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Dos meses después de su muerte, el recuerdo de María Teresa Campos sigue muy presente entre quienes querían a la comunicadora. Sus hijas Terelu Campos y Carmen Borrego, su nieta Alejandra Rubio y el padre de esta Alejandro (exmarido de Terelu y con quien mantiene una relación muy cordial) se reunieron en el Teatro Círculo de Bellas Artes, en Madrid, con numerosos amigos para homenajear a la periodista. Se espera que este reconocimiento vea la luz en la televisión, aunque todavía no hay fecha para su emisión. Carmen, que se mostró muy emocionada, estuvo arropada por su marido José Carlos Bernal.
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Entre quienes quisieron aportar su granito de arena en este encuentro estuvieron por supuesto Rocío Carrasco, que era como una hija para María Teresa, y Gustavo, el chófer de confianza de la presentadora. Lara Dibildos, que seguramente ha tenido muy presente el recuerdo de su propia madre Laura Valenzuela, fallecida el pasado mes de marzo, acompañó a Terelu y Carmen. Javier Castillo Poty, Eugenia Martínez de Irujo y Narcís Rebollo, José Manuel Parada, los periodistas Juan Ramón Lucas e Isabel Rabago, los Javis y los cantantes Pablo López y Raphael acudieron a mostrar su cariño a la familia.
Hace solo unas semanas los objetos más emblemáticos de María Teresa Campos se trasladaban a Alabarte Subastas Internacionales para ser vendidos. “Cada uno se ha llevado lo que ha querido. Así lo hemos querido, sin ningún tipo de ruido (…) Las cosas que más quería mi madre están con nosotras, y tener ciertas cosas suyas en casa hace que la sintamos más cerca” comentó Carmen Borrego en Así es la vida en Telecinco. Ella junto a su hermana Terelu se enfrentó al doloroso momento de vaciar la casa de Aravaca en la que había residido la presentadora hasta su muerte, el pasado 5 de septiembre, pues el piso era una vivienda que será puesta de nuevo en alquiler.
La muerte de María Teresa Campos a los 82 años supuso la despedida de uno de los rostros que marcó una era en la comunicación española. La veterana comunicadora, todo un icono en el mundo audiovisual, marcó una época en los medios españoles y plasmó una huella que será difícil de borrar. La conocida como la “reina de las mañanas” lideró durante casi una década de forma ininterrumpida las audiencias de la pequeña pantalla convirtiéndose en una comunicadora respetada por representantes de las diversos ámbitos políticos y sociales. Todos pasaron por su plató para ser cuestionados por ella, que acumuló una importante lista de premios.