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María, Marta, Lucía, Gabriela, Vituco, Sito, Pablo, Álvaro, Luis, Martín, Matilda, Vega… Podría parecer la alineación de un equipo de fútbol, pero ellos son mucho más que un equipo, son la familia más conocida de las redes sociales en España, y si fueran un club, está claro que jugarían en Champions. Las han llegado a llamar las Pombashian, comparando su fenómeno con el de las hermanas Kardashian, pero hay una diferencia muy grande y es que el secreto del éxito de las Pombo no reside en vidas de ensueño y grandes excentricidades y pretensiones, sino en algo mucho más simple: su normalidad y sus valores. Con sus alegrías y sus penas, sus risas, peleas, incertidumbres y sueños… como todo el mundo.
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Los conocíamos a través de las redes, donde, desde hace diez años, María emprendió una carrera, cuando por entonces ni se conocía el término influencer , y poco a poco sus hermanas, Lucía y Marta; sus padres, Vituco y Sito; su marido, Pablo Castellano, y sus cuñados, Álvaro López Huerta y Luis Zamalloa, también pasaron a despertar una gran expectación y a sumar miles de seguidores.
“Diría que soy la más alegre y espontánea. Soy como un parche de positividad y me gusta estar siempre cuando me necesitan”, cuenta Marta
Pero si pensábamos que lo habíamos visto todo de ellos, ahora nos han sorprendido de una manera muy diferente en la nueva serie documental de cuatro capítulos que acaban de estrenar, el pasado 29 de noviembre, en Prime Video, que está arrasando y se ha puesto en el número uno de lo más visto de la plataforma de streaming en España. Y es que Pombo es un éxito, pero, sobre todo, es un fiel reflejo de la esencia de esta familia. Comparten desde sus rutinas más cotidianas hasta el nacimiento de la pequeña Vega, los preparativos de la boda de Marta con Luis, los miedos de Lucía ante la maternidad, los bailes y la voz de Gabriela, hasta sentidas palabras sobre la enffeermedad que padecen María y su madre, Sito, o los divertidos planes con su abuela Teresa. Todo acompañado con imágenes antiguas, que son auténticas joyas que Vituco ha ido grabando desde hace décadas.
Así son los Pombo, sin trampa ni cartón, y con parte de ellos hemos podido hablar sobre cómo han vivido este rodaje, cuáles son sus mejores anécdotas, los momentos en los que más se han emocionado y su papel en esta piña de familia.
María y Pablo
Con ella empezó todo y, sin soltarla de la mano, han ido siempre los suyos, porque, como dice la canción que ha hecho el cantante Ters para el documental, son “inseparables”. Ahora, aún con los sentimientos a flor de piel después del estreno y de la increíble acogida que está teniendo, se siente inmensamente feliz . “Me emociona haber podido tener la oportunidad de hacer este proyecto con mi familia, vernos en pantalla a todos juntos es una sensación muy impresionante”, confiesa María sobre este gran trabajo que llevan preparando desde hace meses. “Para mí ha sido dar un paso más el que vieran la esencia de nuestra casa y nos conocieran un poco más a fondo”, explica sobre lo que ha significado para ella dar el salto de Instagram a una plataforma de streaming en formato docuserie.
En el rodaje, María estaba embarazada y, sin duda, el nacimiento de Vega es una de las partes más emotivas: “Me quedaría con el parto de Vega y la escena del olivo, donde agradecemos todo lo bueno que nos pasa”. Ella siempre ha compartido con sus seguidores sus momentos buenos y también los no tan buenos y aquí también abre su corazón para hablar de sus etapas difíciles: “Quizás lo más complicado fue enfrentarme a hablar sobre mi enfermedad”. Y es que justo al poco tiempo de enterarse de que estaba embarazada de su primer hijo, Martín, le diagnosticaron esclerosis múltiple, una enfermedad que padece su madre desde hace años.
Pablo, su marido, es su gran apoyo y el amor de su vida, y a los ojos de la gente siempre han sido una pareja idílica, pero reconocen que discuten como cualquier matrimonio porque los dos tienen mucho carácter, aunque lo bueno es que al momento se les olvida. El empresario, que se dedica al sector de la construcción, se siente muy feliz por formar parte de esta familia, a la que describe como “divertida y generosa”. A la hora de escoger su momento más divertido, no duda: “El pequeño chantaje que le hice a Martín para que viniera corriendo hacia mí a cambio de una pequeña sorpresa. Todo el mundo sabía que algo le había dicho al niño para que fuera directo a mí… Esto lo solemos hacer muchas veces y no suele venir tan decidido”.
En lo que tampoco duda María es en definir su propio rol en esta familia: “Creo que he cogido el relevo de Papín en cuanto a hacer planes y grabar los momentos juntos para que luego queden en el recuerdo”. Y tiene claro quién es el que más va a sorprender a los espectadores: “Papín”.
Marta y Luis
Ellos han sido los protagonistas de la última gran celebración familiar. Marta, la mediana de las hermanas, se casó el pasado 21 de octubre con Luis Zamalloa , con quien justo un año antes daba la bienvenida a su primera hija, Matilda.
