Mishel Gerzig sostiene que, si tuviera el poder de detener el tiempo, lo haría en el día de su boda, porque no quería que acabara nunca. Y a nadie le puede extrañar. La modelo se convirtió en la mujer de Thibaut Courtois, el portero del Real Madrid, a principios del pasado mes de julio, en una fabulosa boda digna de un cuento de hadas. De hecho, se celebró en un castillo, el Château de la Croix des Gardes, en Cannes. El suyo fue un enlace lleno de emociones y momentos mágicos, tras la romántica pedida de mano que protagonizaron el año pasado en Positano. Durante unas vacaciones en el mar Tirreno, el deportista belga puso rodilla en tierra y le entregó un fabuloso anillo de compromiso a su novia. Pero la auténtica joya en la vida de Courtois es Mishel, una impresionante belleza rubia, más radiante todavía, si cabe, gracias a las deslumbrantes piezas de Cartier con las que posa en este reportaje.
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Luchar por sus sueños
La modelo lleva desde los trece años recorriendo el mundo, protagonizando campañas y portadas de prestigiosas revistas de moda. Inteligente y decidida, a sus 26 años, sabe lo que es luchar por lograr sus sueños, porque no todo ha sido siempre de color de rosa. “Mi madre recibía muchas propuestas para que posara, pero le daba miedo introducirme en ese mundo, sobre todo, a una edad tan temprana. Eventualmente, decidimos juntas darle una oportunidad”, recordaba Mishel en estas páginas sobre sus comienzos en la moda, cuando, en su temprana adolescencia, sus padres conducían hasta cinco horas para llevarla a castings y sesiones de fotos.
“La joya de mi vida son mi familia y mis amigos. Las cosas más valiosas de la vida no son las que puedes comprar con dinero”
“Cuando cumplí los 16, firmé con agencias de modelos en Miami y Milán y mi madre decidió dejar su trabajo para acompañarme. Mis padres me apoyaron muchísimo y siempre les estaré agradecida”, contaba Mishel, que reconoce la dificultad, sobre todo a esa edad, de compaginar los estudios con su incipiente carrera de modelo: “No fue fácil, para nada. Pero mis amigas y mis profesores me ayudaron para que pudiera seguir con mis estudios. Me perdí muchas excursiones del colegio y muchas fiestas, pero sabía que era un sacrificio necesario para progresar en mi carrera y no me arrepiento”.
Cuando ya había alcanzado la edad adulta, tuvo que luchar contra el monstruo de la ansiedad : “Quería devolverle a mis padres todo lo que me habían dado. Empecé a trabajar intensamente, a volar por todo el mundo y algo no estaba bien. Un día, en el avión en el que me dirigía a un trabajo, empecé a sentir que me faltaba el aire, se me nubló la vista, mi corazón latía muy rápido y no sentía mi cuerpo. Pensé que me estaba dando un ataque al corazón y, en realidad, estaba sufriendo un ataque de pánico. Fue un año muy oscuro en mi vida. Gracias al apoyo de mi familia y de mis amigos, pude luchar contra ello y trabajar en mi salud mental. Leí y estudié acerca de los ataques de pánico y aprendí a practicar la respiración y la meditación. Así que, cada vez que sufro uno, sé cómo reconocerlo, cómo respirar profundamente y cómo hablarme a mí misma: me recuerdo que soy fuerte, que estoy sana y que pasará en un rato”.
“Física y emocionalmente”
Esa fortaleza y templanza que adquirió tras verlo todo negro le ha servido de mucho, sobre todo para servir de apoyo a su marido. Thibaut Courtois, considerado uno de los pilares del Real Madrid y uno de los mejores deportistas del mundo —el año pasado, en la gala del Balón de Oro, fue galardonado con el Trofeo Yashin como mejor portero de la temporada 2021-22—, se lesionó en un entrenamiento a pocos días de empezar la liga de fútbol. Tras ser operado de rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, está en plena recuperación, pero su vuelta al terreno de juego está todavía lejana.
—Mishel, para Thibaut estará siendo difícil estar tanto tiempo sin poder jugar. ¿Cómo le estás apoyando anímicamente?
—El primer mes fue muy difícil, pero me mantuve positiva y apoyé a Thibaut física y emocionalmente.
—Ya han pasado cuatro meses de vuestra boda, ¿cuál es el recuerdo más especial que tienes de ese día?
—La ceremonia y el “sí, quiero” con Thibaut.
—¿Qué anécdota divertida o inolvidable compartirías con nuestros lectores de tu boda?
—La armonía que hubo entre todos, entre los amigos y la familia, y lo bien que lo pasaron todos. La verdad, la felicidad de ese día tan especial.
“El recuerdo más especial que guardo del día que nos casamos es la ceremonia y el ‘sí, quiero’ con Thibaut”
—¿Cómo te trata la vida de casada? ¿Has notado algún cambio desde que te convertiste en la esposa de Courtois?
—En general, nos sentimos igual, pero los dos estamos muy contentos e ilusionados con este nuevo capítulo.
—En este reportaje posas con piezas de Cartier. ¿Te gusta llevar joyas habitualmente?
—Sí, me gusta llevar joyas, pero minimalistas.
“Nos sentimos igual, pero los dos estamos muy contentos e ilusionados con este nuevo capítulo”
“Un look inolvidable”
—¿Cuáles son tus favoritas, las que más sueles llevar?
—Dos collares que tengo, mi anillo de boda y, a veces, una pulsera.
“Si pudiera disponer de más tiempo, lo emplearía en ver más a mis amigos y a mi familia, porque viven lejos”
—Y cuando se trata de deslumbrar en un evento, ¿cuáles son tus piezas preferidas?
—Creo que las joyas son muy importantes para completar un look inolvidable e icónico. Así que elijo mis joyas para que combinen con mi vestido. Pero, en general, me encantan los pendientes especiales y llevar múltiples anillos.
—¿Qué joyas son las más especiales de tu joyero, las que tienen más valor sentimental para ti?
—Sobre todo, mi anillo de boda y el de compromiso, y unos pendientes y una pulsera que me regaló mi madre hace unos años.
—¿Cuál dirías que es la joya de tu vida?
—Las personas de mi vida. Mi familia y mis amigos. Las cosas más valiosas de la vida no son las que puedes comprar con dinero.
“Mi familia vive lejos”
—¿Quién de los dos, Thibaut o tú, es el más romántico?
—Yo diría que soy yo. Pero Thibaut también tiene momentos muy románticos y le encanta sorprenderme.
—¿Cómo le sorprendes tú a él?
—Con cosas pequeñas, diariamente, algunas románticas, otras divertidas.
“Las joyas más especiales que tengo son mi anillo de boda y el de compromiso y unos pendientes y una pulsera que me regaló mi madre hace unos años”
—Si estuviera en tu mano detener el tiempo, ¿en qué instante te gustaría pararlo?
—En el día de mi boda, porque no queríamos que ese día se acabara nunca.
—Y si pudieras disponer de más tiempo, ¿en qué lo emplearías?
—En ver más a mis amigos y a mi familia, porque viven lejos.