Aunque como término, "la Buena Vida" no aparece como tal en el diccionario, se trata del arte de disfrutar de las pequeñas cosas de cada día, esas que hacen que la vida sea especial y que cada segundo sea mágico. Desde probar deliciosos platos hasta recorrer los rincones más irresistibles de una ciudad desconocida, abrazar la Buena Vida es más sencillo de lo que pudiera parecer. Basta con dejar de lado el móvil, con no estar pendiente del reloj y con dejarse llevar. Es suficiente con intentar no planificarlo todo, permitir que la vida te sorprenda y rodearte de buena gente con la que compartir momentos mágicos.
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Si hay una ciudad que encapsula a la perfección esta esencia es Málaga, cuya forma de entender la vida y por supuesto, su gente, la definen a la perfección. ¿La razón? Los malagueños se caracterizan por su carácter abierto, social y acogedor, siendo por ello expertos en compartir la esencia de La Buena Vida. Y, ¿acaso hay mejor anfitrión que Antonio Banderas, ducho en el arte de haber llevado la forma de vida que Málaga representanta por todo el planeta? Por eso el actor es el nuevo embajador de Larios, la ginebra con la que comparte ciudad de origen y, por ende, una actitud que se asegura de disfrutar de los pequeños placeres con los cinco sentidos y que invita a fluir y dejarse llevar.
Descubre con ¡HOLA! los motivos por los que Larios, como Málaga, son el ejemplo perfecto del arte de la Buena Vida.
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1. La gente y las risas
Reír es gratis y, ante todo, beneficioso para la salud mental. Una carcajada es el reflejo de la felicidad plena, y por eso es imprescindible rodearse de gente capaz de hacernos reír hasta llorar. Resulta imposible no pisar Málaga con una sonrisa, enamorarse de su gente y permitirse no tomarse la vida demasiado en serio. La ciudad representa la filosofía con Larios, que nos invita a disfrutar, reconectar con la vida y con el ahora. Porque el verdadero placer radica en poder desconectar, en parar el tiempo y en dejar de darle demasiadas vueltas a las cosas… Porque al final, eso sí que es vida: disfrutar.
2. Gastronomía impecable y sobremesas memorables
Al pensar en bocados inolvidables es imposible no trasladarnos, al menos mentalmente (ojalá físicamente) a Málaga, cuya gastronomía es tan deliciosa como su ambiente. Lo sentimos por el protocolo, pero no dudes en rebañar el plato y en atreverte a comer “el de la vergüenza” cuando estés de tapas entre amigos, disfrutando de un buen ajoblanco o de unos deliciosos espetos. Y qué decir de una de las tradiciones españolas más apasionantes, el disfrute de la sobremesa, esa en la que conversar mientras se disfruta de una copa de Larios 12, la exquisita ginebra de origen malagueño con la que dejarse llevar y fluir siguiendo el característico ritmo natural de Málaga.
3. Atardeceres únicos
El momento más idílico del día es ese en el que la tarde hace su llegada, demostrando que los mediterráneos sabemos disfrutar de la vida tanto cuando el sol brilla, como cuando se despide hasta el día siguiente. El arte está en saber sacar el máximo de esos bonitos atardeceres que en España podemos disfrutar desde el skyline de la urbe hasta en la costa malagueña. Un consejo: intenta no sacar el móvil y disfruta de cada atardecer como si fuera el primero que has visto. En pareja, con amigos o a solas, mira al cielo cuando el sol se ponga, pide un deseo cada día y disfruta del sabor de tu copa de Larios 12.
4. Música, danza y duende
El legado artístico y cultural de Málaga es inmenso, y Antonio Banderas, al igual que Larios, se ha asegurado de impulsarlo siempre por todo el mundo. Sigue el ritmo de la estela artística malagueña y baila, canta y demuestra que la vida, entre acordes y ritmos, es (aún) más especial. No hace falta ser Rosalía para levantarse de la silla y dejarse llevar por la música y por el embrujo de cada nota. ¿Que no sabes entonar? No pasa nada. ¿Que tus bailes acumulan más tropiezos que pasos? Da completamente igual. Se trata de disfrutar de la Buena Vida y de dejar que te guíe la música.
5. La Buena Vida es su carta de presentación
A Nueva York le caracteriza su eclecticismo, a París, sus aires bohemios y a Málaga, al igual que ocurre con España en general, su arte para abrazar la Buena Vida. Por ese motivo Antonio Banderas, pese a haber vivido en diversos puntos del planeta y aunque podría vivir allá donde quisiera, ha regresado a Málaga. Su oferta cultural, sus habitantes y su estilo de vida hacen que pocas cosas resulten más sugerentes que brindar con Larios 12, la ginebra mítica mediterránea llena de matices, en honor a esta forma de disfrutar y de reconectar con la vida. Siempre se dice eso de que “como en casa, en ningún sitio”, y Larios y Antonio Banderas son el mejor ejemplo de ello. ¡Chinchin!
Déjate llevar por el momento, abraza planes insospechados, atrévete a improvisar y habla con aquellos con quien jamás pensaste entablar conversación para descubrir nuevas experiencias y vivencias. Porque el plan perfecto puede ser el planeado o el que jamás estuvo sobre la mesa: lo importante es disfrutar. Conviértete en un artista de la Buena Vida y ten siempre cerca la botella azulada de Larios 12, que combina 12 especies botánicas naturales en 5 destilaciones. Esta ginebra premium hace que cada sorbo sirva para reforzar esta filosofía disfrutona, mientras que sus matices y su sabor hacen que cada brindis sea inigualable. ¿Lo siguiente? Remueve los hielos haciendo círculos con la copa y brinda pensando en que lo que de verdad importa, en realidad, es disfrutar.