Lucha de titanes en un vídeo que no ha dejado indiferente a nadie. Rosalía, de 31 años, y Björk, de 58, han estrenado Oral, una de las colaboraciones más esperadas del año y la espera ha valido la pena. El pasado 6 de octubre, las dos artistas internacionales anunciaron su colaboración pero la aplazaron hasta en dos ocasiones hasta ahora, que han lanzado este nuevo 'single' con un videoclip creado gracias a la Inteligencia Artificial y que ha dado mucho que hablar entre los fans. La canción, compuesta nada más ni nada menos que hace 25 años por la autora de álbumes como Debut (1993), Post (1995) y Homogenic (1997), se ha estrenado justo el día de su cumpleaños pero ha estado archivada hasta el momento.
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Una colaboración imbatible
Sobra decir que las dos artistas acaparan numerosos premios de la industria musical, ambas cuentan con los reconocimientos internacionales más destacados y con una legión de fans que se cuentan por millones. Por lo que la colaboración ha sido todo un fenómeno.Tanto Rosalía como Björk, que tienen unos estilos muy marcados por la personalidad de cada una, han demostrado en diversas ocasiones la gran admiracion mutua que sienten la una por la otra y, gracias a la amistad que las une, han podido juntar sus estilos en una única canción, basándose en el dancehall pero adaptado a las producciones actuales, además de incluir algunas frases en castellano con las que Rosalía hace un guiño a su país. "Los experimentos de Rosalía con el género (del reguetón) y su increíble voz la convertían en una invitada obvia para esta canción", ha comaprtido Björk con sus seguidores.
El videoclip utiliza la IA y ha sido grabado en nuestro país
Lo que más ha sorprendido de esta colaboración esperada es el videoclip, en el que a través de la inteligencia artificial se representa una lucha con artes marciales entre las dos grandes artistas, que parece evocar al fin con el que va destinado la canción. En el vídeo, vemos a Rosalía y Björk pelear con artes marciales y con katanas, una imagen que parece estar inspirada en un videojuego de los 90, Tekken, y que ha sido dirigido por la fotógrafa y artista visual Carlota Guerrero. El espacio de grabación tampoco ha pasado desapercibido, ya que se ha escogido un pabellón de la Granja de la Ricarda de El Prat de Llobregat (Barcelona).
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Además, se han fusionado sus dos voces en distintos tiempos y con más de 20 años de diferencia. Es decir, Björk compuso y grabó la canción cuando tenía 31 años y se ha recuperado la maqueta para juntarla con la grabación de la artista española, que justo tiene la misma edad en la actualidad.
Una canción solidaria
Björk ha querido desempolvar esta canción después de tantos años, ya que confía en que con la colaboración de Rosalia pueden llegar a conseguir los máximos beneficios para destinarlos a ayudar a los manifestantes en contra de la cría del Salmón Salvaje en Islandia. A pesar de esto, confiesa que la letra nada tiene que ver con los peces, si no que es una canción de amor basada en la incertidumbre que se vive al principio de una relación.