Marta es pura energía, vitalidad y la más aventurera de todas. “Diría que soy la más alegre y espontánea. Soy como un parche de positividad y me gusta estar siempre cuando me necesitan”, afirma. Ella también se dedica al mundo de las redes y es empresaria y, a pesar de que está acostumbrada a compartir muchos aspectos de su vida, reconoce que “ha habido días que lo que menos te apetecía era tener tres cámaras apuntándote”, aunque destaca que “todo el equipo ha sido maravilloso, superrespetuoso y amable”. ¿Lo que más le ha emocionado?, lo responde rápidamente: “Cualquiera de los vividos con mi abuela. Intento aprovechar al máximo cada rato con ella porque sé que es un regalo tenerla con nosotros”.
“No hay absolutamente nada que no sea real. Que María salga limpiando los baños es real. Hasta que se fue de casa nos repartíamos las tareas”, explica Lucía
Como todos, está asombrada por el éxito que está teniendo Pombo nada más estrenarse y confiesa que es “maravilloso sentir el cariño de tanta gente”.
Su marido es el último “fichaje” de la familia y está encantado por ser uno más de ellos y haber sido tan bien acogido… sobre todo por el padre de Marta. “Con Vituco la conexión fue buena desde el primer día, es un suegro muy fácil”, asegura el odontólogo. A su vez, le acusa de ser el causante de sus ataques de risa: “Ya lo veréis, me muero de la risa con la facilidad de flatulencia que tiene”. Pero no solo ha llorado de la risa, también de felicidad: “La pedida de mano de Marta, para mí, a nivel personal, fue el momento más emotivo”.
Lucía y Álvaro
Lucía es la mayor y la que ha seguido la saga familiar en el mundo de la aviación. Es piloto comercial y también influencer y, como ella misma apunta, “tal vez la menos conocida, pero sin duda la más extravertida”. Nos desvela que también es nostálgica y nos explica que tal vez sea por “la suerte de poder conocer mi pasado y el de mi familia. Mi padre ha grabado mucho a lo largo de su vida y eso ha hecho que yo haya conocido sus vidas mucho mejor”. Y ahora, de este nuevo recuerdo para el mañana que han grabado todos juntos, cree que lo que más va a llamar la atención es la “famosa normalidad de la que hablamos, porque no hay absolutamente nada que no sea real”. Pone como ejemplo una escena en la que María limpia los baños. “A día de hoy, evidentemente, le toca limpiar menos, porque ya no vivimos juntos, pero hasta los 20 años, que se fue de casa, teníamos una hoja en la nevera con las cosas que le tocaba hacer a cada una. Créeme, había muchas peleas”, dice entre risas.
“Quizás, lo que me ha resultado más difícil grabar es el enfrentarme a hablar sobre mi enfermedad”, confiesa María, que padece esclerosis múltiple, como su madre
Pero, ante todo, de Lucía podría decirse que es la hermana mayor por excelencia, la que siempre está pendiente de los suyos: “Creo que mi rol es el de protección y resolución. Por mi familia daría mi vida y me hace falta una sola mirada o un pequeño silbido para que yo vaya al rescate con todas mis armas”.
Su marido, Álvaro, también triunfa en redes y es el gran bromista de la familia. Lleva muchos años entre los Pombo y para él no ha sido difícil “ganarse” a su suegro: “Siempre nos hemos llevado muy bien gracias a que pasamos mucho tiempo juntos y, sobre todo, porque nos parecemos en muchas cosas. Podría ser mi padre perfectamente”. Su anécdota favorita nos cuenta que es “el susto que me da Marta (no falla) y el momento pedos en el cuarto de mis suegros”. Y la más emotiva: “La parte en la que Vituco y Sito hablan de la enfermedad y vemos vídeos antiguos de mi Sito y de las niñas. Da igual las veces que lo vea, que siempre se me escapa alguna lágrima”.
Gabi, la cuarta hermana
Es una más. Su madre trabajaba en casa de las Pombo y ella nació y se crió con ellas. Gabi está muy agradecida por ser parte de esta familia: “Me hacen muy feliz todos y cada uno de ellos, a mí y a mi madre nos han dado un cariño increíble”.
Sus hermanas son su “ejemplo a seguir”, aunque su sueño más que en las redes está también en la música y, a pesar de que le da algo de vergüenza, se ha atrevido a cantar ante las cámaras. “Me considero una persona extrovertida y no me suele dar vergüenza nada, pero justo el tema de cantar en público es algo en lo que estoy trabajando. Espero poder sorprenderos un día con la combinación completa de canto y baile”.
Ella ha crecido viendo la fama de María y, aunque esté acostumbrada, todavía hay cosas que le impresionan: “Como es algo que llevo viendo desde pequeña, ahora no me ha impactado tanto; te diría que ha sido algo progresivo. Ahora bien, he de confesar que todavía me sigue sorprendiendo cuando me paran por la calle”.