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Fue en el año 2015 cuando Kaia Gerber debutaba como modelo. Por entonces tenía 13 años y una larga carrera por delante con muchos retos, algunos complicados, el principal de ellos, demostrar su valía y marcar su estilo llevando el apellido Crawford en un mundo el que su madre —a la que se parece cada día más— es todo un referente. Era tan solo una niña, pero demostró que quería luchar por su sueño de ser modelo y pronto comenzó a recorrer con sus infinitas piernas las pasarelas más importantes del mundo. Y no solo ha conseguido ser uno de los rostros más cotizados de la industria, también ha hecho varios trabajos como actriz en la pequeña y en la gran pantalla. Kaia emprendía así su vuelo en solitario, con nombre propio y un estilo diferente, pero siempre siguiendo los consejos de su madre, Cindy Crawford, y siendo consciente de que ser su hija le ha abierto muchas puertas.
© CORTESÍA OMEGA“No voy a negar el privilegio que tengo. Incluso solo por tener una gran fuente de información y alguien que me da buenos consejos”, decía en una reciente entrevista con Elle. Ahora, madre e hija se han reunido en una cita muy especial, en la exposición Planet OMEGA, celebrada en la Chelsea Factory de Nueva York, donde pudieron ver algunos de los relojes más emblemáticos del pasado y presente de la firma y, una vez más, han deslumbrado y han dado muestra no solo de su gran parecido, sino de su gran complicidad.
Ambas son embajadoras de la prestigiosa casa suiza de relojes. Cindy fue la primera, nombrada en 1995, y su hija se unió a la familia en 2017. Ellas también son pasado y presente, son diferentes generaciones, separadas por 35 años —Cindy tiene 57 y Kaia 22—, pero las dos tienen una misma pasión por la moda y ponen su corazón en cada uno de sus trabajos.
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