy bien juntos. Podemos hablar de música, de todo. Nos entendemos el uno al otro” confesó hace poco a Extra. Se confiesa feliz aunque no tiene intención de dar el paso hacia el altar con él. “No me volvería a casar. No porque no sea capaz de amar a alguien lo suficiente, sino porque no lo necesito. Alexander me regaló un anillo para demostrar que me quiere. Con eso me basta” aseguró.