John Travolta es un piloto de vuelo experimentado y al igual que le sucedió al mítico Indiana Jones, el actor Harrison Ford, ha tenido experiencias para olvidar a bordo de su aeronave. El protagonista de Grease, que se despidió hace tres años de su esposa Kelly Preston y catorce de su hijo Jett, ha recordado ahora cómo fue uno de los viajes con su familia en el que estuvo a punto de perder la vida mientras pilotaba un avión. Han pasado más de tres décadas de lo ocurrido, era el año 1992 cuando viajaba con su mujer y sus hijos y se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan en Washington. El intérprete, de 69 años, vivió un momento de verdadero pánico y ha explicado ahora cómo logró evitar un accidente que podría haber sido fatal.
De ello, ha hablado en la promoción de su última corto de Disney+ The Shepherd, producido por Alfonso Cuarón, que cuenta la historia de un piloto de combate en la Segunda Guerra Mundial que sufre un accidente por un fallo eléctrico, algo que le ocurrió a él mismo en la vida real y le sirvió como fuente de inspiración para abordar este proyecto. El jet en el que viajaba "experimentó un fallo eléctrico total" mientras sobrevolaba la ciudad de Washington con su familia. "Por eso, cuando leí el primer guion, resonó aún más por esa experiencia que yo personalmente viví. Yo supe lo que se siente cuando piensas sin duda que vas a morir". Travolta, en ese momento, se encontraba pilotando su avión desde Florida a Maine para la cena de Acción de Gracias. "Tenía dos buenos motores de reacción, pero no tenía instrumentos, ni electricidad, ni nada. Y pensé que era el fin", revela.
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Al final consiguió aterrizar "como si fuese un milagro", cuenta. "Milagrosamente, descendimos a una altitud menor, vi el Monumento a Washington DC e identifiqué que el Aeropuerto Nacional de Washington estaba justo al lado e hice un aterrizaje tal como lo hace el personaje de Freddie en la película". Al haber vivido esa traumática experiencia sabe lo que se siente y confirmó que Ben Radcliffe, el protagonista del corto, ha sabido trasladar esa desesperación cuando uno piensa que realmente va a morir. Travolta interpreta en el filme a un misterioso piloto que aparece en el cielo, listo para guiar al joven a un lugar seguro.
Según un informe del Washington Post, ese aterrizaje de emergencia tuvo lugar el 24 de noviembre de 1992, hace exactamente 31 años. Aunque el actor logró aterrizar de manera segura, reventando sólo los neumáticos del avión, una investigación de seguridad determinó más tarde que el fallo eléctrico casi provocó que el avión de Travolta chocara en el aire con un Boeing 747 e hizo que los vuelos se suspendieran temporalmente en cuatro aeropuertos. Afortunadamente todo quedó en un susto del que ha hablado tres décadas después.